Una nueva investigación abre la puerta a considerar -y tratar- la vaginosis bacteriana como una infección de transmisión sexual Leer Una nueva investigación abre la puerta a considerar -y tratar- la vaginosis bacteriana como una infección de transmisión sexual Leer
Las estadísticas nos dicen que, en España, aproximadamente una de cada tres mujeres en edad reproductiva tiene vaginosis bacteriana. Una molesta enfermedad que aparece cuando la microbiota vaginal se desequilibra y provoca que acaben proliferando cierto tipo de bacterias dañinas. Pero un estudio publicado esta misma semana en TheNew England Journal of Medicine abre la puerta a empezar a considerarla una infección de transmisión sexual, como lo son la gonorrea, la clamidia o el virus del papiloma humano.
Se trata de una infección que se genera en el interior de la vagina cuando se produce un desequilibrio en la proporción de bacterias «buenas» y «malas» que viven de forma normal y natural dentro de ella. Un problema que es especialmente frecuente en las mujeres en edad reproductiva y sexualmente activas.
Hasta ahora las causas que provocaban esta alteración en la microbiota vaginal de un grupo tan determinado de población no estaban demasiado claras. Sí conocíamos que las relaciones sexuales sin protección, el exceso de higiene, los cambios hormonales durante el ciclo o los lavados vaginales aumentaban las probabilidades de sufrir ese desequilibro, pero no había una causa clara y las reinfecciones eran frecuentes.
Los más frecuentes son la aparición de secreción vaginal que puede ser de color gris, blanca o verde, mal olor, picazón y ardor al orinar. Síntomas todos ellos muy molestos y que son motivo frecuente de consulta.
Con la publicación de este reciente estudio, se abre la posibilidad de un nuevo escenario: considerar a la vaginosis bacteriana como una infección de transmisión sexual.
Y es que hasta ahora el tratamiento de este problema de salud consistía únicamente en tratar a la mujer con antibióticos por vía oral y/o vaginal, todo para conseguir restaurar de nuevo el equilibrio bacteriano en el interior de su aparato reproductor. Un tratamiento que no siempre es del todo eficaz, ya que es frecuente que la vaginosis se repita una y otra vez. ¿Y qué hicieron los autores del estudio? Tratar también con antibióticos a las parejas masculinas de estas mujeres, consiguiendo resultados muy prometedores.
La investigación se realizó en varios centros de salud sexual de Australia. En primer lugar administraron a 83 parejas monógamas el tratamiento estándar de siete días de antibióticos a la mujer. Por otro lado, los hombres de otras 81 parejas monógamas recibieron también un tratamiento antibiótico en forma de crema y por vía oral.
Al cabo de tres meses el 63% de las mujeres del primer grupo volvieron a tener vaginosis bacteriana, frente al 35% de las que pertenecían al segundo grupo.
Este estudio viene a confirmar las sospechas de un nutrido grupo de expertos en salud reproductiva y sexual, que siempre creyeron que la vaginosis bacteriana se estaba transmitiendo por vía sexual. A la vista de estos resultados solo queda esperar un cambio en los protocolos de tratamiento de esta infección, haciendo que las parejas masculinas de estas mujeres asuman también su parte de responsabilidad en el desequilibro bacteriano.
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