Uno de los momentos de la historia que mayor volumen de contenidos ha generado es la Segunda Guerra Mundial. Un sinfín de documentales, series o películas nos muestran la dura y cruda realidad que vivieron millones de personas durante el conflicto bélico que tuvo lugar en el mundo desde el año 1939 hasta 1945. Vivir en aquella época ya fue un riesgo. En muchos países, cualquier persona podía ser un objetivo y estar en peligro. Por ello, hay historias de ese periodo que nos asombran. Es el caso de un grupo de mujeres que eligieron ser espías en un mundo donde predominaba un sexismo sistémico con la única intención de ayudar a sus países. Una valentía, poco conocida, que tenía que ser contada.
Por ello, AMC Networks International Southern Europe ha producido una serie documental de seis episodios titulada «Mujeres espías en la Segunda Guerra Mundial». Un proyecto audiovisual que se estrena hoy a las 22:00 horas en el Canal Historia y que narra las tramas de diferentes espías que se jugaron la vida en una profesión de mucho riesgo en esa época. Adentrarse a investigar en las líneas enemigas no es una tarea a la que pueda enfrentarse cualquiera. Y, en estos capítulos, los espectadores podrán conocer relatos que afectan a ambos bandos de la guerra. En estas historias, lo importante no es el enfrentamiento bélico en sí, sino la manera en la que estas valientes mujeres lograban sus objetivos.
Imágenes de archivo
La intención es descubrir a estas agentes secretas que hicieron un trabajo complejo y peligroso para obtener información de mucho valor y que, en algunos casos, llegó a ser crucial para el devenir de la historia. Todo estaba permitido, incluso los asesinatos o las bombas, y la utilización de las armas de seducción también fueron una parte vital para la consecución de sus objetivos. Es fundamental destacar que hacían su labor en un ámbito donde predominaban los hombres y también hay que resaltar que muchas de estas mujeres fueron perseguidas, torturadas y ejecutadas por hacer su función. De hecho, así lo refleja una de las frases más destacadas de la introducción de los capítulos: «Su esperanza de vida, en algunos casos, es de sólo seis semanas. Sobrevivieron el 50% de las mujeres espías».
Por otro lado, y para que el espectador también pueda adentrarse en cada uno de los episodios, el Canal Historia ha decidido llevar a cabo un formato en el que predominan las imágenes de archivo. Son de una calidad excepcional y se muestran a través de una sucesión continua y vertiginosa de los hechos que nos permite conocer mejor los detalles que se van relatando a través de una voz en off. El aporte visual es fundamental para comprender la situación de cada una de las mujeres que aparecen en el episodio. Nos permite introducirnos de lleno en el suceso y valorar aún más si cabe las dificultades y los riesgos a los que se enfrentaban. Además, de forma complementaria, participan periodistas especializados en la materia e historiadores que aportan una información extra y consiguen englobar el contenido de manera que se comprenda mejor la trama en cada uno de los momentos del capítulo. Durante los 50 minutos que dura cada uno de ellos, se hace una primera aproximación histórica al momento exacto que se va a resaltar y se presentan de manera individual a las protagonistas. La importancia de este formato radica en que las historias son muy diversas, aunque el hilo conductor entre todas ellas es siempre el espionaje durante la Segunda Guerra Mundial.
De entre todas las mujeres que aparecen, queremos destacar a las más relevantes. Es el caso de Josephine Baker, una glamurosa cantante y bailarina a quien la fama le proporcionó la tapadera perfecta para la actividad antinazi. Igualmente, queremos mencionar a Virginia Hall, más conocida como «la dama coja», que está considerada como una pieza clave para el triunfo de los aliados en el desembarco de Normandía. También hay que hablar de Marie-Madeleine Fourcade, que de manera inesperada se convirtió en la líder de una de las redes de resistencia más importantes de Francia. O los casos de Krystyna Skarbek y Nancy Wake: una aristócrata polaca cuyas hazañas le valieron el título de «espía favorita de Churchill»; y una australiana que sacrifica una vida de comodidades para convertirse en el legendario Ratón Blanco que vence a la Gestapo, respectivamente.
Mujeres de estratos sociales muy diversos
Una de las claves principales que otorga un mayor valor a los episodios de esta serie documental es la presencia de diferentes historias de mujeres que se sitúan en ámbitos sociales distintos. De hecho, en cada uno de los capítulos nos podemos adentrar en las arriesgadas labores de espionaje o investigación que llevan a cabo desde aristócratas o artistas, hasta una gerente de un club nocturno que recibe a soldados japoneses o una mujer que fue marginada por tener la enfermedad de la lepra y saca partido de ello. Eso sí, todas ellas tienen una cosa importante en común: se jugaron la vida por sus países.
El Canal Historia estrena hoy, a las 22:00 horas, una serie documental que narra las historias de personas que se jugaron la vida durante la Segunda Guerra Mundial
Uno de los momentos de la historia que mayor volumen de contenidos ha generado es la Segunda Guerra Mundial. Un sinfín de documentales, series o películas nos muestran la dura y cruda realidad que vivieron millones de personas durante el conflicto bélico que tuvo lugar en el mundo desde el año 1939 hasta 1945. Vivir en aquella época ya fue un riesgo. En muchos países, cualquier persona podía ser un objetivo y estar en peligro. Por ello, hay historias de ese periodo que nos asombran. Es el caso de un grupo de mujeres que eligieron ser espías en un mundo donde predominaba un sexismo sistémico con la única intención de ayudar a sus países. Una valentía, poco conocida, que tenía que ser contada.
Por ello, AMC Networks International Southern Europe ha producido una serie documental de seis episodios titulada «Mujeres espías en la Segunda Guerra Mundial». Un proyecto audiovisual que se estrena hoy a las 22:00 horas en el Canal Historia y que narra las tramas de diferentes espías que se jugaron la vida en una profesión de mucho riesgo en esa época. Adentrarse a investigar en las líneas enemigas no es una tarea a la que pueda enfrentarse cualquiera. Y, en estos capítulos, los espectadores podrán conocer relatos que afectan a ambos bandos de la guerra. En estas historias, lo importante no es el enfrentamiento bélico en sí, sino la manera en la que estas valientes mujeres lograban sus objetivos.
Imágenes de archivo
La intención es descubrir a estas agentes secretas que hicieron un trabajo complejo y peligroso para obtener información de mucho valor y que, en algunos casos, llegó a ser crucial para el devenir de la historia. Todo estaba permitido, incluso los asesinatos o las bombas, y la utilización de las armas de seducción también fueron una parte vital para la consecución de sus objetivos. Es fundamental destacar que hacían su labor en un ámbito donde predominaban los hombres y también hay que resaltar que muchas de estas mujeres fueron perseguidas, torturadas y ejecutadas por hacer su función. De hecho, así lo refleja una de las frases más destacadas de la introducción de los capítulos: «Su esperanza de vida, en algunos casos, es de sólo seis semanas. Sobrevivieron el 50% de las mujeres espías».
Por otro lado, y para que el espectador también pueda adentrarse en cada uno de los episodios, el Canal Historia ha decidido llevar a cabo un formato en el que predominan las imágenes de archivo. Son de una calidad excepcional y se muestran a través de una sucesión continua y vertiginosa de los hechos que nos permite conocer mejor los detalles que se van relatando a través de una voz en off. El aporte visual es fundamental para comprender la situación de cada una de las mujeres que aparecen en el episodio. Nos permite introducirnos de lleno en el suceso y valorar aún más si cabe las dificultades y los riesgos a los que se enfrentaban. Además, de forma complementaria, participan periodistas especializados en la materia e historiadores que aportan una información extra y consiguen englobar el contenido de manera que se comprenda mejor la trama en cada uno de los momentos del capítulo. Durante los 50 minutos que dura cada uno de ellos, se hace una primera aproximación histórica al momento exacto que se va a resaltar y se presentan de manera individual a las protagonistas. La importancia de este formato radica en que las historias son muy diversas, aunque el hilo conductor entre todas ellas es siempre el espionaje durante la Segunda Guerra Mundial.
De entre todas las mujeres que aparecen, queremos destacar a las más relevantes. Es el caso de Josephine Baker, una glamurosa cantante y bailarina a quien la fama le proporcionó la tapadera perfecta para la actividad antinazi. Igualmente, queremos mencionar a Virginia Hall, más conocida como «la dama coja», que está considerada como una pieza clave para el triunfo de los aliados en el desembarco de Normandía. También hay que hablar de Marie-Madeleine Fourcade, que de manera inesperada se convirtió en la líder de una de las redes de resistencia más importantes de Francia. O los casos de Krystyna Skarbek y Nancy Wake: una aristócrata polaca cuyas hazañas le valieron el título de «espía favorita de Churchill»; y una australiana que sacrifica una vida de comodidades para convertirse en el legendario Ratón Blanco que vence a la Gestapo, respectivamente.
Mujeres de estratos sociales muy diversos
Una de las claves principales que otorga un mayor valor a los episodios de esta serie documental es la presencia de diferentes historias de mujeres que se sitúan en ámbitos sociales distintos. De hecho, en cada uno de los capítulos nos podemos adentrar en las arriesgadas labores de espionaje o investigación que llevan a cabo desde aristócratas o artistas, hasta una gerente de un club nocturno que recibe a soldados japoneses o una mujer que fue marginada por tener la enfermedad de la lepra y saca partido de ello. Eso sí, todas ellas tienen una cosa importante en común: se jugaron la vida por sus países.
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