La combinación mejora la eficacia del tratamiento estándar, retrasa la progresión de la enfermedad y aumenta la supervivencia global de los pacientes Leer La combinación mejora la eficacia del tratamiento estándar, retrasa la progresión de la enfermedad y aumenta la supervivencia global de los pacientes Leer
El Hospital público 12 de Octubre lidera la primera alternativa que demuestra una mejora estadísticamente significativa y clínicamente relevante tanto en la supervivencia libre de progresión como en la supervivencia global en primera línea de mantenimiento para adultos con cáncer de pulmón de células pequeñas en estadio avanzado.
Se trata de un ensayo clínico en fase III cuyos resultados acaba de publicar la revista The Lancet coincidiendo con la presentación del estudio en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO) celebrado en Chicago, donde se presentan los últimos avances en investigación del cáncer.
Esta nueva combinación de tratamiento, un tipo de inmunoterapia (atezolizumab Tecentriq®) más el inhibidor lurbinectedina, desarrollado por la compañía española PharmaMar, no solo mejora la eficacia del tratamiento estándar, sino que también retrasa la progresión de la enfermedad y aumenta la supervivencia global de los pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas o microcítico, explica en un comunicado el 12 de Octubre.
Actualmente, lurbinectedina se administra en segunda línea de tratamiento, después de que los pacientes hayan recaído. Su aprobación en primera línea, representaría un paso significativo en el tratamiento de mantenimiento a los pacientes con esta grave enfermedad.
«Lurbinectedina aumenta la eficacia de la inmunoterapia porque es capaz de inducir un contexto inmune más respondedor, el tumor se hace más inmunogénico y responde mejor a la inmunoterapia», explica Luis Paz-Ares, jefe de Servicio de Oncología Clínica del Hospital 12 de Octubre, responsable del grupo Oncología Torácica y Clínico-Traslacional del Instituto de Investigación i+12 e investigador principal de este ensayo clínico.
Paz-Ares considera que este será probablemente el nuevo tratamiento estándar de mantenimiento para pacientes de todo el mundo, en cáncer de pulmón de células pequeñas en estadio avanzado.
El cáncer de pulmón de células pequeñas representa el 15% de los cánceres de pulmón, es el subtipo más agresivo, está ligado prácticamente en todos los casos al uso de tabaco y los tratamientos disponibles tienen limitación de eficacia.
Según el doctor Paz-Ares, en la mayor parte de los casos, se diagnostica con metástasis y, por lo tanto, la base del tratamiento reside esencialmente en las terapias sistémicas, es decir, aquellas que, al ser distribuidas por la sangre afectan a todas las partes del cuerpo donde hay enfermedad.
«Desafortunadamente, a pesar de los avances en el conocimiento biológico del cáncer microcítico, hemos mejorado muy poco el tratamiento y sus resultados. De hecho, a día de hoy, la supervivencia esperada, a pesar de haber introducido recientemente la inmunoterapia, es relativamente baja, menos de un 10%a largo plazo», explica.
Esta nueva combinación de tratamiento de mantenimiento es la primera que impacta en la supervivencia y abre la puerta, además, a la utilización de esta combinación terapéutica en estadios de la enfermedad aún más precoces, no solo como tratamiento de mantenimiento, sino también como tratamiento inicial.
El estudio clínico IMforte incluyó a 660 pacientes en 91 centros de trece países (siete centros españoles).
Los pacientes tenían diagnóstico con cáncer de pulmón de células pequeñas o microcítico sin tratamiento previo, sin antecedentes de metástasis cerebrales y con buen estado funcional. Todos recibieron terapia estándar de inducción. Si presentaban respuesta tumoral o estabilización seguían en el ensayo con la terapia de mantenimiento con lurbinectedina y atezolizumab (rama experimental) o atezolizumab solo (rama estándar).
Tras una mediana de seguimiento de 15 meses, la supervivencia sin crecimiento del tumor fue de 5,4 meses en comparación con los 2,1 meses en los que recibieron atezolizumab solo.
Los pacientes que recibieron lurbinectedina y atezolizumab como terapia de mantenimiento tuvieron un riesgo 46% menor de que su cáncer creciera o cambiara que aquellos que recibieron atezolizumab solo.
La supervivencia global para los pacientes que recibieron lurbinectedina y atezolizumab fue de 13,2 meses, mientras que la mediana de supervivencia global para quienes recibieron atezolizumab solo fue de 10,6 meses.
Los pacientes que recibieron lurbinectedina y atezolizumab como terapia de mantenimiento tuvieron un riesgo de muerte un 27% menor que aquellos que recibieron atezolizumab solo.
Los pacientes tratados con lurbinectedina y atezolizumab experimentaron más efectos secundarios, que aquellos únicamente tratados con atezolizumab, aunque el perfil de seguridad fue predecible, manejable y no se apreciaron efectos inesperados.
Este ensayo ha sido liderado y financiado por la farmacéutica Roche, en colaboración con Jazz Pharmaceuticals.
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