Un estudio europeo subraya la necesidad de lavar las ensaladas de bolsa para evitar la toxoplasmosis

Embarazadas y personas con el sistema de defensas débil deben lavar los productos frescos que se venden «listos para consumir» para evitar los riesgos de la posible presencia del parásito Leer Embarazadas y personas con el sistema de defensas débil deben lavar los productos frescos que se venden «listos para consumir» para evitar los riesgos de la posible presencia del parásito Leer  

Suele ser habitual en verano hacer uso de las bolsas de ensaladas listas para consumir. Abrir, aderazar e ingerir. Sin embargo una investigación publicada en Eurosurveillance ha puesto de manifiesto la necesidad de lavar estos productos a base de brotes por el riesgo de infección al contener parásitos como Toxoplasma gondii.

A través de una serie de estudios realizados en países europeos como Chequia, Italia, Portugal, España y Suiza usando métodos basados en la PCR, se detectó la presencia de ooquistes (huevos de algún parásito enquistado que son los más resistentes) de T. gondii en preparados de productos frescos (por ejemplo, fruta, verduras de hoja verde u otras verduras) que osciló entre el 6,0% y el 13,6%. En los últimos años, se ha observado un aumento de los casos de toxoplasmosis humana asociados al consumo de productos frescos.

Pocos estudios han investigado las mezclas de ensaladas listas para el consumo, pero en una investigación italiana que utilizó una PCR específica en tiempo real con secuenciación más precisa como prueba confirmatoria. Aquí entre el 0,8% de 648 muestras de ensaladas analizadas estaban potencialmente contaminadas con ooquistes de T. gondii. Se desconoce el riesgo de contraer el parásito a través del consumo de ensaladas y se necesitan evaluaciones de riesgo exhaustivas sobre, por ejemplo, «la carga parasitaria y la viabilidad de los ooquistes», apunta el trabajo.

Al mismo tiempo, los investigadores concluyen que «están justificadas nuevas investigaciones porque: el consumo de ensaladas de consumo inmediato está aumentando rápidamente; no existe una vigilancia obligatoria de los parásitos transmitidos por los alimentos en los productos frescos; y los métodos utilizados actualmente presentan incoherencias y limitaciones».

«Nuestro objetivo era desarrollar un método de base molecular y estimar la presencia y prevalencia de ooquistes de Toxoplasma gondii en ensaladas de consumo inmediato al por menor en Europa», señala los autores en la publicación.

El parásito Toxoplasma gondii puede causar enfermedades graves en los seres humanos. Las personas pueden contraer el parásito comiendo carne infectada cruda o poco cocinada o frutas o verduras sin lavar contaminadas con el parásito. «Queríamos investigar la presencia de T. gondii en ensaladas comerciales listas para el consumo en países europeos para estimar la importancia de estos productos alimentarios como fuentes de este parásito», explican los investigadores.

Mediante un método molecular, se detectó T. gondii en el 4,1% de 3.293 muestras de ensaladas listas para el consumo procedentes de 10 países europeos. El muestreo en la estación invernal, el muestreo y envasado de ensalada en el norte de Europa y la ensalada cultivada en Europa occidental se asociaron con la detección del parásito en las muestras de ensalada.

Dado que las ensaladas de consumo inmediato están destinadas a ser consumidas crudas sin más procesamiento, la presencia del parásito en estos preparados que se venden en Europa puede dar lugar a infecciones en humanos. «Es necesario tomar medidas para prevenir y controlar la contaminación de las ensaladas», insisten los investigadores. Podría recomendarse un lavado adicional de las ensaladas «listas para consumir» sobre todo en los grupos de riesgo específicos, como las embarazadas.

En el ser humano, los genotipos prevalentes de T. gondii que circulan en Europa no suelen dar lugar a síntomas clínicos evidentes, pero el parásito plantea graves riesgos para las personas con un sistema inmunitario debilitado (inmunodeprimidos) y si la infección primaria se adquiere durante el embarazo, como recoge la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).

En los personas sanas, la toxoplasmosis aguda se desarrolla pocos días después de la propagación y replicación del taquizoito (el periodo de incubación se estima entre 5 y 23 días). La infección es asintomática se da en más del 80% de los casos.

Cuando se presentan síntomas, son parecidos a los de la gripe y pueden incluir: fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos (síntomas similares a los de la mononucleosis), dolor de garganta, dolor muscular, debilidad, erupción cutánea (menos frecuente).

Ocasionalmente, también puede producirse toxoplasmosis ocular, más comúnmente en ancianos o en pacientes infectados con cepas sudamericanas. Los síntomas son: visión reducida o borrosa, dolor (a menudo con luz brillante), enrojecimiento del ojo y, a veces, lagrimeo.

Los síntomas pueden durar de semanas a meses, y la mayoría de las personas se recuperan espontáneamente. El tratamiento con una combinación de fármacos, sólo necesario para las manifestaciones más graves, puede controlar los síntomas agudos pero no puede eliminar los quistes, que permanecen latentes y pueden reactivarse en caso de inmunodepresión.

Las personas inmunocomprometidas, incluidos los pacientes trasplantados y con VIH, tienen un mayor riesgo de toxoplasmosis grave por infección sistémica aguda o reactivación de quistes, lo que puede dar lugar a complicaciones graves , como: encefalitis (que puede conducir al coma y la muerte), abscesos en el tejido nervioso, lesiones oculares recurrentes, lesiones cutáneas, afectación de los pulmones, el corazón y otros órganos,

Durante el embarazo, una infección primaria por Toxoplasma gondii, incluso sin síntomas, puede causar toxoplasmosis congénita. El riesgo de transmisión placentaria aumenta a medida que avanza el embarazo, mientras que la gravedad de la infección disminuye:

  • Durante el primer trimestre, el paso transplacentario de taquizoítos es poco frecuente, pero puede causar aborto espontáneo, muerte in utero o lesiones cerebrales graves.
  • La infección en el segundo trimestre puede provocar hidrocefalia o microcefalia, calcificaciones intracerebrales y lesiones oculares graves (retinocoroiditis).
  • En el tercer trimestre, la transmisión vertical es más frecuente (hasta el 70%), con alteraciones leves de la visiónocalcificaciones intracerebrales en los recién nacidos.
  • Los recién nacidos suelen parecer asintomáticos, pero corren el riesgo de desarrollar problemas de aprendizaje y visuales más adelante.

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