Un bolígrafo para detectar el párkinson al escribir a mano

Un pequeño estudio muestra la capacidad de un dispositivo para detectar patrones ligados a la enfermedad neurodegenerativa en la escritura manual Leer Un pequeño estudio muestra la capacidad de un dispositivo para detectar patrones ligados a la enfermedad neurodegenerativa en la escritura manual Leer  

Una especie de bolígrafo cargado con tinta magnética podría ayudar a detectar el párkinson. Así lo sugieren los resultados de una investigación publicada en el último número de la revista Nature Chemical Engineering.

Sus datos muestran que el uso del dispositivo permite detectar rasgos en la escritura a mano de pacientes que presentan los primeros signos motores de la enfermedad y discriminarlos de quienes están sanos.

El párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, solo por detrás del alzhéimer y afecta a casi 10 millones de personas en todo el mundo, 160.000 de ellas en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

El trastorno limita la disponibilidad cerebral de la dopamina, un neurotransmisor clave para el control del movimiento. Por eso, los síntomas más visibles de la enfermedad tienen que ver con temblores, problemas de equilibrio o movimientos lentos.

Según explica Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología, a día de hoy el diagnóstico de párkinson se hace principalmente a través de la exploración y anamnesis que lleva a cabo el especialista en Neurología. «Una de las primeras piezas del puzle es analizar la historia clínica y observar si el paciente presenta sintomatología compatible con la enfermedad. Pueden ser alteraciones motoras, a menudo sutiles, como el hecho de que le cueste abotonarse la camisa o tenga dificultades con su firma», señala.

En la consulta con el paciente también se buscan signos muy característicos del trastorno, como la rigidez o la lentitud en los movimientos. «En algunos casos aislados se pueden indicar pruebas de imagen que marcan el estado de la dopamina en el cerebro», si bien no es un procedimiento rutinario.

«Todavía de forma experimental, empiezan a aparecer análisis de proteínas, como la alfa-sinucleína, que en el caso del párkinson se acumula de forma anómala en las células». En general, hay diferentes aproximaciones en el horizonte para hacer más preciso el diagnóstico de la enfermedad, aunque hoy por hoy la detección se basa principalmente en el diagnóstico clínico.

Un equipo de científicos de la Universidad de California (Los Ángeles, EEUU) dirigidos por Jun Chen ha desarrollado un dispositivo cuyo objetivo es mejorar y afinar los diagnósticos. Consiste en un bolígrafo cargado con tinta magnética y diseñado para que los trazos de quien escribe con él puedan convertirse en señales eléctricas cuyos patrones puede analizar un sistema de inteligencia artificial. El abordaje, que además de la grafía, también tiene en cuenta elementos como la presión, , permite distinguir movimientos patológicos relacionados con la enfermedad con una altísima precisión, señalan los investigadores en la revista científica.

Para probar la efectividad del dispositivo, los investigadores llevaron a cabo un pequeño ensayo con 16 pacientes: tres de ellos afectados por la enfermedad neurodegenerativa y el resto individuos sanos. Todos ellos debían completar tres tareas manejando el bolígrafo.

El dispositivo, remarcan, registró de forma adecuada las señales durante la escritura. Y el análisis de los patrones mostrados «permitió distinguir a los pacientes con párkinson de los participantes sanos con una precisión media del 96,2%«, indican.

Escribir a mano es un proceso complejo que requiere una combinación de habilidades cognitivas, perceptivas y motoras. El párkinson puede afectar a todas ellas, por lo que «analizar patrones de escritura puede ofrecer datos cruciales y marcadores biométricos cuantitativos para el diagnóstico de la enfermedad», subrayan los científicos en sus conclusiones.

Este bolígrafo, continúan, «puede representar una tecnología barata, precisa y ampliamente difundible con potencial para mejorar los diagnósticos de la enfermedad en poblaciones grandes y en áreas de recursos limitados».

«Además de su funcionalidad, el bolígrafo es una herramienta coste-efectiva, de fabricación escalable y ha demostrado estabilidad a largo plazo y fiabilidad bajo varias condiciones de uso», añaden los científicos quienes, con todo, reconocen que sus datos se basan en un estudio piloto con una pequeña muestra de individuos. «Futuros estudios deberían involucrar a una cohorte de pacientes con párkinson más diversa y amplia», señalan.

Para Sánchez Ferro, el abordaje que presenta el equipo de Chen «tiene sentido conceptualmente» ya que las alteraciones que produce la enfermedad pueden afectar a la escritura a mano. «Aunque no les ocurre a todos los pacientes al principio, sí es habitual que sea una habilidad que se vea afectada por la enfermedad», señala.

«Es un estudio pequeño, con pocos pacientes, pero interesante», añade.

El diagnóstico precoz de la enfermedad es muy importante para iniciar cuanto antes tratamientos farmacológicos y cambios en las rutinas de ejercicio y hábitos de vida que permitan retrasar la evolución del trastorno y mejorar la calidad de vida de los pacientes, recuerda el especialista,

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