El goteo de empresas que deciden trasladar su sede fuera de Cataluña se mantiene incesante desde 2017, año cumbre del «procés» y del 1-O, causas directas de este proceso de destrucción del tejido empresarial catalán. Y las últimas cifras avalan que este proceso de deslocalización mantiene a la región que preside Salvador Illa como la que más empresas deciden dejar este territorio. Las que han trasladado su domicilio social desde Cataluña a otra comunidad desde finales de 2017 alcanzan casi las 5.000, según el último estudio de Informa D&B, aunque el Colegio de Registradores eleva a esa cifra por encima de 10.000. En ambos casos, Cataluña lidera el ranking de saldo negativo.
Un total de 4.020 empresas han trasladado su sede social a otra comunidad durante los tres primeros trimestres de 2024, un 4% menos que el año anterior cuando superaban las 4.180, pero lejos de las cifras a cierre de 2017, cuando los cambios de domicilio experimentaron un «boom» como consecuencia de referéndum independentista, llegando hasta 6.276 en el acumulado de 2018, según el último estudio de Informa D&B con datos oficiales.
Desde entonces, Cataluña se mantiene de forma ininterrumpida como líder de esta negativa estadística, 39 trimestres siendo la que más empresas pierde por cambio de sede social, en beneficio de la Comunidad de Madrid, que mantiene 36 trimestres con saldos positivos entre las llegadas y las salidas de empresas, seguida de Andalucía (43), Baleares (32) y la Comunidad Valenciana (26), que son precisamente las que más empresas han acogido procedentes de Cataluña, que cerró el tercer trimestre con un saldo negativo de 75 empresas y un acumulado de 185 salidas de compañías en el cómputo anual –correspondientes a 128 que han decidido instalarse en esta región y las 203 que se han marchado–. Andalucía tiene el mayor saldo positivo del trimestre, suma 43, con un mejor comportamiento que las 16 que restaba en el tercer trimestre de 2023, recibiendo 151 empresas –la mayoría desde Cataluña– frente a las 108 que han dejado la comunidad. En términos globales, el 28% de las empresas que han llegado a Madrid procede de Cataluña y un 15% de Andalucía. La comunidad a la que más empresas madrileñas deciden trasladarse es Andalucía, el 21%, seguida de Cataluña donde se van el 17%.
Madrid lidera también el saldo a favor por ventas de las compañías trasladadas. De acuerdo con las ventas declaradas por las sociedades que se han mudado durante el tercer trimestre, Madrid es la que más diferencia suma por estos cambios de domicilio, 219 millones de euros. Le sigue Galicia, que añade 128 millones de euros, mientras que Cataluña, a pesar de ser la que tiene el mayor saldo negativo por número de empresas, suma 114 millones en la comparativa de las ventas de las compañías que han trasladado sus sedes, al recibir empresas con mayor peso económico. Las diez compañías con mayor facturación que han cambiado de domicilio entre junio y septiembre suman unas ventas de cerca de 900 millones de euros.
Este continuo goteo de empresas que deciden dejar territorio catalán para instalarse en otras regiones ha tenido también su efecto en la actividad económica y en la evolución del PIB regional. Y una de las mayores beneficiarias ha sido igualmente la Comunidad de Madrid, que ha seguido aumentando su distancia con respecto a Cataluña, y continúa consolidándose como el mayor motor empresarial de España y el que mayor peso tiene sobre el PIB nacional, con un 19,6% del total en el año 2023 –el último ejercicio completo–, por el 18,8% que tiene Cataluña, según los últimos datos de la Contabilidad Regional publicada por el INE.
El PIB madrileño a precios corrientes supera ya los 293.000 millones de euros, mientras que el catalán no llega a 282.000. Una diferencia que se ha agrandado en 2.331 millones en el último año, para un total de 11.224 millones, un 26% más respecto al pasado ejercicio y un 123% respecto a 2022.
Desde 2017, el año del 1-O, Madrid logró el «sorpasso» económico por una décima y, desde entonces, el peso de su economía continúa al alza, aumentado un mínimo de una décima cada año, mientras que el PIB catalán lleva tres ejercicios manteniéndose estancado con el mismo porcentaje. En apenas dos años, la grieta entre las dos mayores economías regionales se ha agrandado a favor de Madrid, que se ha distanciado en 6.206 millones desde 2022.
La comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso también es la que registra el PIB per cápita más elevado, con 42.198 euros por habitante, mientras que Cataluña se sitúa casi 7.000 euros por debajo, con 35.325 euros por habitante. La media nacional se sitúa en 30.968 euros.
Esto ha propiciado que Madrid sea la comunidad más solidaria con el resto de regiones, ya que aporta al conjunto del sistema de financiación autonómica el 25% de sus ingresos fiscales, unas 3,5 veces la aportación de Cataluña y Baleares juntas, las dos que le siguen en el ranking, pese a las quejas catalanas en fiscalidad.
La comunidad madrileña también es la que menor presión fiscal ejerce sobre familias y empresas. Todo lo contrario que Cataluña, que ejerce la presión fiscal más alta de España. El cómputo total de la recaudación nacional roza los 272.000 millones, de los cuales Madrid aporta el 45% del total, más del doble que el 20% de Cataluña. Esta sería otra de las razones por las que empresas y grandes patrimonios prefieren instalarse fuera de la región catalana y desplazarse a Madrid.
Suma casi 10 años como la región que más firmas pierde por cambios de sede y supera los 5.000 traslados desde el 1-O. La región más beneficiada ha sido Madrid. Las compañías también huyen de la presión fiscal de Cataluña, la más alta de España
El goteo de empresas que deciden trasladar su sede fuera de Cataluña se mantiene incesante desde 2017, año cumbre del «procés» y del 1-O, causas directas de este proceso de destrucción del tejido empresarial catalán. Y las últimas cifras avalan que este proceso de deslocalización mantiene a la región que preside Salvador Illa como la que más empresas deciden dejar este territorio. Las que han trasladado su domicilio social desde Cataluña a otra comunidad desde finales de 2017 alcanzan casi las 5.000, según el último estudio de Informa D&B, aunque el Colegio de Registradores eleva a esa cifra por encima de 10.000. En ambos casos, Cataluña lidera el ranking de saldo negativo.
Un total de 4.020 empresas han trasladado su sede social a otra comunidad durante los tres primeros trimestres de 2024, un 4% menos que el año anterior cuando superaban las 4.180, pero lejos de las cifras a cierre de 2017, cuando los cambios de domicilio experimentaron un «boom» como consecuencia de referéndum independentista, llegando hasta 6.276 en el acumulado de 2018, según el último estudio de Informa D&B con datos oficiales.
Desde entonces, Cataluña se mantiene de forma ininterrumpida como líder de esta negativa estadística, 39 trimestres siendo la que más empresas pierde por cambio de sede social, en beneficio de la Comunidad de Madrid, que mantiene 36 trimestres con saldos positivos entre las llegadas y las salidas de empresas, seguida de Andalucía (43), Baleares (32) y la Comunidad Valenciana (26), que son precisamente las que más empresas han acogido procedentes de Cataluña, que cerró el tercer trimestre con un saldo negativo de 75 empresas y un acumulado de 185 salidas de compañías en el cómputo anual –correspondientes a 128 que han decidido instalarse en esta región y las 203 que se han marchado–. Andalucía tiene el mayor saldo positivo del trimestre, suma 43, con un mejor comportamiento que las 16 que restaba en el tercer trimestre de 2023, recibiendo 151 empresas –la mayoría desde Cataluña– frente a las 108 que han dejado la comunidad. En términos globales, el 28% de las empresas que han llegado a Madrid procede de Cataluña y un 15% de Andalucía. La comunidad a la que más empresas madrileñas deciden trasladarse es Andalucía, el 21%, seguida de Cataluña donde se van el 17%.
Madrid lidera también el saldo a favor por ventas de las compañías trasladadas. De acuerdo con las ventas declaradas por las sociedades que se han mudado durante el tercer trimestre, Madrid es la que más diferencia suma por estos cambios de domicilio, 219 millones de euros. Le sigue Galicia, que añade 128 millones de euros, mientras que Cataluña, a pesar de ser la que tiene el mayor saldo negativo por número de empresas, suma 114 millones en la comparativa de las ventas de las compañías que han trasladado sus sedes, al recibir empresas con mayor peso económico. Las diez compañías con mayor facturación que han cambiado de domicilio entre junio y septiembre suman unas ventas de cerca de 900 millones de euros.
Este continuo goteo de empresas que deciden dejar territorio catalán para instalarse en otras regiones ha tenido también su efecto en la actividad económica y en la evolución del PIB regional. Y una de las mayores beneficiarias ha sido igualmente la Comunidad de Madrid, que ha seguido aumentando su distancia con respecto a Cataluña, y continúa consolidándose como el mayor motor empresarial de España y el que mayor peso tiene sobre el PIB nacional, con un 19,6% del total en el año 2023 –el último ejercicio completo–, por el 18,8% que tiene Cataluña, según los últimos datos de la Contabilidad Regional publicada por el INE.
El PIB madrileño a precios corrientes supera ya los 293.000 millones de euros, mientras que el catalán no llega a 282.000. Una diferencia que se ha agrandado en 2.331 millones en el último año, para un total de 11.224 millones, un 26% más respecto al pasado ejercicio y un 123% respecto a 2022.
Desde 2017, el año del 1-O, Madrid logró el «sorpasso» económico por una décima y, desde entonces, el peso de su economía continúa al alza, aumentado un mínimo de una décima cada año, mientras que el PIB catalán lleva tres ejercicios manteniéndose estancado con el mismo porcentaje. En apenas dos años, la grieta entre las dos mayores economías regionales se ha agrandado a favor de Madrid, que se ha distanciado en 6.206 millones desde 2022.
La comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso también es la que registra el PIB per cápita más elevado, con 42.198 euros por habitante, mientras que Cataluña se sitúa casi 7.000 euros por debajo, con 35.325 euros por habitante. La media nacional se sitúa en 30.968 euros.
Esto ha propiciado que Madrid sea la comunidad más solidaria con el resto de regiones, ya que aporta al conjunto del sistema de financiación autonómica el 25% de sus ingresos fiscales, unas 3,5 veces la aportación de Cataluña y Baleares juntas, las dos que le siguen en el ranking, pese a las quejas catalanas en fiscalidad.
La comunidad madrileña también es la que menor presión fiscal ejerce sobre familias y empresas. Todo lo contrario que Cataluña, que ejerce la presión fiscal más alta de España. El cómputo total de la recaudación nacional roza los 272.000 millones, de los cuales Madrid aporta el 45% del total, más del doble que el 20% de Cataluña. Esta sería otra de las razones por las que empresas y grandes patrimonios prefieren instalarse fuera de la región catalana y desplazarse a Madrid.
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