¿Vacaciones más baratas? Las aerolíneas anticipan una caída del precio de los billetes

Billetes de avión y precio del petróleo forman un binomio casi indisoluble que camina de la mano. Cuando el crudo sube, lo hacen las tarifas al ser el combustible el mayor gasto de las aerolíneas. Y en sentido inverso, bajan cuando el oro negro se deprecia. Por eso, superado el sobresalto que supuso para el coste de la energía el conflicto entre Israel e Irán, en un contexto de caída del precio del petróleo como el actual, las aerolíneas avanzan bajadas de los precios de los pasajes para los próximos meses.

Durante la asamblea general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) celebrada hace unos días en Nueva Delhi, el director general de la organización, Willie Walsh, aseguró que «existe una correlación casi directa entre el precio del petróleo y el precio de los billetes de avión». Y ahora mismo, el precio medio del combustible para aviación está muy por debajo de lo que estaba hace un año. Según los cálculos de la IATA, mientras que ahora ronda los 86 dólares por barril, hace un año era de 99 dólares, lo que representa una rebaja de 25.000 millones de dólares respecto a los 261.000 que supuso para las compañías aéreas hace un año.

El combustible de aviación está ahora 13 dólares por barril más barato que hace un año

La caída de estos precios, además, va a ser aprovechada al máximo por las aerolíneas dado que, como explica IATA, los últimos datos financieros de las compañías muestran una contratación escasa de coberturas de combustible en el último año para garantizarse un precio al margen de las oscilaciones del mercado, lo que indica que las aerolíneas se beneficiarán en general de la reducción del precio del combustible.

La tendencia del petróleo Brent, de referencia en Europa, apuntala la posible tendencia bajista de las tarifas. En la actualidad, cotiza en el entorno de los 66 dólares, muy por debajo de los 75 con los que arrancó el año o los 82 a los que llegó a escalar a mediados de enero.

IATA también asegura que la fuerte competencia en el sector es otro estímulo que ayuda a la bajada de precios en un mercado en el que el coste del pasaje es uno de los factores más importantes para que los pasajeros se decanten por una u otra aerolínea.

La asociación calcula que el promedio real de la tarifa aérea de ida y vuelta sea de 374 dólares en 2025, un 40% por debajo de los niveles de 2014.

La cadena de suministro sigue en apuros

Aunque el coste del combustible es quizá el factor más determinante para los precios de los billetes de avión, otros como la demanda o los costes operativos también influyen. Y respecto a estos últimos, los problemas en la cadena de suministro que sufre el sector aeronáutico suponen una amenaza que está lejos de disiparse. Como alerta IATA, la falta de aviones que padecen las compañías aéreas ha aumentado los costes de arrendamiento de las aeronaves disponibles, así como la edad promedio de la flota a 15 años -obligando a usar aviones menos eficientes-; ha reducido la tasa de reemplazo de la flota a la mitad del 5-6% de 2020 y ha reducido la eficiencia en el uso de flotas, obligando a utilizar aviones más grandes de lo necesario en algunas rutas.

De cara a este año, la asociación prevé que la situación siga empeorando dado que vaticina que se entregarán 1.692 aviones, un 26% por debajo de las estimaciones que realizó hace un año. Además, no descarta que se revisen de nuevo las estimaciones a la baja dado que no sólo espera que los problemas con la cadena de suministro no se solventen este año sino que advierte de que es posible que persistan hasta la próxima década.

 La IATA apunta que la tendencia bajista del petróleo de los últimos meses, interrumpida unos días por el conflicto entre Israel e Irán, abre la puerta a tarifas más bajas  

Billetes de avión y precio del petróleo forman un binomio casi indisoluble que camina de la mano. Cuando el crudo sube, lo hacen las tarifas al ser el combustible el mayor gasto de las aerolíneas. Y en sentido inverso, bajan cuando el oro negro se deprecia. Por eso, superado el sobresalto que supuso para el coste de la energía el conflicto entre Israel e Irán, en un contexto de caída del precio del petróleo como el actual, las aerolíneas avanzan bajadas de los precios de los pasajes para los próximos meses.

Durante la asamblea general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) celebrada hace unos días en Nueva Delhi, el director general de la organización, Willie Walsh, aseguró que «existe una correlación casi directa entre el precio del petróleo y el precio de los billetes de avión». Y ahora mismo, el precio medio del combustible para aviación está muy por debajo de lo que estaba hace un año. Según los cálculos de la IATA, mientras que ahora ronda los 86 dólares por barril, hace un año era de 99 dólares, lo que representa una rebaja de 25.000 millones de dólares respecto a los 261.000 que supuso para las compañías aéreas hace un año.

El combustible de aviación está ahora 13 dólares por barril más barato que hace un año

La caída de estos precios, además, va a ser aprovechada al máximo por las aerolíneas dado que, como explica IATA, los últimos datos financieros de las compañías muestran una contratación escasa de coberturas de combustible en el último año para garantizarse un precio al margen de las oscilaciones del mercado, lo que indica que las aerolíneas se beneficiarán en general de la reducción del precio del combustible.

La tendencia del petróleo Brent, de referencia en Europa, apuntala la posible tendencia bajista de las tarifas. En la actualidad, cotiza en el entorno de los 66 dólares, muy por debajo de los 75 con los que arrancó el año o los 82 a los que llegó a escalar a mediados de enero.

IATA también asegura que la fuerte competencia en el sector es otro estímulo que ayuda a la bajada de precios en un mercado en el que el coste del pasaje es uno de los factores más importantes para que los pasajeros se decanten por una u otra aerolínea.

La asociación calcula que el promedio real de la tarifa aérea de ida y vuelta sea de 374 dólares en 2025, un 40% por debajo de los niveles de 2014.

La cadena de suministro sigue en apuros

Aunque el coste del combustible es quizá el factor más determinante para los precios de los billetes de avión, otros como la demanda o los costes operativos también influyen. Y respecto a estos últimos, los problemas en la cadena de suministro que sufre el sector aeronáutico suponen una amenaza que está lejos de disiparse. Como alerta IATA, la falta de aviones que padecen las compañías aéreas ha aumentado los costes de arrendamiento de las aeronaves disponibles, así como la edad promedio de la flota a 15 años -obligando a usar aviones menos eficientes-; ha reducido la tasa de reemplazo de la flota a la mitad del 5-6% de 2020 y ha reducido la eficiencia en el uso de flotas, obligando a utilizar aviones más grandes de lo necesario en algunas rutas.

De cara a este año, la asociación prevé que la situación siga empeorando dado que vaticina que se entregarán 1.692 aviones, un 26% por debajo de las estimaciones que realizó hace un año. Además, no descarta que se revisen de nuevo las estimaciones a la baja dado que no sólo espera que los problemas con la cadena de suministro no se solventen este año sino que advierte de que es posible que persistan hasta la próxima década.

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