No cabía más emoción en el puente de Ribadesella. Una pareja local, formado por el cuarentón más en forma, Walter Bouzán, y el veinteañero Bertín Llera se proclamó vencedor de la 87ª edición del Descenso Internacional del Sella tras superar en un apuradísimo sprint a la pareja húngara formada Adrian Boros-Tamas Erdélyi y a los ganadores de la contrarreloj del jueves, el sotorbarquense Javi López y el parragués Pedro Vázquez. El abrazo en el que se fundieron los ganadores al atravesar la meta evidenció la emoción intensa de un Bouzán que ya había remado con el padre de su actual compañero, Alberto Llera senior, y que ahora vuelve a conquistar el trono sellero con Bertín, de apenas 23 años. Las centenares de personas que se acercaron al puente para vivir el final de la emblemática prueba se dejaron las gargantas animando a la pareja local antes de los vítores finales. Un cierre grandioso para una prueba, una vez más, espectacular. No cabía más emoción en el puente de Ribadesella. Una pareja local, formado por el cuarentón más en forma, Walter Bouzán, y el veinteañero Bertín Llera se proclamó vencedor de la 87ª edición del Descenso Internacional del Sella tras superar en un apuradísimo sprint a la pareja húngara formada Adrian Boros-Tamas Erdélyi y a los ganadores de la contrarreloj del jueves, el sotorbarquense Javi López y el parragués Pedro Vázquez. El abrazo en el que se fundieron los ganadores al atravesar la meta evidenció la emoción intensa de un Bouzán que ya había remado con el padre de su actual compañero, Alberto Llera senior, y que ahora vuelve a conquistar el trono sellero con Bertín, de apenas 23 años. Las centenares de personas que se acercaron al puente para vivir el final de la emblemática prueba se dejaron las gargantas animando a la pareja local antes de los vítores finales. Un cierre grandioso para una prueba, una vez más, espectacular.
No cabía más emoción en el puente de Ribadesella. Una pareja local, formado por el cuarentón más en forma, Walter Bouzán, y el veinteañero Bertín Llera se proclamó vencedor de la 87ª edición del Descenso Internacional del Sella tras superar en un apuradísimo sprint a la pareja húngara formada Adrian Boros-Tamas Erdélyi y a los ganadores de la contrarreloj del jueves, el sotorbarquense Javi López y el parragués Pedro Vázquez. El abrazo en el que se fundieron los ganadores al atravesar la meta evidenció la emoción intensa de un Bouzán que ya había remado con el padre de su actual compañero, Alberto Llera senior, y que ahora vuelve a conquistar el trono sellero con Bertín, de apenas 23 años. Las centenares de personas que se acercaron al puente para vivir el final de la emblemática prueba se dejaron las gargantas animando a la pareja local antes de los vítores finales. Un cierre grandioso para una prueba, una vez más, espectacular.
Bouzán casi se había olvidado ya del incidente que tuvo en la salida, que a punto estuvo de costarle caro. Una vez que el medallista olímpico Carlos Arévalo, vestido con su uniforme militar, soltó los cepos, Walter perdió momentáneamente el remo y estuvo a punto de hacer caer a su compañero. La confusión inicial fue aprovechada de mano por Boros y Erdélyi, que salieron como tiros con López y Vázquez a su estela. Sin embargo, la K-2 del Club Piragüista El Sella reaccionó rápido y se unió a la cabeza, que pronto tomaron el sotobarquense López y el parragués Vázquez, de Los Rápidos. Una maniobra inteligente en Triongu, donde tomaron una vía diferente al resto, demostrando gran conocimiento del río, ayudó a los riosellanos a tomar contacto.
El impulso de los binomios más preparados y el escaso caudal que llevaba el Sella, que respondió a lo esperado, fue abriendo grandes huecos entre los participantes. Todo apuntaba a que había llegado la hora de los ribereños, tras tres años de dominio del tándem Jeremy Candy-Quentin Urban. La pareja francesa se disolvió en esta ocasión, con Candy participando en los World Games de maratón en China y Urban bajando el Sella en un barco mixto con su pareja. Boros y Erdélyi, en gran momento de forma, querían discutir el triunfo local y a punto estuvieron de conseguirlo.
Mediada la prueba se formó un grupo de seis embarcaciones en cabeza. A las mencionadas se unieron la de los madrileños Adrián Martínez y David Rodríguez (Escuela Piragüismo Aranjuez) y dos asturianas, las de Miguel Llorens y Alberto Plaza (riosellano y cangués de la Cultural de Ribadesella) y la de Milín Llamedo y Miguel Fernández Castañón, parragués y corverano, respectivamente, de Los Rápidos.
El Rabió del Diablu vivió el primer intento de López y Vázquez de romper la carrera. Tuvo éxito a medias, ya que, a pesar de que no lograron marcharse en solitario, impusieron un ritmo que solamente pudieron seguir los combativos húngaros y los inasequibles riosellanos. Su paisano Llorens, junto a Plaza, lograron no sin gran esfuerzo conectar para formar el grupo de cuatro piraguas que se iba a jugar los cuartos en el tramo final.
Teniendo en cuenta las circunstancias del río, la sequera de Norniella, a punto de embocar ya la ría, parecía el momento decisivo. Y en parte lo fue, porque Javi López y Pedro Vázquez tomaron la ribera izquierda mientras sus tres compañeros de viaje seguían por la derecha. Convergieron prácticamente a la vez, pero con un esfuerzo extra de los ganadores de la crono que aprovecharon Bouzán y Llera para imponer su palada. Estos dos ya no perdieron más la cabeza, pero tuvieron que luchar de lo lindo en un larguísimo y apretado sprint final en el que los húngaros nunca dieron su brazo a torcer. Fueron efectivamente Boros y Erdélyi los que más discutieron el triunfo casero en el puente riosellano, pero al final se tuvieron que conformar con la segunda posición, completando el podio Javi López y Pedro Vázquez, que no podían ocultar su decepción después de haber realizado una gran contrarreloj.
La felicidad riosellana la completó unos minutos después Abel García Cimentada, palista de la Cultural, que se impuso en el K-1 por delante del argentino Julián Salinas, que había dominado inicialmente. En cuanto a las mujeres, de nuevo penalizadas y condenadas a la invisibilidad durante el recorrido por el sistema establecido para la salida en el único lunar claro de la organización, Tania Álvarez y Tania Fernández ganaron en K-2, tras superar a decenas y decenas de barcos más lentos, sobre todo en los momentos iniciales de gran tráfico. La joven promesa asturiana Yaiza Novo logró el triunfo en K-1 por delante de Miriam Vega, que volvía a un Sella que brilló como nunca.
Diario de Mallorca – Deportes