Hace unos pocos años, no demasiados, la visita de la Juventus al Santiago Bernabéu (hoy, 21.00 horas) habría provocado una profunda inquietud en los aficionados del Real Madrid. Un Madrid-Juve de Copa de Europa habría sido catalogado como uno de los partidos del año, un choque entre dos de los equipos más gigantes del continente. Hace unos pocos años, no demasiados, la visita de la Juventus al Santiago Bernabéu (hoy, 21.00 horas) habría provocado una profunda inquietud en los aficionados del Real Madrid. Un Madrid-Juve de Copa de Europa habría sido catalogado como uno de los partidos del año, un choque entre dos de los equipos más gigantes del continente.
Hace unos pocos años, no demasiados, la visita de la Juventus al Santiago Bernabéu (hoy, 21.00 horas) habría provocado una profunda inquietud en los aficionados del Real Madrid. Un Madrid-Juve de Copa de Europa habría sido catalogado como uno de los partidos del año, un choque entre dos de los equipos más gigantes del continente.
Hoy, en cambio, el Madrid ve a la Juventus como telonera del Barça, con la mirada puesta, aunque no se quiera, en el clásico del domingo en el estadio de Chamartín. Invita a ello el calendario, pero también la jerarquía actual de una Juve sumergida en su peor ciclo de resultados de los últimos 15 años.

Cuesta decir cuál es la estrella del equipo que entrena ahora el croata Igor Tudor. Su futbolista más ilusionante es el turco Kenan Yildiz, pero sus 20 años invitan todavía a la prudencia. Dusan Vlahovic, al que buscaron salida en verano, nunca llegó a ser en Turín ese goleador dominante en el que prometía convertirse cuando jugaba en la Fiorentina. El resto de la plantilla que va séptima en la Serie A la componen, en el mejor de los casos, buenos jugadores lejos que están lejos de la gran élite europea: Conceiçao, Locatelli, Kephren Thuram, David, Koopemeiners…
Es quizá una cuestión de ciclos, tan habituales en los clubes italianos, pero el caso es que la Juve lleva cinco temporadas con el cuarto puesto liguero como techo después de enlazar nueve títulos de la Serie A consecutivos (2012-2020), en una racha en el que llegó a jugar dos finales de Champions: una la perdió contra el Barça (2015) y la otra contra el Madrid (2017).

Se presenta al Bernabéu tras dos empates (Dortmund y Villarreal) en las dos primeras jornadas, frente a un Madrid inmaculado en su competición fetiche, tras sus victorias frente al Marsella y el Kairat Almaty. El trayecto a trompicones del año pasado, que le forzó a jugar una ronda intermedia contra el Manchester City, ha provocado que acabar la fase liga entre los ocho primeros (con el consecuente acceso directo a octavos) se haya convertido en una prioridad total para el equipo de Xabi Alonso.
«La Juventus es un equipo muy bueno por historia y por su presente también. Cualquier equipo italiano en un momento de dificultad puede ser doblemente peligroso. Recuerdo el partido contra el Milan del año pasado…», decía el técnico vasco en la previa, apelando el 1-3 cosechado por el cuadro ‘rossonero’ hace un año en el Bernabéu.

Alonso no podrá contar todavía con Alexander-Arnold, Carvajal y Huijsen, aunque espera que los tres puedan estar disponibles para el clásico del domingo. También podría regresar ante el Barça Ceballos, aunque no Rüdiger ni Alaba, que volvió a caer lesionado el domingo en la victoria en Getafe. Courtois, que sufrió un golpe en el descuento del Coliseum, está en perfectas condiciones.
Se espera el regreso a la titularidad de Arda Güler y Vinícius, tras descansar el domingo de inicio y ser decisivos en la victoria final. Para los dos tuvo elogios el técnico en la previa: del turco dijo que es una mezcla «entre Özil y Guti», palabras mayores, y del brasileño resaltó que «es un muy buen jugador, fundamental en esta plantilla esta temporada y durante muchas. Estoy muy contento de verle disfrutar y sonreír, necesitamos que esté enfocado en el juego y en lo que hace bien».
Diario de Mallorca – Deportes