Un grupo de 25 países, entre ellos Francia, el Reino Unido, España, Canadá, Australia o Japón, además de una comisaria de la Comisión Europea, emitieron este lunes una declaración conjunta en la que exigen un alto el fuego “inmediato” en Gaza y reclaman que Israel cumpla el derecho internacional humanitario. La misiva se centra en la entrega de ayuda humanitaria —especialmente alimentaria, que ha provocado casi 900 muertos en las últimas semanas— y el hecho de que se utilice el hambre como arma contra la población de Gaza.
La misiva denuncia la obstaculización de la distribución de la ayuda humanitaria por parte de Israel y la “muerte inhumana de niños”
Un grupo de 25 países, entre ellos Francia, el Reino Unido, España, Canadá, Australia o Japón, además de una comisaria de la Comisión Europea, emitieron este lunes una declaración conjunta en la que exigen un alto el fuego inmediato en Gaza y reclaman que Israel cumpla el derecho internacional humanitario. La misiva se centra en la entrega de ayuda humanitaria —especialmente alimentaria, que ha provocado casi 900 muertos en las últimas semanas— y el hecho de que se utilice el hambre como arma contra la población de Gaza.
Los firmantes advierten de que el sufrimiento de los civiles ha alcanzado en los últimos días “nuevas cotas”, y denuncian la entrega de ayuda “a cuentagotas” y la “muerte inhumana de civiles, incluidos niños, mientras buscan necesidades básicas”. Se estima que casi 900 personas han perdido la vida cerca de los puntos de distribución gestionados por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), un sistema apoyado por Israel y Estados Unidos pero cuestionado por Naciones Unidas por su falta de neutralidad y eficacia.
La declaración también critica el modelo de distribución de ayuda: “Es peligroso, alimenta la inestabilidad y priva de dignidad a los gazatíes”. Los países exigen además que Israel elimine las restricciones a los envíos de asistencia y permita que la ONU y ONG humanitarias actúen sin obstáculos.
Los firmantes son los ministros de Asuntos Exteriores de Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Al escrito se suma la comisaria europea encargada de la gestión de crisis, Hadja Lahbib. Estados Unidos y Alemania, en cambio, no firman el comunicado.
La declaración, sin ningún efecto concreto sobre Israel, solicita también “la liberación inmediata e incondicional” de los rehenes israelíes tomados por Hamás el 7 de octubre de 2023, de los cuales alrededor de 50 aún permanecen cautivos.
La carta llega en el mismo día en que Israel intensifica su incursión en Gaza al poner en marcha por primera vez una operación terrestre sobre Deir al Balah, en el centro del enclave, el único territorio urbano en el que aún no habían entrado.
Nunca hasta ahora, en más de 21 meses de guerra, las tropas de ocupación israelíes han entrado por tierra en ese territorio, refugio de desplazados de otros lugares, donde al menos tres personas han muerto, según informa la agencia Reuters. Más de 1.000 familias han huido de la localidad tras las órdenes de desalojo de Israel emitidas el domingo por el ejército israelí. Además, Naciones Unidas ha denunciado que el 87,8% del territorio de la Franja está sometido a órdenes de desplazamiento forzoso o se ha convertido en un área militarizada del ejército de Israel. “Esto deja a 2,1 millones de civiles apretados en un fragmentado 12% de la Franja” asegura la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
La declaración conjunta se conoce, además, casi una semana después de que los Veintisiete no lograran consensuar, en una reunión de ministros de Exteriores en Bruselas, ninguna sanción contra Israel pese a la constatación de que viola sus obligaciones en materia de derechos humanos en el marco del Acuerdo de Asociación bilateral que mantiene con la UE. Uno de los motivos de no dar el paso fue un acuerdo opaco alcanzado unos días antes por la alta representante para Política Exterior, Kaja Kallas, con Israel, por el que el Gobierno de Netanyahu se comprometía a permitir un aumento “sustancial” de la ayuda humanitaria a Gaza. El acuerdo, según Bruselas, excluye específicamente la acción de la GHF y reclama la distribución de la ayuda a través de las agencias de la ONU y las ONG que llevan tiempo trabajando sobre el terreno.
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