El relevo de Montse Tomé en el banquillo de la selección no era tarea sencilla. La Federación ha decidido no renovar el contrato a la entrenadora asturiana tras la Eurocopa y el relevo parece que ya está decidido. A falta de confirmación oficial, Sonia Bermúdez debería ocupar su lugar, con una decisión que no termina de convencer dentro del vestuario ni al entorno. La actual seleccionadora sub-23 ejemplifica, una vez más, la manera de hacer de la RFEF, promocionar a gente de dentro sin experiencia en el fútbol profesional en vez de dar el giro que las futbolistas tanto tiempo llevan pidiendo. El relevo de Montse Tomé en el banquillo de la selección no era tarea sencilla. La Federación ha decidido no renovar el contrato a la entrenadora asturiana tras la Eurocopa y el relevo parece que ya está decidido. A falta de confirmación oficial, Sonia Bermúdez debería ocupar su lugar, con una decisión que no termina de convencer dentro del vestuario ni al entorno. La actual seleccionadora sub-23 ejemplifica, una vez más, la manera de hacer de la RFEF, promocionar a gente de dentro sin experiencia en el fútbol profesional en vez de dar el giro que las futbolistas tanto tiempo llevan pidiendo.
El relevo de Montse Tomé en el banquillo de la selección no era tarea sencilla. La Federación ha decidido no renovar el contrato a la entrenadora asturiana tras la Eurocopa y el relevo parece que ya está decidido. A falta de confirmación oficial, Sonia Bermúdez debería ocupar su lugar, con una decisión que no termina de convencer dentro del vestuario ni al entorno. La actual seleccionadora sub-23 ejemplifica, una vez más, la manera de hacer de la RFEF, promocionar a gente de dentro sin experiencia en el fútbol profesional en vez de dar el giro que las futbolistas tanto tiempo llevan pidiendo.
Sonia Bermúdez llegó a la RFEF como seleccionadora Sub-15, además de ejercer las labores de asistencia técnica de las categorías inferiores del combinado nacional, en agosto de 2022, dos años después de su retirada como futbolista. Justo después de colgar las botas se hizo cargo del equipo cadete femenino del Real Madrid, donde estuvo un par de temporada antes de recalar en la Federación. Una vez entró en la estructura de la RFEFha ido ascendiendo hasta ser la entrenadora de la selección sub-23 desde setiembre del año pasado. Durante esos años conquistó el Europeo sub-19 en 2023 y 2024, y también dirigió a la selección sub-20 en el Mundial 2024, quedando eliminada en cuartos de final.
Su etapa como futbolista fue más exitosa y se convirtió en una de las primeras referentes del fútbol femenino antes de que empezara su profesionalización. Bermúdez, nacida en Vallecas, inició su carrera en el Butarque Leganés y jugó en el Sporting de Huelva (1999-2003) y en el Sabadell una temporada. En el Rayo Vallecano (2003-2010) logró su primer gran título, la Copa de la Reina 2008.

Con el FC Barcelona (2011-2015) ganó cuatro ligas y una Copa de la Reina, fue máxima goleadora de la liga en cuatro temporadas seguidas y marcó 123 goles en 141 partidos, récord histórico del club en su momento hasta la irrupción de Jenni Hermoso y Alexia Putellas. Durante esos años, Bermúdez consiguió el permiso del club azulgrana en 2014, Sonia fichó por el Western New York Flash de la NWSL, jugando una temporada en la liga estadounidense. Cambió los colores azulgranas por el escudo colchonero y con el Atlético de Madrid ganó dos ligas y otra Copa de la Reina, justo antes de colgar las botas en 2020 cuando formaba parte de la plantilla del Levante.
De perfil discreto y sosegado, Bermúdez llega al banquillo de la selección absoluta con algunas sombras. La más grande y acecha sobre el nombramiento es su participación activa en la asamblea donde el ya expresidente Luis Rubiales entonó el disparatado discurso del «No voy a dimitir». Ella, sentada precisamente junto a Tomé, fue de las que aplaudió su intervención en una imagen que ahora pesa aún más. Esto, añadido a su falta de experiencia con un equipo de fútbol profesional (igual que Tomé y Jorge Vilda cuando fueron designados seleccionadores nacionales) añade un punto de escepticismo a su nombramiento.
La relación directa con las futbolistas, ya que con muchas ha compartido vestuario, puede ser uno de los elementos que equilibren la balanza para Bermúdez en su faceta como gestora de vestuario. Aunque, en un inicio, ese no se ha tomado de la mejor manera la elección de la nueva seleccionadora.
Diario de Mallorca – Deportes