El Kremlin ha resaltado este lunes una de las líneas rojas que marcó desde el inicio de la guerra con Ucrania: la autorización de Washington a Kiev para atacar con sus misiles estadounidenses de largo alcance objetivos en suelo ruso provocará “una situación cualitativamente nueva en la participación de Estados Unidos en este conflicto”. El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha recordado las palabras manifestadas por Vladímir Putin en septiembre, a la entrada de un foro cultural en San Petersburgo, donde el mandatario advirtió de que el permiso para emplear estos proyectiles “significará que los países de la OTAN, EE UU y los países europeos, están en guerra con Rusia”.
Según el Kremlin, el uso de proyectiles de alto alcance estadounidenses en suelo ruso implicaría que los países de la OTAN entran en conflicto con Moscú
El Kremlin ha resaltado este lunes una de las líneas rojas que marcó desde el inicio de la guerra con Ucrania: la autorización de Washington a Kiev para atacar con sus misiles estadounidenses de largo alcance objetivos en suelo ruso provocará “una situación cualitativamente nueva en la participación de Estados Unidos en este conflicto”. El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha recordado las palabras manifestadas por Vladímir Putin en septiembre, a la entrada de un foro cultural en San Petersburgo, donde el mandatario advirtió de que el permiso para emplear estos proyectiles “significará que los países de la OTAN, EE UU y los países europeos, están en guerra con Rusia”.
Las agencia Reuters y los diarios The New York Times y The Washington Post publicaron este domingo que el presidente saliente de EE UU, Joe Biden, ha dado permiso al ejército ucranio para atacar con sus cohetes ATACMS dentro del territorio ruso, donde las bases y aeródromos militares permanecían a resguardo hasta ahora. Según los medios norteamericanos, Washington ha dado un giro de 180 grados en su política hacia el uso de estas armas, al menos hasta la investidura de Donald Trump dentro de dos meses, el próximo 20 de enero.
“De momento son solo publicaciones en los medios occidentales, pero es obvio que la Administración saliente de Washington tiene la intención de tomar medidas”, ha manifestado Peskov este lunes a los medios rusos. “Hablan sobre esto para seguir echando más leña al fuego y seguir provocando una mayor escalada de tensión en torno a este conflicto”, ha agregado el portavoz del Kremlin.
El Gobierno de Biden había rechazado hasta ahora las súplicas del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, por el miedo a provocar una escalada militar con Rusia. “Si esta decisión ha sido formulada y comunicada al régimen de Kiev formalmente, entonces, por supuesto, supone una ronda de tensión cualitativamente nueva”, ha enfatizado el portavoz de Putin horas después de conocerse la noticia.
Además de lanzar advertencias verbales a Occidente, las autoridades rusas han modificado también su doctrina nuclear. Putin se reunió a finales de septiembre con el Consejo Permanente del Consejo de Seguridad para la Disuasión Nuclear para abordar las nuevas enmiendas. El encuentro, que habitualmente suele ser secreto, fue retransmitido por las televisiones estatales para enviar un mensaje al mundo.
Armas de destrucción masiva
Entre otros cambios, el Kremlin decidió considerar como un ataque conjunto una “agresión” por parte de un Estado que no posea armas nucleares si este tiene apoyo de una potencia nuclear. En ese caso, la nueva doctrina contemplaría el uso de armas de destrucción masiva si fuera necesario.
Por otra parte, el portavoz de Putin ha declinado comentar la veracidad del supuesto plan de Turquía para lograr un alto el fuego en Ucrania, aunque ha hecho hincapié en que el Kremlin no renunciará a las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia íntegras. “La congelación de los combates a lo largo del frente es, a priori, inaceptable para la parte rusa. Las condiciones formuladas por el presidente Putin en junio conservan plenamente su vigencia. Esto es lo que hay que hacer para detener los combates”, ha enfatizado Peskov.
La agencia estadounidense Bloomberg ha publicado este lunes algunos detalles de la propuesta que hará el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la cumbre del G-20 en Brasil para congelar las batallas en las líneas de combate actuales. Según Bloomberg, Ankara propone vetar la adhesión de Ucrania a la OTAN en un plazo de 10 años y crear una zona desmilitarizada en el este del país con la presencia de tropas internacionales.
Una fuente del Gobierno turco ha asegurado a la agencia rusa Ria Novosti que la revelación de Bloomberg “no corresponde con la realidad”. Sin embargo, sus fuentes en el Gobierno turco han manifestado al medio ruso que Erdogan priorizará el debate sobre una tregua en el G-20. “La principal tarea ahora es detener el derramamiento de sangre y lograr un alto el fuego sostenible”, ha publicado la agencia rusa.
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