Con 18 años Pablo Torre se echó a las espaldas a un ‘histórico’ del fútbol español, que quería volver al fútbol profesional. Guillermo Fernández Romo cogió las riendas del Racing en la temporada 21/22 y, con el jugador cántabro como baluarte, consiguieron el ascenso aunque el destino de Torre ya estaba firmado: «Fichó por el Barcelona y, el mismo día, vamos a Talavera jugándonos el ascenso. Hace un partidazo y marca un golazo». Sus diez goles y ocho asistencias le sirvieron para formar parte de uno de los vestuarios más cotizados y, después de dos años en el Barcelona y una cesión al Girona sin mucho protagonismo, el Mallorca lo ha fichado por cinco millones porque «tengo que jugar y disfrutar» contó el propio Torre a sus 22 años este viernes. Con 18 años Pablo Torre se echó a las espaldas a un ‘histórico’ del fútbol español, que quería volver al fútbol profesional. Guillermo Fernández Romo cogió las riendas del Racing en la temporada 21/22 y, con el jugador cántabro como baluarte, consiguieron el ascenso aunque el destino de Torre ya estaba firmado: «Fichó por el Barcelona y, el mismo día, vamos a Talavera jugándonos el ascenso. Hace un partidazo y marca un golazo». Sus diez goles y ocho asistencias le sirvieron para formar parte de uno de los vestuarios más cotizados y, después de dos años en el Barcelona y una cesión al Girona sin mucho protagonismo, el Mallorca lo ha fichado por cinco millones porque «tengo que jugar y disfrutar» contó el propio Torre a sus 22 años este viernes.
Con 18 años Pablo Torre se echó a las espaldas a un ‘histórico’ del fútbol español, que quería volver al fútbol profesional. Guillermo Fernández Romo cogió las riendas del Racing en la temporada 21/22 y, con el jugador cántabro como baluarte, consiguieron el ascenso aunque el destino de Torre ya estaba firmado: «Fichó por el Barcelona y, el mismo día, vamos a Talavera jugándonos el ascenso. Hace un partidazo y marca un golazo». Sus diez goles y ocho asistencias le sirvieron para formar parte de uno de los vestuarios más cotizados y, después de dos años en el Barcelona y una cesión al Girona sin mucho protagonismo, el Mallorca lo ha fichado por cinco millones porque «tengo que jugar y disfrutar» contó el propio Torre a sus 22 años este viernes.
Pocas personas conocen más a Pablo Torre que Guillermo Fernández Romo, el entrenador con el que explotó en el Racing. «Es un trequartista clásico. Es un diez puro. De jugar allí dentro, en el carril central con libertad, de llegar, de soltarle con su tiro y con su pase. Es uno de esos jugadores diferentes de los que cada vez quedan menos y es de esos futbolistas que cuando uno lo ha entrenado, desde el primer día ve que es algo especial. Es un chico estupendo, con una personalidad extraordinaria», afirma.
Hace años que el Mallorca no tiene un perfil así, en una posición que jugadores como Ariel Ibagaza han rendido y han puesto al público a sus pies. «Es de ese perfil, pero creo que es algo más actual porque tiene ese pase vertical y por delante, además de ese buen golpeo, aunque sin tener tanto la pelota», cuenta.
Cuando Romo aterrizó en el Racing, lo pone a jugar para Pablo Torre. «Al ver el equipo teníamos atacantes muy buenos y un chico juvenil súper especial y diferente, pero debíamos meterle a ese equipo ‘hombres’. Firmamos un par de exmallorquinistas: Miquel Parera, Álvaro Bustos y a Cedric y encajamos el equipo para que Pablo fuera la pieza angular de todo. Jugamos un 4-2-3-1 con él de mediapunta. Por fuera a veces le ponía dos aceleradores o un interior. Metió diez goles y dio ocho asistencias», resume sobre el año que lo tuvo a sus órdenes.
«Lo traspasan un día que vamos a jugar a Talavera, disputándonos el ascenso en marzo, y hace un partidazo metiendo un golazo. Su compromiso no desciende, tampoco su actitud ni su desarrollo profesional es menor, sino que lo multiplica. Tiene personalidad y ambición. Por eso pasa directamente del Racing de Primera Federación al primer equipo del Barcelona. Los que hacen eso son jugadores con mucho nivel», señala.
Después del último año con Flick, en el que cree que sí le ha pedido más lo que es él «vertical, rápido, llegar a portería contraria con velocidad y finalizar jugadas», ahora le toca entenderse en un sistema de juego que pasa por Muriqi y Darder. «Entre los buenos se encuentran siempre. Y de eso no tengo ninguna duda». «Me gustaría ver a Muriqi aprovechándose de lo que pueda hacer Pablo porque el Mallorca no tenía la temporada anterior un jugador tan vertical en el último pase y tan global en el juego para nutrir al delantero. Vedat tenía que hacer mucho juego de espaldas, pero la aparición de un jugador que por dentro también te abre, te pasa, te filtra, te llega, te genera movimientos para ti o para los demás pues a lo mejor hace que aparezca un delantero más completo», apunta.
Como con Sergi Darder, que piensa que son dos perfiles que pueden encajar. «Una complementariedad no tiene que nacer con una desigualdad sino con todo lo contrario: para mí tiene que ser desde la igualdad. La España de los pequeños nos enseñó a ver que la complementariedad no era buscar jugadores diferentes sino buscar futbolistas que tuvieran mismos patrones porque eso hacía que fluyera de una manera. Entonces, sí pueden ser complementarios y sí pueden jugar juntos», zanja.
Además, Romo entrenó a Daniel Luna, al que ve preparado para la élite. «Tiene nivel de Primera.Y la gente de dentro también lo sabe. Querían que viniera cedidos a un sitio que el entrenador lo valorara y lo hiciera crecer. Creo que lo tienen claro», apunta y añade: «Venía de la cesión de Mirandés sin jugar un partido de titular y aquí jugó once saliendo de inicio. Marcó tres goles y repartió las mismas asistencias: le encontramos el sitio. Con defensa de tres lo poníamos por dentro y, en defensa de cuatro, en la derecha. Encontraba situaciones de pase y de tiro y nos dio bastante. Fue muy competente en lo que hacía y llegó un momento en el que fue el jugador que nos generaba más desequilibrio en todos los partidos».
Romo ha entrenado a sensaciones del fútbol español como Alfon, Pablo Torre o Peque, entre otros, y cree que un mallorquín que tuvo en el Cartagena también puede apuntar alto: «Assane N’Diaye tiene mucho fútbol para engancharse a la élite».
Diario de Mallorca – Deportes