Operación Escudo Naranja: La Haya se blinda para la cumbre de la OTAN en la mayor operación de seguridad de la historia de Países Bajos

La cumbre de la OTAN, que se celebra este martes y miércoles en La Haya, supone la mayor operación logística y de seguridad de la historia de Países Bajos. Denominada Orange Shield (Escudo Naranja), alrededor de la ciudad costera —sede de la Corona, el Gobierno y el cuerpo diplomático— se han cerrado carreteras y restringido el espacio aéreo. Se espera a 45 jefes de Estado y de Gobierno, así como a 45 ministros de Exteriores y otros tantos de Defensa. Para garantizar el orden, habrá 27.000 policías, 5.000 militares y otros 9.000 efectivos adicionales de la policía militar. Se preveía una cumbre histórica, capaz de fijar la meta del 5% del producto interior bruto (PIB) de gasto en defensa exigida por Estados Unidos. Sin embargo, el pacto de España para interpretar con flexibilidad el objetivo del 5% y el bombardeo de EE UU contra Irán la madrugada del domingo han alterado el panorama.

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 La ciudad, sede de la Corona, el Gobierno y el cuerpo diplomático, corta calles y carreteras y moviliza a 27.000 agentes de policía  

La cumbre de la OTAN, que se celebra este martes y miércoles en La Haya, supone la mayor operación logística y de seguridad de la historia de Países Bajos. Denominada Orange Shield (Escudo Naranja), alrededor de la ciudad costera —sede de la Corona, el Gobierno y el cuerpo diplomático— se han cerrado carreteras y restringido el espacio aéreo. Se espera a 45 jefes de Estado y de Gobierno, así como a 45 ministros de Exteriores y otros tantos de Defensa. Para garantizar el orden, habrá 27.000 policías, 5.000 militares y otros 9.000 efectivos adicionales de la policía militar. Se preveía una cumbre histórica, capaz de fijar la meta del 5% del producto interior bruto (PIB) de gasto en defensa exigida por Estados Unidos. Sin embargo, el pacto de España para interpretar con flexibilidad el objetivo del 5% y el bombardeo de EE UU contra Irán la madrugada del domingo han alterado el panorama.

A medianoche del pasado 19 de junio, La Haya, con unos 600.000 habitantes, cerró las vallas que rodean el World Forum, el centro de congresos donde tendrá lugar la cumbre. A unas horas de que se celebre la cumbre es una zona acordonada al tráfico donde predominan vallas y bolardos de cemento. Hay raíles de tranvía tapados para crear aparcamientos vigilados y la policía patrulla sin cesar. Los agentes pueden efectuar registros y detenciones. Se ha prohibido también hasta el viernes el vuelo de drones pilotados por aficionados en torno a la cumbre, pero no todo el mundo lo respeta. Ya el lunes se habían confiscado decenas de estos aparatos particulares.

Una parte de los vecinos del barrio de Statenkwartier, donde se alza el World Forum, tienen también cercas metálicas frente a sus casas. Se abren para que ellos puedan salir. El domingo, la policía desviaba de inmediato a los automovilistas que intentaban aparcar en las inmediaciones del mismo centro de congresos. La seguridad alrededor de los hoteles que alojarán los líderes y a sus acompañantes ha sido reforzada con vallas, y las calles de otras partes de la ciudad por donde circulen los coches oficiales se bloquearán al tráfico en función de sus salidas.

El servicio de información de la OTAN calcula que, en total, unas 9.000 personas se desplazarán con motivo de la cumbre. Entre ellas, “los líderes de los 32 países aliados, y los de los países con los que se tienen acuerdos”. El Gobierno neerlandés ha destacado además a 375 voluntarios, elegidos entre los funcionarios ministeriales, para que contribuyan al buen desarrollo de la cita. El coste de la Operación Escudo Naranja es de 183,4 millones de euros, según el portal informativo del Gobierno neerlandés, sufragados por los ministerios de Asuntos Exteriores, Defensa, y Justicia y Seguridad. “La OTAN paga sus propios gastos, como el hotel de sus empleados y la seguridad de las salas de reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno”, indica la misma fuente.

Debido a las llegadas de las distintas delegaciones al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, se cerrarán también, total o parcialmente, algunas de las autopistas que lo conectan con La Haya. Las retenciones de tráfico comenzaron el domingo y pueden prolongarse hasta el jueves 26 de junio, al día siguiente de la clausura de la cumbre, según la Dirección General del Ministerio de Infraestructura y Gestión del Agua. Por su parte, los trenes y líneas de metro funcionarán con normalidad hacia La Haya, aunque la mayoría de los horarios cuentan casi como hora punta. En Róterdam, se ha prohibido la navegación desde la playa de Hoek van Holland (punto de partida de ferris y que pertenece al complejo portuario) hasta un kilómetro mar adentro. Allí tampoco pueden usarse drones. Los conciertos y festivales que debía celebrarse durante esta semana se han adelantado o aplazado.

Posibles riesgos

El Coordinador Nacional de Seguridad y Contraterrorismo (NCTV), lleva un año preparando la operación a escala nacional y ha tenido en cuenta varias posibilidades: desde un atentado terrorista a un ciberataque, pasado por una meteorología adversa. Según ha explicado a los medios Pieter-Jaap Aalbersberg, responsable del NCTV, se prestará especial atención a la posibilidad de que se difunda información falsa a gran escala. En las dos cumbres anteriores de la OTAN (celebradas en Washington, en 2024, y en la ciudad lituana de Vilna, en 2023), “se descubrió que agentes extranjeros lo habían hecho”. De ahí que, en La Haya, se haya designado a especialistas para que supervisen la desinformación “y esta pueda ser desmentida a tiempo”. Su oficina también ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que compruebe la veracidad de las noticias que puedan recibir.

Precisamente durante la cumbre en Vilna, se pidió a Países Bajos que organizara la actual reunión. “De este modo, se puede reforzar aún [nuestra] posición como aliado fiable”, señala la web de Gobierno neerlandés, que recuerda que fueron “uno de los fundadores de la Alianza Atlántica en 1949”. Aunque el Ejecutivo de derecha, que tenía mayoría de la extrema derecha, está en funciones, y las próximas elecciones están previstas para el 29 de octubre, la oposición formada por ecologistas y socialdemócratas ha confirmado ya su apoyo al aumento del presupuesto nacional de defensa.

En la agenda de esta cumbre de La Haya hay dos momentos en principio más distendidos. Por un lado, la “cena social”, ofrecida por los reyes, Guillermo y Máxima, la noche de este martes a los jefes de Estado y de Gobierno, y a sus parejas. Será organizada en el palacio Huis ten Bosch, en la propia ciudad, que es la residencia oficial de los monarcas. Han invitado a su vez al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y se espera a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, exprimer ministro neerlandés.

Al mismo tiempo, y en otros lugares, habrá una cena de trabajo para los ministros de Exteriores y otra para los titulares de Defensa. En la primera se hablará de Ucrania. En la segunda, de la industria de Defensa. El otro momento menos tenso será el miércoles durante la denominada “cumbre paralela”. Es el programa encabezado por la reina Máxima y dedicado a las parejas de los mandatarios desplazados a La Haya. La previsión es que se desarrolle en Róterdam. El comunicado final de la cumbre se prevé a partir de las dos de la tarde del miércoles.

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