Ofrecen 300 € a una trabajadora de ‘Espejo Público’ por dejar lamerse las suelas de sus zapatos

«A sus pies diosa, ¿podría pagar por lamer la suela de tus zapatillas? A sus pies estoy rendido, le pagaré 300 € por ello, sería un privilegio», así ha sido el mensaje que ha recibido una redactora del equipo de ‘Espejo Público’ que ha dado pie a una nueva investigación del magacín matinal de Antena 3 liderado por Susanna Griso, que ha revelado este mediodía una práctica sexual en alza en nuestro país.

Cómo son las citas de los sumisos

‘El Búnker de Espejo Público’ ha puesto el foco en una práctica sexual en auge y aún muy desconocida: la sumisión financiera. El programa abordó este fenómeno a través de una investigación que comenzó con un mensaje recibido en redes sociales por una periodista del equipo. En él, un usuario anónimo ofrecía dinero a cambio de lamer la suela de sus zapatillas o recibir imágenes de estas. A partir de ese contacto, se destapó el perfil de un “sumiso financiero”, un hombre que se declara dispuesto a pagar, sin necesidad de obtener nada a cambio, por actos que refuercen su rol subordinado. Este tipo de fetichismo, vinculado en ocasiones al BDSM, puede incluir desde simples fotos de zapatos hasta encuentros en los que el sumiso besa o lame el calzado de una mujer. La periodista contactó directamente con el individuo, quien confesó que dedica su vida a esta práctica y que incluso ha llegado a gastar importantes cantidades de dinero en ella. En la conversación, él detalló cómo se negocian estas citas, dónde se realizan (en mazmorras privadas o espacios al aire libre) y cómo el placer está en el desequilibrio de poder y la entrega económica voluntaria.

La erótica del control

La sexóloga Ana Sierra, entrevistada en el reportaje, explicó que este tipo de conductas no son nuevas, aunque su visibilidad ha aumentado con las redes sociales. La clave de la sumisión financiera no es tanto el componente físico como el psicológico: lo erótico está en el control, en la humillación simbólica y en la renuncia al poder económico. Para muchos de estos sumisos, perder dinero es parte del juego, y cuanto mayor sea la entrega (incluso arriesgando la estabilidad financiera) mayor es su satisfacción. Según Sierra, en algunos casos las dominantes llegan incluso a controlar las cuentas bancarias de sus “esclavos”, lo que convierte la relación en una dinámica de total dependencia. Aparentemente invisibles para el entorno, estos hombres pueden llevar vidas completamente normales mientras en privado practican esta forma extrema de sumisión. El reportaje subraya cómo el fetichismo puede trasladarse a objetos cotidianos, como unas simples zapatillas, y cómo los límites del deseo siguen ampliándose gracias a la anonimidad y el alcance de internet.

 El magacín matinal de Antena 3 han realizado un reportaje sobre esta práctica sexual que va en aumento en nuestro país  

«A sus pies diosa, ¿podría pagar por lamer la suela de tus zapatillas? A sus pies estoy rendido, le pagaré 300 € por ello, sería un privilegio», así ha sido el mensaje que ha recibido una redactora del equipo de ‘Espejo Público’ que ha dado pie a una nueva investigación del magacín matinal de Antena 3 liderado por Susanna Griso, que ha revelado este mediodía una práctica sexual en alza en nuestro país.

Cómo son las citas de los sumisos

‘El Búnker de Espejo Público’ ha puesto el foco en una práctica sexual en auge y aún muy desconocida: la sumisión financiera. El programa abordó este fenómeno a través de una investigación que comenzó con un mensaje recibido en redes sociales por una periodista del equipo. En él, un usuario anónimo ofrecía dinero a cambio de lamer la suela de sus zapatillas o recibir imágenes de estas. A partir de ese contacto, se destapó el perfil de un “sumiso financiero”, un hombre que se declara dispuesto a pagar, sin necesidad de obtener nada a cambio, por actos que refuercen su rol subordinado. Este tipo de fetichismo, vinculado en ocasiones al BDSM, puede incluir desde simples fotos de zapatos hasta encuentros en los que el sumiso besa o lame el calzado de una mujer. La periodista contactó directamente con el individuo, quien confesó que dedica su vida a esta práctica y que incluso ha llegado a gastar importantes cantidades de dinero en ella. En la conversación, él detalló cómo se negocian estas citas, dónde se realizan (en mazmorras privadas o espacios al aire libre) y cómo el placer está en el desequilibrio de poder y la entrega económica voluntaria.

La erótica del control

La sexóloga Ana Sierra, entrevistada en el reportaje, explicó que este tipo de conductas no son nuevas, aunque su visibilidad ha aumentado con las redes sociales. La clave de la sumisión financiera no es tanto el componente físico como el psicológico: lo erótico está en el control, en la humillación simbólica y en la renuncia al poder económico. Para muchos de estos sumisos, perder dinero es parte del juego, y cuanto mayor sea la entrega (incluso arriesgando la estabilidad financiera) mayor es su satisfacción. Según Sierra, en algunos casos las dominantes llegan incluso a controlar las cuentas bancarias de sus “esclavos”, lo que convierte la relación en una dinámica de total dependencia. Aparentemente invisibles para el entorno, estos hombres pueden llevar vidas completamente normales mientras en privado practican esta forma extrema de sumisión. El reportaje subraya cómo el fetichismo puede trasladarse a objetos cotidianos, como unas simples zapatillas, y cómo los límites del deseo siguen ampliándose gracias a la anonimidad y el alcance de internet.

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