Nueva estrategia «prometedora» para la ELA con células madre creadas a partir de pacientes

Investigadores de EEUU usan células madre de enfermos con un tipo muy raro de la enfermedad, muy prevalente en Brasil, para atacar un gen clave Leer Investigadores de EEUU usan células madre de enfermos con un tipo muy raro de la enfermedad, muy prevalente en Brasil, para atacar un gen clave Leer  

Un grupo de investigadores de EEUU han utilizado células madre creadas a partir de pacientes con un tipo muy raro de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), muy prevalente en Brasil, para atacar un gen clave en la respuesta al estrés y revertir en el laboratorio el daño sufrido por las neuronas motoras.

A su juicio el equipo de científicos de la Universidad Case Western Reserve asegura que, de momento, resulta «una prueba de concepto prometedora para futuras estrategias terapéuticas» y «podría ayudar a sentar las bases para ensayos clínicos con información genética».

El trabajo de laboratorio consistió en empelar células madre creadas a partir de pacientes con ELA para actuar sobre un gen específico como una especie de válvula de cierre para lo que estresa a las células nerviosas, y funcionó. Los resultados se publican hoy en la revista científica EMBO Molecular Medicine.

Pese a que la investigación se centró en un tipo muy raro de ELA, los científicos se muestran optimistas y consideran que los resultados positivos podrían proporcionar pistas para tratar de forma más amplia esta devastadora enfermedad.

«Este trabajo podría ayudar a sentar las bases para ensayos clínicos con información genética«, afirma la investigadora principal, Helen Cristina Miranda, profesora asociada de genética y ciencias genómicas en la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, en una nota.

Muchos ensayos clínicos sobre la ELA, incluidos aquellos que prueban fármacos prometedores, no han cumplido con las expectativas, a menudo debido a que la gravedad de la enfermedad puede variar y los pacientes no responden de la misma manera a los medicamentos.

La medicina regenerativa, que consiste en generar células sanas para sustituir a las células dañadas y reparar los tejidos afectados por enfermedades, es uno de los puntos fuertes de la Universidad Case Western Reserve. El laboratorio de Miranda estudia enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la ELA, utilizando células madre humanas.

Como explica David Pozo Pérez, investigador principal en CABIMER, Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (USE-CSIC) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla: «El trabajo es relevante porque identifica mecanismos de acción, algo que es fundamental para poder establecer estrategias racionales de intervención farmacológica», recoge SMC.

Los investigadores estudiaron un tipo hereditario de ELA causado por una mutación en un gen (proteína de membrana asociada a vesículas B, o VAPB). El gen VAPB proporciona instrucciones para producir una proteína que ayuda a conectar diferentes partes de la célula para que puedan comunicarse y responder al estrés. «Esto es especialmente importante en las células nerviosas», sostiene dijo Miranda. «Cuando se descomponen, las neuronas se vuelven más vulnerables a la degeneración».

Las iPSC, o células madre pluripotentes inducidas, son células especiales creadas en el laboratorio a partir de la piel o la sangre de una persona que pueden convertirse en casi cualquier tipo de célula del cuerpo. En este estudio, utilizaron iPSC de pacientes con ELA para cultivar sus neuronas motoras en una placa, lo que les permitió estudiar la enfermedad utilizando células humanas reales.

Pozo Pérez subraya las limitaciones existentes: «La más importante es que todos los resultados están realizados in vitro y, por tanto, la aportación de otros tipos celulares al inicio y establecimiento de este tipo de ELA no se contextualiza». Y añade que «la ausencia de estudios preclínicos en modelos humanizados sería de gran valor añadido. Los estudios moleculares que nos ayudan a entender cómo las neuronas gestionan situaciones de estrés son fundamentales, si bien aún desconocemos el origen, dinámica y efectos de las causas que generan estas situaciones».

Para Adolfo López de Munain Arregui, jefe clínico de Neurología del Hospital Universitario de Donostia, director científico del CIBERNED y director de Investigación del área de Neurociencias del ISS Biodonostia, como recoge SMC, «sería importante analizar el efecto de la mutación en células musculares y de la glía para ver el efecto mediante mutación condicionada en una única estirpe celular en otros modelos animales».

Juan Alberto Ortega Cano, profesor investigador Ramón y Cajal, departamento de Patología y Terapéutica Experimental, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad de Barcelona, como recoge SMC, señala las implicaciones clínicas: «Este trabajo apoya el estratificado tratamiento de la ELA en función de la genética del paciente, y propone la modulación de la inhibición farmacológica de la respuesta integrada al estrés (ISR) como una diana terapéutica viable en subgrupos específicos».

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