El economista Santiago Niño Becerra ha reactivado el debate sobre la sostenibilidad y el coste de la red viaria española. Sus recientes declaraciones en redes sociales responden a las iniciativas planteadas por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN). La discusión se centra en quién debe asumir los gastos de mantenimiento de estas infraestructuras públicas.
Niño Becerra ha expuesto con claridad su postura: el pago por el uso de las carreteras, autovías y autopistas debe recaer exclusivamente en quienes las utilizan. Esta tesis aboga por un sistema donde la responsabilidad financiera se vincule directamente al disfrute de la infraestructura, independientemente de la nacionalidad o la naturaleza jurídica del usuario.
El catedrático ha detallado su propuesta, un modelo de tarificación que considera equitativo. La cuantía del pago debería estar directamente relacionada con la distancia recorrida y el desgaste que el vehículo genere en el pavimento. Más uso o mayor peso implicarían una contribución superior.
La propuesta: pago por uso y sus argumentos
La propuesta de Santiago Niño Becerra se alinea con SEOPAN, que ha planteado nuevos peajes en las autovías españolas. Esta medida afectaría a una extensión de 13.674 kilómetros de la red nacional. La patronal busca así solucionar el déficit de financiación.
La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras considera la implementación de peajes una vía fundamental para garantizar la conservación y modernización de las infraestructuras. Subrayan que el modelo actual no cubre las necesidades de una red que requiere inversiones constantes para asegurar su calidad y seguridad.
El economista insiste en que quienes no utilizan estas infraestructuras no tienen por qué asumir su mantenimiento. Tampoco deberían, en su opinión, subvencionar a aquellos que sí las emplean. Es un planteamiento que busca una mayor justicia contributiva basada en el principio de «quien usa, paga».
El debate social y las voces disidentes
La publicación del catedrático en X, abogando por el pago directo por el uso de los servicios públicos, ha suscitado controversia entre los usuarios. Mientras que una parte de los comentarios apoya la visión de Niño Becerra, otros han expresado su desacuerdo, planteando distintas perspectivas.
Uno de los argumentos críticos es la posible extensión de este principio a otros pilares del Estado del Bienestar. Si se aplicara el pago por uso universal, la educación, la seguridad o la sanidad también podrían verse afectadas, lo que generaría un modelo diferente en España.
Asimismo, algunos usuarios han puesto de relieve la existencia de impuestos vinculados al vehículo, como el de Circulación, abonados exclusivamente por sus propietarios. Este hecho, argumentan, ya supone una contribución específica de los conductores, implicando que no todos pagan igual por la red viaria.
La financiación de las autovías, en el punto de mira tras la propuesta de un conocido economista
El economista Santiago Niño Becerra ha reactivado el debate sobre la sostenibilidad y el coste de la red viaria española. Sus recientes declaraciones en redes sociales responden a las iniciativas planteadas por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN). La discusión se centra en quién debe asumir los gastos de mantenimiento de estas infraestructuras públicas.
Niño Becerra ha expuesto con claridad su postura: el pago por el uso de las carreteras, autovías y autopistas debe recaer exclusivamente en quienes las utilizan. Esta tesis aboga por un sistema donde la responsabilidad financiera se vincule directamente al disfrute de la infraestructura, independientemente de la nacionalidad o la naturaleza jurídica del usuario.
El catedrático ha detallado su propuesta, un modelo de tarificación que considera equitativo. La cuantía del pago debería estar directamente relacionada con la distancia recorrida y el desgaste que el vehículo genere en el pavimento. Más uso o mayor peso implicarían una contribución superior.
La propuesta: pago por uso y sus argumentos
La propuesta de Santiago Niño Becerra se alinea con SEOPAN, que ha planteado nuevos peajes en las autovías españolas. Esta medida afectaría a una extensión de 13.674 kilómetros de la red nacional. La patronal busca así solucionar el déficit de financiación.
La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras considera la implementación de peajes una vía fundamental para garantizar la conservación y modernización de las infraestructuras. Subrayan que el modelo actual no cubre las necesidades de una red que requiere inversiones constantes para asegurar su calidad y seguridad.
El economista insiste en que quienes no utilizan estas infraestructuras no tienen por qué asumir su mantenimiento. Tampoco deberían, en su opinión, subvencionar a aquellos que sí las emplean. Es un planteamiento que busca una mayor justicia contributiva basada en el principio de «quien usa, paga».
El debate social y las voces disidentes
La publicación del catedrático en X, abogando por el pago directo por el uso de los servicios públicos, ha suscitado controversia entre los usuarios. Mientras que una parte de los comentarios apoya la visión de Niño Becerra, otros han expresado su desacuerdo, planteando distintas perspectivas.
Uno de los argumentos críticos es la posible extensión de este principio a otros pilares del Estado del Bienestar. Si se aplicara el pago por uso universal, la educación, la seguridad o la sanidad también podrían verse afectadas, lo que generaría un modelo diferente en España.
Asimismo, algunos usuarios han puesto de relieve la existencia de impuestos vinculados al vehículo, como el de Circulación, abonados exclusivamente por sus propietarios. Este hecho, argumentan, ya supone una contribución específica de los conductores, implicando que no todos pagan igual por la red viaria.
Noticias de Economía Nacional e Internacional en La Razón