«El mejor resultado de mi carrera». Así se ha referido el mallorquín Jaume Munar a su papel en el US Open, incluso después de haber perdido con claridad (6-3, 6-0, 6-1) en el duelo de octavos contra ante Lorenzo Musetti en el que jugó con faringitis. Y es que la frustración y el orgullo invadieron al de Santanyí, que nunca había conseguido llegar tan lejos en un Grand Slam. «El mejor resultado de mi carrera». Así se ha referido el mallorquín Jaume Munar a su papel en el US Open, incluso después de haber perdido con claridad (6-3, 6-0, 6-1) en el duelo de octavos contra ante Lorenzo Musetti en el que jugó con faringitis. Y es que la frustración y el orgullo invadieron al de Santanyí, que nunca había conseguido llegar tan lejos en un Grand Slam.
«El mejor resultado de mi carrera». Así se ha referido el mallorquín Jaume Munar a su papel en el US Open, incluso después de haber perdido con claridad (6-3, 6-0, 6-1) en el duelo de octavos contra ante Lorenzo Musetti en el que jugó con faringitis. Y es que la frustración y el orgullo invadieron al de Santanyí, que nunca había conseguido llegar tan lejos en un Grand Slam.
La poca energía, el catarro y la faringitis que acarreaba durante los últimos días marcaron el partido para Munar, quien no pudo competir en condiciones normales. «Ya sabía que iba un poquito al límite y estos días he empeorado”, comentó el tenista tras el partido. A esto se le sumaba el hecho de que iba hasta arriba de medicamentos y la falta de descanso.
Todo esto condicionó un momento que debía haber sido de éxtasis para Munar: “Llevo mucho tiempo trabajando para estar en esta posición y estaba más frustrado que otra cosa por no poder competir de tú a tú”. Aun así, el tenista tenía claro que debía luchar por dar su mejor versión en un partido soñado: “He peleado porque se lo debía a toda la gente que estaba ahí fuera y también me debía a mí mismo la oportunidad de, al menos, dar la cara hasta el final”.
Munar se mostró «frustrado» y «triste», puesto que en el resto de la gira había sido capaz de exhibir un nivel muy superior. «No me queda más que apechugar, aceptarlo, descansar y volver a empezar», afirmó. Tal vez ayude a asumirlo el hecho de amanecer entre los 40 mejores del mundo a partir del lunes.
Pese al desafortunado escenario, Jaume Munar reconoció también el mérito de su rival: “Creo que hoy tenía un grandísimo rival enfrente y además jugando un muy buen nivel de tenis”. «Creo que a nivel de sensaciones él ahora mismo está en un buen momento, con lo cual debía ser un partido difícil igualmente», afirmó sobre el italiano. «Lorenzo ya ha demostrado muchas veces que es un jugador muy, muy bueno y que además gestiona momentos de ese calibre muy bien. Y creo que él ha hecho lo que tenía que hacer”, añadió.
El partido fue un encuentro de sentimientos encontrados para él: «Por un lado quería que terminara y por otro quería que no terminara nunca». Y es que, a sabiendas de que es complicado sacar conclusiones con claridad tras un momento de decepción, Munar trató de dar valor a lo conseguido: “Probablemente sea el mejor resultado de mi carrera, con lo cual por ese lado uno tiene que ser lo suficientemente humilde como para darse cuenta de que ha conseguido algo que antes no había conseguido». «Soy consciente de todo lo que he hecho para llegar hasta aquí, soy consciente de que lo he conseguido, de que he estado en una segunda semana de un Grand Slam», reconoció el mallorquín.
Así, Jaume Munar deja Nueva York con una mezcla agridulce entre la alegría de haber marcado un hito en su carrera y la frustración de no haber podido luchar por mostrar su mejor nivel en un escenario que llevaba tantos años soñando.
Diario de Mallorca – Deportes