Miles de viviendas en desarrollo se quedan en el camino por problemas de acceso al suministro eléctrico

La falta de oferta de vivienda en España es un hecho que, junto a la pujante demanda, está propulsando los precios sin freno. Estadísticas en mano, se ha pasado de construir 650.000 viviendas durante los años de la burbuja inmobiliaria a poco más de 100.000, según los datos de Vivienda. Y aunque el sector inmobiliario apunta machaconamente a la falta de suelo finalista como el principal cuello de botella que impide que la construcción de vivienda despegue, desde el sector y la patronal eléctrica Aelec -que conforman las energéticas Iberdrola, Endesa y EDP España– apuntan también a otro problema que está dejando en la estacada a miles de viviendas: la energía.

Según aseguran esta organización y Asprima, la patronal madrileña de los promotores, el año pasado, el sector urbanístico solicitó 6,7GW de acceso a la red eléctrica. Sin embargo, según los datos que manejan, la mitad no pudieron ser atendidos o conectados, dejando así colgadas miles de viviendas proyectadas.

El motivo para no poder atender a esta demanda fue, según ambas patronales, la falta de capacidad de la red de distribución o desistimientos ante la incertidumbre y los costes del proceso.

El acceso y conexión a la red eléctrica se ha convertido de esta manera en «uno de los principales desafíos para el desarrollo de nuevas promociones», aseguran tanto Aelec como Asprima. La situación, advierten, no sólo pone en peligro los objetivos de transición energética sino también «la capacidad del país para dar respuesta a una necesidad social urgente como es la vivienda».

Propuestas

Ante lo crítico de la situación, ambas patronales han solicitado que se adopten algunas medidas entre las que está desarrollar un modelo retributivo «competitivo que incentive el desarrollo de las redes necesarias para la electrificación y conectar a la nueva demanda que lo está solicitando».

La inversión en redes es uno de los actuales caballos de batalla del sector energético. Hay consenso en la necesidad de invertir para mejorarlas y hacerlas más resilientes. Pero el sector eléctrico cree que, en el aspecto de la retribución, no se va en la dirección correcta. Aelec ha denunciado que el modelo retributivo que propone Competencia tanto para la actividad de distribución como para las nuevas redes, a través de la tasa de retribución financiera (TRF), pone en riesgo las inversiones que necesita España para la electrificación y amenaza con provocar una huida de las inversiones.

Aelec y Asprima también piden que la financiación del refuerzo de la red lo asuma el sistema, en lugar de trasladar los costes al promotor; e identificar proyectos maduros y estratégicos, especialmente, en sectores como el urbanístico, con criterios de interés general.

Las patronales proponen asimismo una caducidad de los permisos de acceso y conexión de cinco años desde su concesión y la publicación de mapas de capacidad para orientar mejor las decisiones de inversión.

 De los 6,7 GW que solicitó el sector urbanístico el año pasado, la mitad quedaron desatendidos o no conectados por falta de capacidad de la red o desistimientos por los elevados costes y la incertidumbre   

La falta de oferta de vivienda en España es un hecho que, junto a la pujante demanda, está propulsando los precios sin freno. Estadísticas en mano, se ha pasado de construir 650.000 viviendas durante los años de la burbuja inmobiliaria a poco más de 100.000, según los datos de Vivienda. Y aunque el sector inmobiliario apunta machaconamente a la falta de suelo finalista como el principal cuello de botella que impide que la construcción de vivienda despegue, desde el sector y la patronal eléctrica Aelec -que conforman las energéticas Iberdrola, Endesa y EDP España– apuntan también a otro problema que está dejando en la estacada a miles de viviendas: la energía.

Según aseguran esta organización y Asprima, la patronal madrileña de los promotores, el año pasado, el sector urbanístico solicitó 6,7GW de acceso a la red eléctrica. Sin embargo, según los datos que manejan, la mitad no pudieron ser atendidos o conectados, dejando así colgadas miles de viviendas proyectadas.

El motivo para no poder atender a esta demanda fue, según ambas patronales, la falta de capacidad de la red de distribución o desistimientos ante la incertidumbre y los costes del proceso.

El acceso y conexión a la red eléctrica se ha convertido de esta manera en «uno de los principales desafíos para el desarrollo de nuevas promociones», aseguran tanto Aelec como Asprima. La situación, advierten, no sólo pone en peligro los objetivos de transición energética sino también «la capacidad del país para dar respuesta a una necesidad social urgente como es la vivienda».

Propuestas

Ante lo crítico de la situación, ambas patronales han solicitado que se adopten algunas medidas entre las que está desarrollar un modelo retributivo «competitivo que incentive el desarrollo de las redes necesarias para la electrificación y conectar a la nueva demanda que lo está solicitando».

La inversión en redes es uno de los actuales caballos de batalla del sector energético. Hay consenso en la necesidad de invertir para mejorarlas y hacerlas más resilientes. Pero el sector eléctrico cree que, en el aspecto de la retribución, no se va en la dirección correcta. Aelec ha denunciado que el modelo retributivo que propone Competencia tanto para la actividad de distribución como para las nuevas redes, a través de la tasa de retribución financiera (TRF), pone en riesgo las inversiones que necesita España para la electrificación y amenaza con provocar una huida de las inversiones.

Aelec y Asprima también piden que la financiación del refuerzo de la red lo asuma el sistema, en lugar de trasladar los costes al promotor; e identificar proyectos maduros y estratégicos, especialmente, en sectores como el urbanístico, con criterios de interés general.

Las patronales proponen asimismo una caducidad de los permisos de acceso y conexión de cinco años desde su concesión y la publicación de mapas de capacidad para orientar mejor las decisiones de inversión.

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