Miguel Cardoso, el ‘Guardiola’ de Mamelodi Sundowns: «A veces quiero ser pragmático, son muy firmes con su estilo de posesión»

Miguel Cardoso (Trofa, Portugal, 1972) es el timonel de uno de los animadores del Mundial de Clubes. Un ‘outsider’ como el Mamelodi Sundowns, campeón sudafricano que fue capaz de superar a Ulsan en la primera jornada y dio guerra en un ajustado resultado contra Borussia Dortmund. Se jugará una clasificación que sería histórica contra el Fluminense. Pero el resultado será menos importante que el orgullo de haber sido fiel a un estilo. Miguel Cardoso (Trofa, Portugal, 1972) es el timonel de uno de los animadores del Mundial de Clubes. Un ‘outsider’ como el Mamelodi Sundowns, campeón sudafricano que fue capaz de superar a Ulsan en la primera jornada y dio guerra en un ajustado resultado contra Borussia Dortmund. Se jugará una clasificación que sería histórica contra el Fluminense. Pero el resultado será menos importante que el orgullo de haber sido fiel a un estilo.  

Miguel Cardoso (Trofa, Portugal, 1972) es el timonel de uno de los animadores del Mundial de Clubes. Un ‘outsider’ como el Mamelodi Sundowns, campeón sudafricano que fue capaz de superar a Ulsan en la primera jornada y dio guerra en un ajustado resultado contra Borussia Dortmund. Se jugará una clasificación que sería histórica contra el Fluminense. Pero el resultado será menos importante que el orgullo de haber sido fiel a un estilo.

Este equipo se conoce como los ‘brasileños’, algo que va más allá de una camiseta que, efectivamente, recuerda a la de la ‘Canarinha’. Mamelodi ha desarrollado una filosofía innegociable denominada ‘Shoe Shine & Piano’, que es un juego de palabras e intenciones. El ‘lustre’ o ‘shoe shine’ representa el toque corto, rápido y preciso entre jugadores, como si estuviesen dándole billo con el movimiento del balón. Mientras que el piano es el ritmo elegante, creativo y fluido del equipo, como si se estuviera interpretando una melodía armónica.

En resumen, Mamelodi es un equipo sin complejos que apuesta por el fútbol vistoso, técnico y de posesión, como demuestran sus estadísticas de las primeras jornadas, en las que ha cumplido con las expectativas generadas. Para su técnico, Cardoso, la experiencia está siendo también un camino lustroso que le ha permitido ganar títulos después de años de abnegado trabajo en Europa (Celta, Río Ave, Nantes, AEK…). Por eso, no regresará en corto plazo, porque ahora toca disfutar del silbido (significado del nombre del club en el idioma Tswana) de Mamelodi.

¿Cómo llega Miguel Cardoso a Sudáfrica y a Mamelodi Sundowns? Decidiste romper con todo lo que tenías en Europa

Han sido años extraordinarios, pero decidí dar un giro hacia África y elegí al Espérance de Tunis, otro equipo que está en el Mundial de Clubes, precisamente gracias a llegar a la final de Liga de Campeones de la CAF en África. Ya teníamos contactos con Mamelodi Sundowns, por lo que cuando cambiaron de entrenador surgió la oportunidad de ir allí. Con mucho gusto nos mudamos a Sudáfrica. La temporada pasada todo salió a pedir de boca: ganamos la liga y llegamos a otra final de Champions. Fue una temporada extraordinaria en todos los niveles. Batimos todos los récords del equipo: más goles marcados, puntos… Fue la primera vez que se ganaron todos los encuentros en casa. Lástima haber perdido la final contra Pyramids. Encajamos un gol en casa en el último minuto que nos lastró. Fue una decepción, pero hacía diez años que Mamelodi no estaba en una final continental.

Por lo que el Mundial de Clubes es la recompensa al trabajo de los últimos tiempos…

Esta participación empezó de la mejor manera posible. Nunca había ganado Mamelodi un partido en un Mundial, ni siquiera había marcado un gol. Lo hicimos todo contra Ulsan. Hicimos historia con este club.

Según los datos difundidos por FIFA, Mamelodi completó en el primer partido ante Ulsan 658 pases por los 274 del equipo coreano. Directo al ‘top’ de la competición, pero algo que ni mucho menos es una anécdota. ¿Cómo es el ‘Shoe Shine & Piano’, un estilo de juego arraigado en la historia del club?

Es una filosofía de protagonismo, de tener la pelota, de controlar el juego. Somos un equipo que quiere controlar el partido con el balón. A veces intento ser más realista, más pragmático, pero ellos no me dejan. Quieren ser ellos mismos… Me dicen que soy como el Guardiola de Mamelodi. Y es que ellos quieren mucho ese tipo de juego. Guardiola también se fue adaptando con el tiempo, pero nosotros tenemos una identidad muy fuerte. Sundowns quiere que el “zapato brille”: jugar con talento y ser protagonistas. Es un desafío grande, porque a este nivel, como en la Champions africana o el Mundial, el fútbol tiene otra dimensión. Hay que adaptarse.

¿Cómo afrontas el desenlace del grupo después de dar la cara contra el Borussia y ver a Fluminense como el ‘jefe final’?

Tengo fe, pero en el trabajo. Los rivales son muy fuertes. Estamos jugando contra equipos que dominan el fútbol mundial. Fluminense es élite de Brasil, que está dominando este Mundial de Clubes. Sabemos que va a ser difícil, pero también bonito. Nuestro desafío es crecer con estas experiencias, hacernos más fuertes para el futuro. No vamos a cambiar quiénes somos. Queremos competir con nuestra identidad y ponernos al límite de nuestras capacidades para estar a la altura.

¿Por qué llaman a Mamelodi «los brasileños»?

Tiene que ver más con el estilo de juego, pero también con los colores del uniforme.

El estilo ‘Shoe Shine and Piano’ es una filosofía de protagonismo, de tener la pelota, de controlar el juego. Somos un equipo que quiere controlar el partido con el balón. A veces intento ser más realista, más pragmático, pero ellos no me dejan

¿Cómo es vivir en Sudáfrica?

Es fabuloso. Se trata de un país muy desarrollado, con una calidad de vida muy alta. Nosotros tenemos poco tiempo libre porque jugamos cada 3 o 4 días. Pasamos mucho tiempo en hoteles, preparando partidos. Pero cuando podemos, nos hemos topado con una gente muy amable. Son alegres y extrovertidos. Para ellos, el fútbol es una fiesta. Aunque se pierda, los jugadores bailan al final del partido y los hinchas cantan todo el tiempo. La rivalidad entre los equipos es alimentada por este espíritu. Es una experiencia fantástica. Muy diferente a Túnez, que era un país árabe, con una cultura más cerrada, pero también muy enriquecedora en lo personal y profesional.

¿Hasta qué punto los ‘outsiders’ como Mamelodi pueden prosperar en el Mundial? Tú sabes mejor que nadie lo que es tumbar las previsiones, como demostrasteis en aquel inolvidable Braga que se consolidó en Europa.

Para Sundowns, esta experiencia quedará marcada para siempre. No es común vivir algo así. Pero uno trabaja por un objetivo, y cuando el camino termina, debe estar en paz con todo lo que hizo por lograrlo. Ahora queremos ganar, avanzar, sumar puntos, aprovechar la energía del primer partido. Jugar nuestro juego y al final estar en paz. Crecer y mirar hacia adelante.

Y si miramos hacia atrás, ¿qué recuerdo tienes de la corta y complicada etapa en el Celta? Estuvieste 14 partidos en una temporada donde se logró ‘in extremis’ la categoría.

Recuerdo la experiencia con mucha saudade y emociones positivas. La etapa en el Celta me marcó profundamente. Me sigo cruzando con gente de Galicia, especialmente de Vigo, que me recuerda con cariño. Lamentablemente, tuvimos mala suerte con la lesión de Iago Aspas, por ejemplo. Lo mismo con Lobotka. Pero la gente sabe quise hacer jugar bien al Celta y en buena medida lo logramos. Me siento celtista de corazón. Entendí muy rápido los valores del club y el amor que tiene toda Galicia por él. Aún mantengo contacto con jugadores del Celta. Esta semana le mandé un mensaje a Hugo Mallo. Estuve con él en Brasil cuando jugaba allá. Ese respeto mutuo muestra que nuestro cuerpo técnico fue aceptado y dejó buen recuerdo.

La etapa en el Celta me marcó profundamente. Me sigo cruzando con gente de Galicia, especialmente de Vigo, que me recuerda con cariño. Saben que quise hacer jugar bien al equipo y, en buena medida, lo logramos. Me siento celtista de corazón

También fue muy difícil cuando acompañaste a Domingos Paciencia en el Deportivo en 2012.

Con el Deportivo resultó una etapa muy difícil. Creo que llegué en el peor momento. El club estaba totalmente desestructurado. No tuvimos margen para ayudar al equipo. Pero fuera de la rivalidad Celta-Dépor, me duele ver que el Deportivo todavía no ha logrado salir de la crisis. Es un club con una afición increíble. Lo siguen apoyando en divisiones bajas. Se merecen lo mejor. Echo de menos el fútbol español. Es de altísima calidad, con buen jjuego, entrenadores y equipos competentes…

Llegados a este punto, como líder de un proyecto diferente e ilusionante como Mamelodi, ¿qué le pide a la vida Miguel Cardoso?

Lo más importante para mí ahora es que el fútbol no me robe todo lo que tengo. Quiero llegar al momento en que pueda decir “basta” y vivir más con mi familia. Sigo siendo muy apasionado por el fútbol, pero hay muchas cosas más: música, naturaleza, paseos, amigos… La vida me ha dado estabilidad financiera, pero pagué un precio: no tener tiempo. Ahora quiero vivir más, y a veces vivir no es tener tiempo libre, sino vivir el fútbol en contextos diferentes, con culturas distintas, música distinta, comidas distintas. Eso ya es vivir. Quiero transmitir eso a mi familia, y cuando llegue el momento, parar y disfrutar plenamente de todo lo que la vida ofrece.

¿Y a nivel profesional, qué sentías que te faltaba cuando decidiste irte de Europa?

En los últimos años estuve en buenos clubes, pero nunca había ganado trofeos. Ahora los gané. Títulos colectivos e individuales. Era algo que quería. Que mi inversión como entrenador tuviera una respuesta, no de los demás, sino mía. Y eso ya está conseguido. Ahora quiero disfrutar del viaje y ser lo más feliz posible.

 Diario de Mallorca – Deportes

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