María Casado: «La televisión pública nos hace más fuertes como país, pero necesita que no haya injerencias políticas»

María Casado (Barcelona, 1978) tiene una perspectiva única sobre el medio televisivo de nuestro país al haber ejercido como presentadora en cadenas privadas y públicas, y desde su responsabilidad actual como presidenta de la Academia de Televisión y de las Ciencias y Artes del Audiovisual de España, cargo que ocupa desde el año 2018. Por eso queríamos celebrar con ella el Día Mundial de la Televisión que se conmemora hoy.

Como espectadora, ¿qué le pide a la televisión actual?

A la televisión le pido honestidad, coherencia, y que sepa aprovechar todas las bondades de las nuevas tecnologías. Y que ponga calma en unos tiempos como los que vivimos siempre suma.

Dados los nuevos retos a los que se enfrenta el sector, ¿qué papel juega y jugará la Academia?

La Academia es un lugar de encuentro de todas las televisiones, públicas y privadas, desde las locales hasta las nacionales y las plataformas, que también ya forman parte de la familia de la tele. La Academia es un buen lugar donde poner el freno de mano y las luces largas para, entre todos, compartir inquietudes y pensar en el futuro más inmediato. Combatir la desinformación y los bulos requiere tiempo y mucho esfuerzo.

Dígame las fortalezas y flaquezas de la televisión actual.

La televisión sigue siendo uno de los medios preferidos donde informarse, y también hace compañía a mucha gente. Eso creo que es lo mejor. Las flaquezas: las prisas no son buenas compañeras de viaje, y vivimos en un momento donde las redes van ganando terreno.

En clave de actualidad, con los desafíos periodísticos que ha supuesto la DANA de Valencia, ¿cuál es la labor de las televisiones y cuál no?

Tenemos dos tareas principales, la de informar y la de acompañar, siempre con rigor y empatía. Lo demás sobra. Hay que estar con la gente en todo momento.

Desde la presidencia de la Academia y con su bagaje profesional, ¿se atreve a vaticinar el futuro de la televisión en los próximos años?

Ojalá tuviera esa capacidad… pero no me atrevo a vaticinar nada. Lo único que tengo claro es que queda tele para rato y que hay profesionales increíbles en activo que van a dar la pelea por hacer de este medio un lugar seguro. Además las nuevas generaciones vienen fuertes y con muchas ideas y otra manera de ver la televisión que seguro que nos abrirán la mente en ese aspecto.

Como periodista y presentadora, ¿qué le aporta la televisión?

Para mí es mi casa, mi oficio y mi familia. Yo he tenido la suerte de estar en informativos y en programas, y eso me da una visión de conjunto privilegiada. Aunque ya no veo la televisión, la analizo. Y sigue, afortunadamente, sorprendiéndome cada día.

Las redes sociales buscan un hueco como medios informativos, pugnando en lo audiovisual. Pero como «novedad» sin regular ofrece nuevas preguntas ¿amigos o enemigos?

Yo utilizo mucho las redes sociales y para mí son una ayuda, pero quizás por mi oficio siempre busco y contrasto todo. No todo el mundo puede hacerlo. Y ahí es cuando puede convertirse en enemigo.

Desde una mirada como presidenta de la Academia y profesional de Televisión Española que fue, ¿cumple su función la televisión pública en España?

Sin lugar a dudas. La televisión pública es servicio público y nos hace más fuertes como país. Pero como siempre he dicho, se necesita que no haya injerencias políticas y que dejen trabajar a los profesionales de la casa.

 La actual presidenta de la Academia de la Televisión, con años de experiencia en el sector, nos hace una radiografía muy fiel de la situación actual del medio y sus retos futuros  

María Casado (Barcelona, 1978) tiene una perspectiva única sobre el medio televisivo de nuestro país al haber ejercido como presentadora en cadenas privadas y públicas, y desde su responsabilidad actual como presidenta de la Academia de Televisión y de las Ciencias y Artes del Audiovisual de España, cargo que ocupa desde el año 2018. Por eso queríamos celebrar con ella el Día Mundial de la Televisión que se conmemora hoy.

Como espectadora, ¿qué le pide a la televisión actual?

A la televisión le pido honestidad, coherencia, y que sepa aprovechar todas las bondades de las nuevas tecnologías. Y que ponga calma en unos tiempos como los que vivimos siempre suma.

Dados los nuevos retos a los que se enfrenta el sector, ¿qué papel juega y jugará la Academia?

La Academia es un lugar de encuentro de todas las televisiones, públicas y privadas, desde las locales hasta las nacionales y las plataformas, que también ya forman parte de la familia de la tele. La Academia es un buen lugar donde poner el freno de mano y las luces largas para, entre todos, compartir inquietudes y pensar en el futuro más inmediato. Combatir la desinformación y los bulos requiere tiempo y mucho esfuerzo.

Dígame las fortalezas y flaquezas de la televisión actual.

La televisión sigue siendo uno de los medios preferidos donde informarse, y también hace compañía a mucha gente. Eso creo que es lo mejor. Las flaquezas: las prisas no son buenas compañeras de viaje, y vivimos en un momento donde las redes van ganando terreno.

En clave de actualidad, con los desafíos periodísticos que ha supuesto la DANA de Valencia, ¿cuál es la labor de las televisiones y cuál no?

Tenemos dos tareas principales, la de informar y la de acompañar, siempre con rigor y empatía. Lo demás sobra. Hay que estar con la gente en todo momento.

Desde la presidencia de la Academia y con su bagaje profesional, ¿se atreve a vaticinar el futuro de la televisión en los próximos años?

Ojalá tuviera esa capacidad… pero no me atrevo a vaticinar nada. Lo único que tengo claro es que queda tele para rato y que hay profesionales increíbles en activo que van a dar la pelea por hacer de este medio un lugar seguro. Además las nuevas generaciones vienen fuertes y con muchas ideas y otra manera de ver la televisión que seguro que nos abrirán la mente en ese aspecto.

Como periodista y presentadora, ¿qué le aporta la televisión?

Para mí es mi casa, mi oficio y mi familia. Yo he tenido la suerte de estar en informativos y en programas, y eso me da una visión de conjunto privilegiada. Aunque ya no veo la televisión, la analizo. Y sigue, afortunadamente, sorprendiéndome cada día.

Las redes sociales buscan un hueco como medios informativos, pugnando en lo audiovisual. Pero como «novedad» sin regular ofrece nuevas preguntas ¿amigos o enemigos?

Yo utilizo mucho las redes sociales y para mí son una ayuda, pero quizás por mi oficio siempre busco y contrasto todo. No todo el mundo puede hacerlo. Y ahí es cuando puede convertirse en enemigo.

Desde una mirada como presidenta de la Academia y profesional de Televisión Española que fue, ¿cumple su función la televisión pública en España?

Sin lugar a dudas. La televisión pública es servicio público y nos hace más fuertes como país. Pero como siempre he dicho, se necesita que no haya injerencias políticas y que dejen trabajar a los profesionales de la casa.

 Programación TV en La Razón

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