Si algo tiene pinta de empeorar, empeorará fijo. Aquellos que, en el seno del Mundial de MotoGP, empiezan a estar alarmados por las marcas, los récords, las ‘poles’, las victorias cortas y largas qu está consiguiendo Marc Márquez (Ducati), en lo que más se parece a su año glorioso de 2019, tienen la sensación de que, en efecto, las cosas pueden ir a peor (para los demás) y de maravilla para el ocho veces campeón del mundo. Si algo tiene pinta de empeorar, empeorará fijo. Aquellos que, en el seno del Mundial de MotoGP, empiezan a estar alarmados por las marcas, los récords, las ‘poles’, las victorias cortas y largas qu está consiguiendo Marc Márquez (Ducati), en lo que más se parece a su año glorioso de 2019, tienen la sensación de que, en efecto, las cosas pueden ir a peor (para los demás) y de maravilla para el ocho veces campeón del mundo.
Si algo tiene pinta de empeorar, empeorará fijo. Aquellos que, en el seno del Mundial de MotoGP, empiezan a estar alarmados por las marcas, los récords, las ‘poles’, las victorias cortas y largas qu está consiguiendoMarc Márquez (Ducati), en lo que más se parece a su año glorioso de 2019, tienen la sensación de que, en efecto, las cosas pueden ir a peor (para los demás) y de maravilla para el ocho veces campeón del mundo.
El mayor de los Márquez, de momento, ya ha establecido, pasados los diez primeros grandes premios de la temporada (este fin de semana, en Sachsenring, Alemania, se llegará al ecuador del campeonato), una marca jamás conseguida desde que el Mundial cuenta con las carreras al ‘sprint’ de los sábados y, en lugar de otorgarse 25 puntos por fin de semana, se pasó a totalizar 37 en caso de doble victoria en sábado y domingo.
Superados los diez primeros fines de semana del 2024, el madrileño Jorge Martín (Ducati), que acabarían el año proclamándose nuevo campeón del mundo de la máxima categoría, sumaba 241 puntos, es decir, 66 menos que Marc Márquez en la actualidad (307) y, en el año precedente, cuando el italiano Francesco Bagnaia (Ducati) sumó su segundo cetro de MotoGP, tras los diez primeros grandes premios totalizaba 251 puntos.
Márquez, que espera viajar este miércoles a Sachsenring (Alemania), su circuito preferido, acompañado de su hermano Àlex, segundo del Mundial ya a 68 puntos y recién operado de una fractura en su mano izquierda, ha cosechado esa barbaridad de puntos ganando nueve de las diez carreras al ‘sprint’ (solo se le escapó la de Inglaterra) y seis de los diez grandes premios que se han celebrado: Tailandia, Argentina, Catar, Aragón, Italia y Países Bajos.

Cuando antes de abandonar Assen (Países Bajos) hace ahora poco más de una semana, le preguntamos a Marc cómo de ilusionado estaba de llegar a su trazado favorito (Sachsenring tiene 10 curvas de izquierdas y solo 4 de derechas), donde ha ganado la friolera de 11 veces, el piloto de Cervera (Lleida) se mostró muy, muy, cauto. “Me gustaría recordar que, no sé por qué, este año estoy logrando el máximo en los circuitos que casi nunca se me daban bien y fallando en los míos, por ejemplo, Austin o Jerez, así que, sí, Sachsenring me encanta, pero eso no significa que vaya a ganar de calle”.
No hace mucho, Àlex Márquez cuando comentaba esa reflexión de su hermano, la de que tiene circuitos más favorables que otros, salió al paso con un argumento muy cierto, bueno, con un argumento de pilotos. “Cuando Marc os diga eso, no os lo creáis del todo. Por descontado que todos tenemos circuitos más favorables que otros, pero Marc habla recordando sus sensaciones con la Honda y, ahora, con la Ducati, a Marc no se le atraganta ningún circuito, en todos es capaz, como ha demostrado, de estar delante y ganar”.
«Es cierto que Sachsenring es uno de mis circuitos preferidos, sí, pero este año estoy sacando el máximo partido en los trazados que siempre han sido difíciles para mí, como Mugello y Assen, y fallando en los que más me gustan, como Austin (EEUU) y Jerez»
Marc reconoce, por descontado, que la vida con y en Ducati le ha permitido disfrutar, de nuevo, de las carreras, de su pilotaje, de la competición. “Había tres cosas que se me atrragantaban hasta llegar a Ducati. Una era el ‘time attack’, la vuelta rápida en la ‘quali’. Dos, gestionar los tiempos de la carrera. Y, tres, exprimir al máximo mi pilotaje y las prestaciones de mi moto en las últimas cinco vueltas. Todo ha ido mejorando con el paso de las carreras y, en Assen, por ejemplo, pude ponerme delante muy pronto, hacer las primeras 11 vueltas a buen ritmo, apretar de firme, mucho, luego y mantener la diferencia con respecto a Bezzecchi que, ya te digo, que si me hubiese presentado batalla, igual me conformo con el segundo puesto”.
Siempre, siempre, que se llega a Sachsenring, los rivales, no solo dan como favorito a Marc, sino que le consideran ya ganador de las dos carreras. Justo lo que él detesta, que le vean como vencedor cuatro días antes de empezar los entrenamientos. El problema es que, normalmente (y más este año), ese pronóstico casi siempre se cumple. Y acaba de ocurrir en dos circuitos que, según el mayor de los Márquez, no son de sus favoritos: Mugello y Assen. Dos dobletes, sábado y domingo, en ambos trazados. “Ha sido así, pero en ninguno de los dos fui el más rápido. En Mugello, lo fueron ‘Pecco’ y Àlex y, en Assen, lo era Bezzecchi”.
Por cierto, este fin de semana, en Sachsenring, se producirá un hecho que es muy, muy, atípico y es que, por motivos personales, el ingeniero italiano Gigi Dall’Igna, el padre de la actual y arrolladora Ducati ‘Desmosedici’ y el técnico que no le quita ojo a ninguno de los minutois y segundos de sus pilotos, especialmente Marc Márquez y ‘Pecco’ Bagnaia, no podrá estar presente en el trazado alemán.
Diario de Mallorca – Deportes