Mapi León: “He necesitado mi tiempo y ahora lo veo todo con muy buenas vibras”

Es raro pero muy bonito ver a María León —Mapi— (Zaragoza, 1995) en Las Rozas con la ropa de la selección. Su último partido con España también fue contra Inglaterra, como la mayoría del grupo, pero hace tres años, en los cuartos de final de la Eurocopa de 2022. No ha querido volver hasta ahora. Es raro pero muy bonito ver a María León —Mapi— (Zaragoza, 1995) en Las Rozas con la ropa de la selección. Su último partido con España también fue contra Inglaterra, como la mayoría del grupo, pero hace tres años, en los cuartos de final de la Eurocopa de 2022. No ha querido volver hasta ahora.  

Es raro pero muy bonito ver a María León —Mapi— (Zaragoza, 1995) en Las Rozas con la ropa de la selección. Su último partido con España también fue contra Inglaterra, como la mayoría del grupo, pero hace tres años, en los cuartos de final de la Eurocopa de 2022. No ha querido volver hasta ahora.

Y tampoco había hablado hasta ahora. La central del FC Barcelona y —de nuevo— de la Roja rompe su silencio en SPORT para contar cómo está siendo su regreso a la selección. “Es verdad que hace mucho tiempo que no hablo”, comenta, “pero aquí estamos”.

¿Quieres empezar por algo en especial o seguimos el guion?

Dale.

Tu regreso a la selección lo defines como “vuelta a casa”. ¿Cómo te sientes?

Me encuentro bien y feliz. Te preguntan: “¿Qué tal el primer día? ¿Qué tal el segundo día? ¿Qué tal el tercero?”. Bien, bien, todo bien. Ya sabes que soy muy transparente. Tengo la sensación de que los ‘timings’ han sido buenos para mí porque solo me siento feliz. Es decir, no tengo preocupaciones ni un sabor agridulce. Estoy disfrutando. Tenía muchas ganas de sumar, de volver, de aportar. Y sí, es verdad que me siento como en casa.

«Tengo la sensación de que los ‘timings’ han sido buenos para mí porque solo me siento feliz. Es decir, no tengo preocupaciones ni un sabor agridulce. Estoy disfrutando. Tenía muchas ganas de sumar, de volver, de aportar»

¿Cómo te ha recibido el grupo? ¿Alguna anécdota que puedas contar?

Es verdad que ha pasado mucho tiempo y yo pensaba: “Ay, madre”. Porque, igual, jugadoras con las que hemos tenido más roces en los equipos… pues yo qué sé. Olga Carmona, por ejemplo, que es una de las personas con las que más nos hemos enfrentado fuera de aquí. Pensaba: “Ay, ¿cómo será el reencuentro?”. Pero la verdad es que muy bien, como si nada. Y me alegra poder estar aquí y decir: “Ya está”. Somos un equipo, somos una familia y cuando estamos aquí, esto es lo que hay.

El tiempo…

Sí, es como si el tiempo hubiera hecho que todo el mundo sanara. Cada una ha tenido y necesitaba sus tiempos, y ahora lo veo todo con muy buenas vibras.

Su tiempo y sus límites. En este caso tú eres la última de las que quedaban por querer volver. ¿Qué necesitabas para hacerlo? ¿Por qué ahora?

Creo que tampoco hace falta enfocarse mucho en lo que ha pasado. Habría que centrarse en lo que es ahora: que he vuelto. Cada una necesita sus cosas y sus tiempos, y durante todos estos años se han ido dando cambios. Todo es un proceso, y los cambios también necesitan tiempo. Es verdad que durante este tiempo he estado en contacto con la Federación, ha habido conversaciones con Reyes, y al final es una cuestión de ‘feeling’.

Un tema de sensaciones más que un motivo concreto.

Eso. Cuando hablaron conmigo esta última vez me sentí como: “Ay, creo que ya es momento”. Cada vez estaba más cerca y fue como: “Ya está”.

«Todo es un proceso, y los cambios también necesitan tiempo. Al final es una cuestión de ‘feeling’. Cuando hablaron conmigo esta última vez me sentí como: “Ay, creo que ya es momento”. Cada vez estaba más cerca y fue como: “Ya está”

En el caso de Patri, Markel fue clave para que volviese. Hablabas ahora de Reyes; el otro día Sonia [Bermúdez] dijo que tu vuelta era algo prioritario para ella y su ‘staff’. ¿Ha habido alguna figura clave para desencallar la situación en tu caso?

Bueno, cuando hablé con Sonia, todo lo que escuché me gustó. Es muy complicado que el día a día —y no me refiero aquí en concreto, sino en el club, en tu trabajo, lo que sea— sea siempre maravilloso. Pero todo lo que recibí me gustó. Venía con la mente abierta, con ganas. Y sí que es verdad que con Sonia había jugado, nos llevábamos muy bien, y a veces hay pequeñas cosas así que suman.

No fuiste al Mundial, pero sí alzaste la voz cuando pasó lo de Rubiales y formaste parte del ‘Se Acabó’. ¿Lo sentiste como un “veis como tenía razón”?

Entiendo la pregunta, pero creo que es mejor hablar del presente, de lo que viene ahora, de lo que tenemos por delante. Estamos en unas semifinales, son dos partidos muy importantes. Suecia es un equipo muy fuerte. Tenemos excompañeras, sabemos a lo que nos enfrentamos. Así que creo que es mejor centrarse en el ahora y dejar aquello.

Mapi León posa para SPORT en Las Rozas
Mapi León posa para SPORT en Las Rozas / Sergio Reyes

Excompañeras. En tu caso, Rolfö, que además es amiga.

Me hace mucha ilusión. Es verdad que su marcha del Barça fue un poco atropellada, y reencontrarnos con la selección me hace ilusión. Pero también enfrentarme a grandes jugadoras que tiene Suecia. Te diría que son dos o tres con las que nos toca pelearnos siempre, y normalmente son partidos muy guays.

Dejaste de venir cuando España no había superado nunca una eliminatoria en un gran torneo, y vuelves con un Mundial ganado, una Eurocopa subcampeonada y el número uno del ranking. Virginia decía el otro día en Radio Marca que la selección había aprendido a jugar sin Mapi. ¿Cómo lo has vivido tú todo esto desde fuera?

No te voy a engañar, he necesitado mi tiempo. Porque al principio es todo como “uf”. En los primeros torneos estaba desconectada, en mis vacaciones, centrada en mí, en estar bien, en saber qué necesitaba yo para sacar mi mayor rendimiento. Nadie es imprescindible, pero mis compañeras lo han hecho muy bien, han hecho grandes torneos, han sido campeonas del mundo, han ganado títulos… no puedo hacer nada más que admirarlas.

«Nadie es imprescindible. Mis compañeras lo han hecho muy bien, han hecho grandes torneos, han sido campeonas del mundo, han ganado títulos… no puedo hacer nada más que admirarlas. Y yo vengo a sumar mi granito»

Decía que la selección había aprendido a jugar sin Mapi, pero también que tu vuelta era muy positiva y que ibas a sumar muchísimo, no nos quedemos solo con eso.

¡Pues muchas gracias, Virginia, por ponerme tan bien! (Ríe). Pues eso: mis compañeras han puesto a España en una gran posición y es maravilloso. Yo vengo aquí a sumar mi granito de arena, a aportar lo que pueda al equipo y a estar preparada por si me necesitan. Han hecho muy buen trabajo y yo solo puedo alegrarme por ello. He tenido mi momento, mis tiempos han sido los que han sido para poder verlo, pero es normal, cada una tiene que pasar su duelo. El trabajo que han hecho, todo el colectivo, es muy bueno.

En rueda de prensa dijo Sonia, no por ti ni por Jenni en concreto, que todo el mundo tenía que ganarse el puesto en la selección. ¿Qué rol esperas tener?

Yo me considero una persona curranta, quiero decir, me lo he currado. El otro día me preguntaban: “¿Tú pasaste de la sub-17 a la absoluta?”. Y les dije: “Sí, sí”. Porque es verdad que cuando era más pequeña, en ciertas situaciones, me costaba un poco más poder dar mi cien por cien, porque a pesar de que ahora soy una persona muy estresada, que hago muchas bromas y vacilo mucho, de pequeña me costaba un pelín. Y me he ido de la pregunta… ¿cuál era?

Que qué rol esperas tener aquí.

Ah, sí. Pues yo entreno para intentar ser la mejor. Obviamente, cada una se queda donde se queda, pero yo entreno para ser la mejor y quiero ganar todo el rato. Luego puedes ganar o perder, pero entreno para eso. Y ahora estoy aquí para aportar, con el rol que me toque. Si juego, genial. ¿Que no juego? Animaré a mis compañeras y estaré ahí para lo que necesiten. Vengo muy receptiva.

¿Cómo te has convertido en una persona con las ideas tan claras? Porque a medida que fuiste creciendo y avanzando en tu carrera deportiva, había gente que te iba metiendo dudas en la cabeza.

Nací así de cabezona. Jugué un año de voleibol a los siete o así. Era una niña coordinada, y cuando hay niños coordinados, se te da bien. Entonces me decían: “Es que eres muy buena al voleibol. ¿Estás segura?”. Y yo: “¡Es que me gusta el fútbol!”. Me fui al fútbol sala. Luego me decían: “¿Cómo te vas a ir al fútbol once? Yo no te veo, ¿eh?”. Después, con los cambios de club, escuchaba: “A ver si vas a jugar”, “a ver si te pagan”. Esta era la frase, imagínate. Pero yo siempre he seguido mi instinto. No me preguntes cómo, pero creo que desde pequeña ya he tenido ese rol de tener las cosas claras. Si tengo que equivocarme, prefiero equivocarme por lo que he decidido yo.

Y no por lo que te han dicho que deberías hacer.

Yo sé que normalmente la gente da su opinión porque quiere ayudar, pero a veces no siempre se ayuda. Me pasaba en el cole con lo de estudiar. Es verdad que era buena, aprobaba, en algunas asignaturas sacaba buenas notas. Pero el colegio me generaba mucha angustia, no sé por qué. No lo decía, pero lo pasaba fatal. Luego me lo pasaba muy bien con mis compañeros, pero me ponía muy nerviosa en los exámenes.

Mapi León durante la entrevista con SPORT en Las Rozas
Mapi León durante la entrevista con SPORT en Las Rozas / Sergio Reyes

Pero luego saltas al campo y cero nervios.

Porque es mi pasión, es mi vida. Me encanta el fútbol y soy muy competitiva. Sale ahí el hecho de decir: “Oye, demuestra lo que valgo”.

Una vez me dijiste que eras muy consciente de lo que llegas a la gente y de que sientes que tienes que demostrar lo que vales, como cuando el Barça pagó por ti. ¿Cómo gestionas las expectativas? ¿Te da miedo fallarle a la gente?

No, porque yo doy mi cien por cien. Y si fallo, lo siento, pero he dado lo máximo que tengo. Es mi manera de vivir. Todo el mundo fallamos; no siempre son éxitos. Así es la vida, y más en el deporte. Si siempre ganara el mejor, perdería parte de la gracia. Sí que me molestaría decepcionar si no estuviese dando lo mejor de mí.

Y no pasa nada por fallar.

Esto también te lo da la edad. He aprendido muchísimo. Si hay un día que no ganas, mañana será otro día. Si vamos a jugar a los bolos —que soy malísima—, pues para tirar las bolas fuera, juego a otro juego. Pero mientras des tu cien por cien… hay muchos factores que no dependen de ti. Cuando eres más joven y tan competitiva y perfeccionista, cuesta un pelín más, pero con los años aprendes a decir: “Bueno, va. ¿Qué ha pasado? ¿Qué podemos mejorar para que la siguiente vez tengamos un pelín más de posibilidades de acertar?”.

Futbolísticamente, ¿en qué momento te encuentras?

Muy bien. No sé cómo se ve desde fuera, pero la sensación que tengo yo y el ‘feedback’ que me dan es que estoy a un muy buen nivel. Me dicen: “Sigue así”. Y supongo que esto es bueno.

Tu última renovación con el Barça fue muy especial. La anunciaste en muletas, en el Johan, delante de la afición. Algo que no se había hecho nunca. Y han pasado dos años. ¿Estás feliz también en el club?

Sí, claro. Creo que el hecho de cómo estás tú personalmente se refleja en el rendimiento, y te diría que mi rendimiento en el club está siendo muy bueno. Estoy feliz, bien, tranquila.

¿Los culés pueden estar tranquilos con tu futuro o ya irás viendo?

Hay tiempo, hay tiempo

 Diario de Mallorca – Deportes

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