No hay cambios en las aportaciones al sistema de financiación autonómica (SFA) y se confirma que únicamente tres comunidades -Madrid, Cataluña y Baleares, las de mayor renta per cápita- son las únicas aportadoras netas de fondos, aunque Madrid continúa como el principal sostén del sistema, casi cuadruplicando la aportación hecha por la región catalana. Así lo ha confirmado el último estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), elaborado por su director Ángel de la Fuente, en el que analiza la liquidación de esta financiación, con los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Hacienda de 2023.
El análisis de la liquidación de los recursos del sistema de financiación de 2023 apunta que Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla la Mancha se mantienen a la cola en la distribución de estos fondos, con índices de financiación efectiva por habitante ajustado de entre 92,0 y 94,7, es decir, por debajo de la media, que sería 100. Fedea apunta que, con los datos analizados, el fondo transitorio debería dotarse con 3.582 millones de euros de aportación extraordinaria por parte del Estado, al margen del sistema de financiación, que se repartirían entre Andalucía (1.528 millones), Valencia (1.260 millones), Murcia (412 millones) y Castilla La Mancha (383 millones), ha detallado la consejería.
El estudio llama especialmente la atención sobre las variaciones registradas entre 2022 y 2023 en las posiciones relativas de las distintas comunidades autónomas en términos de financiación efectiva por habitante ajustado han sido apreciables en algunos casos. El mayor avance se ha dado en Cantabria, que gana 3,1 puntos con respecto al año anterior, y los mayores retrocesos los han sufrido Aragón, La Rioja y Baleares que pierden entre 2,4 y 4,7 puntos. Por contra, Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla la Mancha mantienen las últimas posiciones en la cola inferior de la distribución, con índices de financiación efectiva por habitante ajustado de entre 92 y 94,7.
La comunidad andaluza recibió en 2023 un total de 3.208 euros por habitante ajustado, que son 182 euros menos que la media y 869 euros menos que Cantabria, que es la comunidad que recibió más recursos por habitante ajustado (4.077 euros). También recibió 634 euros por habitante menos que La Rioja, 600 euros menos que Extremadura, 394 euros menos que Castilla y León y 307 euros menos por habitante ajustado que los Asturias.
Pero también existen grandes sincronías entre los aportadores netos del sistema. Según las conclusiones del informe, el sistema aporta a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de casi 24.000 millones de euros. Unos recursos que provienen en parte del Estado -que aporta algo más de 13.000 millones de euros- y en parte de las comunidades con mayor renta per cápita -las citadas Madrid, Cataluña y Baleares-, que aportan otros 10.600 millones, pero con una diferencia abismal entre las tres. En concreto, Madrid aportó 7.975 millones a la caja común y se mantendría como la gran sostenedora del sistema, casi cuadruplicando la aportación de Cataluña, 2.266 millones, y a años luz de la de Baleares, 358 millones. Eso significa que las aportaciones a la nivelación suponen entre el 7% y el 8% de los ingresos tributarios autonómicos en Baleares y Cataluña y un 26% en el caso de Madrid.
En el lado de las comunidades receptoras, las transferencias recibidas por esta vía exceden el 20% de los ingresos tributarios homogéneos en diez casos y son particularmente importantes en Extremadura y Canarias, donde superan el 78% y el 99% respectivamente de la recaudación por tributos cedidos.
Respecto al volumen total de la financiación definitiva de las comunidades de régimen común, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, Fedea apunta que experimentó en 2023 un incremento de unos 2.900 millones de euros (un 1,94%) con respecto a 2022, pero que por culpa de la tasa de inflación del 3,4%, este resultado supone una ligera reducción de la financiación autonómica en términos reales frente al rápido crecimiento del año anterior (un 14%). Esta diferencia entre ambos ejercicios proviene en buena parte de la desaceleración en 2023 del crecimiento del PIB, del crecimiento los ingresos tributarios y de una caída del 8% en las transferencias estatales (tras una subida del 34% el año anterior). «El sistema de entregas a cuenta y liquidaciones, junto con el uso de un índice de evolución que refleja los ingresos tributarios del Estado calculados con un criterio de caja, tienden a generar llamativos dientes de sierra en la evolución de ciertas partidas», señala de la Fuente.
En esta variaciones, también han jugado un papel significativo la evolución diferencial de los ingresos tributarios regionales, el habitual baile en las comunidades receptoras de los dos tramos del Fondo de Cooperación y la caída de casi el 9% del ITE, que afecta especialmente a las comunidades en las que más pesa el Fondo de Suficiencia.
Es la principal sostenedora de la caja común, con casi 8.000 millones aportados, por los 2.266 millones que aporta Cataluña, la segunda que más contribuye
No hay cambios en las aportaciones al sistema de financiación autonómica (SFA) y se confirma que únicamente tres comunidades -Madrid, Cataluña y Baleares, las de mayor renta per cápita- son las únicas aportadoras netas de fondos, aunque Madrid continúa como el principal sostén del sistema, casi cuadruplicando la aportación hecha por la región catalana. Así lo ha confirmado el último estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), elaborado por su director Ángel de la Fuente, en el que analiza la liquidación de esta financiación, con los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Hacienda de 2023.
El análisis de la liquidación de los recursos del sistema de financiación de 2023 apunta que Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla la Mancha se mantienen a la cola en la distribución de estos fondos, con índices de financiación efectiva por habitante ajustado de entre 92,0 y 94,7, es decir, por debajo de la media, que sería 100. Fedea apunta que, con los datos analizados, el fondo transitorio debería dotarse con 3.582 millones de euros de aportación extraordinaria por parte del Estado, al margen del sistema de financiación, que se repartirían entre Andalucía (1.528 millones), Valencia (1.260 millones), Murcia (412 millones) y Castilla La Mancha (383 millones), ha detallado la consejería.
El estudio llama especialmente la atención sobre las variaciones registradas entre 2022 y 2023 en las posiciones relativas de las distintas comunidades autónomas en términos de financiación efectiva por habitante ajustado han sido apreciables en algunos casos. El mayor avance se ha dado en Cantabria, que gana 3,1 puntos con respecto al año anterior, y los mayores retrocesos los han sufrido Aragón, La Rioja y Baleares que pierden entre 2,4 y 4,7 puntos. Por contra, Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla la Mancha mantienen las últimas posiciones en la cola inferior de la distribución, con índices de financiación efectiva por habitante ajustado de entre 92 y 94,7.
La comunidad andaluza recibió en 2023 un total de 3.208 euros por habitante ajustado, que son 182 euros menos que la media y 869 euros menos que Cantabria, que es la comunidad que recibió más recursos por habitante ajustado (4.077 euros). También recibió 634 euros por habitante menos que La Rioja, 600 euros menos que Extremadura, 394 euros menos que Castilla y León y 307 euros menos por habitante ajustado que los Asturias.
Pero también existen grandes sincronías entre los aportadores netos del sistema. Según las conclusiones del informe, el sistema aporta a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de casi 24.000 millones de euros. Unos recursos que provienen en parte del Estado -que aporta algo más de 13.000 millones de euros- y en parte de las comunidades con mayor renta per cápita -las citadas Madrid, Cataluña y Baleares-, que aportan otros 10.600 millones, pero con una diferencia abismal entre las tres. En concreto, Madrid aportó 7.975 millones a la caja común y se mantendría como la gran sostenedora del sistema, casi cuadruplicando la aportación de Cataluña, 2.266 millones, y a años luz de la de Baleares, 358 millones. Eso significa que las aportaciones a la nivelación suponen entre el 7% y el 8% de los ingresos tributarios autonómicos en Baleares y Cataluña y un 26% en el caso de Madrid.
En el lado de las comunidades receptoras, las transferencias recibidas por esta vía exceden el 20% de los ingresos tributarios homogéneos en diez casos y son particularmente importantes en Extremadura y Canarias, donde superan el 78% y el 99% respectivamente de la recaudación por tributos cedidos.
Respecto al volumen total de la financiación definitiva de las comunidades de régimen común, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, Fedea apunta que experimentó en 2023 un incremento de unos 2.900 millones de euros (un 1,94%) con respecto a 2022, pero que por culpa de la tasa de inflación del 3,4%, este resultado supone una ligera reducción de la financiación autonómica en términos reales frente al rápido crecimiento del año anterior (un 14%). Esta diferencia entre ambos ejercicios proviene en buena parte de la desaceleración en 2023 del crecimiento del PIB, del crecimiento los ingresos tributarios y de una caída del 8% en las transferencias estatales (tras una subida del 34% el año anterior). «El sistema de entregas a cuenta y liquidaciones, junto con el uso de un índice de evolución que refleja los ingresos tributarios del Estado calculados con un criterio de caja, tienden a generar llamativos dientes de sierra en la evolución de ciertas partidas», señala de la Fuente.
En esta variaciones, también han jugado un papel significativo la evolución diferencial de los ingresos tributarios regionales, el habitual baile en las comunidades receptoras de los dos tramos del Fondo de Cooperación y la caída de casi el 9% del ITE, que afecta especialmente a las comunidades en las que más pesa el Fondo de Suficiencia.
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