La situación en franja de Gaza continúa siendo extremadamente precaria: aunque un alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre de 2025, tras dos años de conflicto, los bombardeos de este fin de semana —que dejaron decenas de muertos— han demostrado lo volátil del acuerdo. En ese contexto, Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA —la agencia de la ONU que atiende a refugiados palestinos— advierte de que la tregua es frágil, pero también un “gran alivio”. Lazzarini (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 61 años) habló con EL PAÍS el lunes en Barcelona durante la celebración del foro de diálogo World In Progress (WIP), donde destacó el papel de liderazgo de España en su apoyo a la UNRWA y en el camino para el reconocimiento del Estado de Palestina.
El comisionado general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos lamenta en una entrevista con EL PAÍS que la ayuda esté entrando a cuentagotas en la Franja, pero celebra el “frágil” alto el fuego
La situación en franja de Gaza continúa siendo extremadamente precaria: aunque un alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre de 2025, tras dos años de conflicto, los bombardeos de este fin de semana —que dejaron decenas de muertos— han demostrado lo volátil del acuerdo. En ese contexto, Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA —la agencia de la ONU que atiende a refugiados palestinos— advierte de que la tregua es frágil, pero también un “gran alivio”. Lazzarini (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 61 años) habló con EL PAÍS el lunes en Barcelona durante la celebración del foro de diálogo World In Progress (WIP), donde destacó el papel de liderazgo de España en su apoyo a la UNRWA y en el camino para el reconocimiento del Estado de Palestina.
Pregunta. Israel anunció anoche [por el domingo] que volvía a respetar el alto el fuego tras bombardear objetivos de Hamás en Gaza. ¿Cree que este alto el fuego tiene verdaderas posibilidades de consolidarse?
Respuesta. No cabe duda de que el alto el fuego es frágil, pero la buena noticia es que está en vigor y se sigue respetando desde hace una semana. Tenemos que creer en este alto el fuego, que ha silenciado las armas. Por primera vez, los gazatíes no se preocupan de morir a cada segundo. Es un gran alivio, pero es el principio de un largo viaje lleno de obstáculos. La comunidad internacional tiene que comprometerse con la consolidación del alto el fuego y llegar a un acuerdo sobre cómo pasar de la primera fase a la siguiente. Lo ocurrido estos días ha sido un recordatorio de que este alto el fuego puede ser frágil. Pero lo importante es que los garantes, Estados Unidos, pero también Egipto, Qatar y Turquía, indican claramente que quieren que tenga éxito.
P. Desde que se anunció el alto el fuego, ¿ha podido la UNRWA llevar ayuda humanitaria a Gaza?
R. La respuesta corta es que los suministros de la UNRWA aún están fuera de Gaza. Tenemos suficiente comida para cubrir las necesidades de la población durante los próximos dos o tres meses. Además, tenemos suministros como tiendas de campaña o sistemas de desalinización de agua. Siguen en Egipto o en Jordania. Hasta ahora no se nos ha permitido llevar un solo convoy, como a muchas otras ONG internacionales. Varios pasos siguen cerrados.
P. ¿En qué consiste su trabajo actual en Gaza?
Seguimos muy activos. Seguimos siendo el principal proveedor de servicios de salud primaria. Cubrimos al menos el 40% de las consultas. Hacemos análisis nutricionales a los niños, gestionamos residuos para evitar la propagación de enfermedades transmisibles, facilitamos el acceso al agua con bombas y sistemas de desalinización. También gestionamos varios refugios donde nuestros maestros dan clase.
P. Por personal e infraestructura, la UNRWA sigue siendo el mayor actor humanitario de Gaza. ¿Cree que es factible dar una respuesta humanitaria si Israel sigue restringiendo sus operaciones?
R. No lo es. Primero, porque contamos con la confianza de la población local. Si quieres llegar a los más vulnerables, las personas que normalmente se quedan atrás, necesitas una agencia como la UNRWA.
P. ¿Cuáles son las prioridades?
R. Por supuesto, la prioridad número uno es abordar la hambruna y el hambre, y proteger a las personas para de cara al próximo invierno, que será duro. Puede ser muy frío, la gente no tiene casas; la mayoría no tiene absolutamente ningún lugar adonde ir. Pero escuchando a la población de Gaza, una vez estén cubiertas las necesidades más básicas, la siguiente petición que nos hacen es la educación.
P. ¿Cómo van a atenderla?
R. Necesitamos que regresen a la escuela cientos de miles de niños que actualmente viven entre los escombros y están profundamente traumatizados. Por supuesto, las escuelas no se reconstruirán mañana, pero al menos tenemos que devolverlos a un entorno de aprendizaje y, hoy en día, solo una agencia como la UNRWA, junto con el Ministerio de Educación, es capaz, a gran escala, de hacer que tantos niños vuelvan a un entorno educativo.
P. También para la agencia es una prioridad. ¿Por qué?
R. De primer orden. Que restablezcamos su derecho a la educación y el derecho a soñar con un futuro mejor redunda en beneficio de los niños, pero también es nuestro deber colectivo asegurarnos de que los escombros y el trauma no se conviertan en el nuevo entorno educativo de los niños. Tenemos que hacerlo posible para evitar que se sigan sembrando las semillas para que sigan creciendo el odio y el extremismo en la región.
P. ¿Qué le dicen quienes están sobre el terreno sobre la cantidad de ayuda que está llegando?
R. No tengo el número de camiones en sí porque varía de un día para otro. Es cierto que el Programa Mundial de Alimentos y Unicef, entre otros, han podido llevar camiones a Gaza. En el acuerdo de alto el fuego se hablaba de al menos 600 camiones [diarios], pero mis colegas me dicen que estamos muy por debajo de lo acordado. Se habla de unos 200, lo que no responde a los desafíos actuales.
P. ¿En qué estado se encuentran sus escuelas y centros de salud?
R. Calculamos que alrededor del 80% han sufrido daños o han sido destruidos por completo. Aún no hemos podido hacer una evaluación completa de los daños. Todavía tenemos escuelas que se encuentran en zonas militares a las que no se puede acceder, pero sabemos de algunas que han sido pulverizadas deliberadamente por completo. Otras se podrán rehabilitar.

P. ¿Teme que la falta de apoyo de gobiernos como el de Estados Unidos dificulte la reconstrucción?
R. Antes de la rehabilitación y la reconstrucción, es importante que pasemos a la segunda fase del plan de paz y se aborden las cuestiones relacionadas con la gobernanza y la seguridad futuras en Gaza. Una vez se tenga la confianza necesaria en que se han establecido, será cuando el dinero para la reconstrucción y la recuperación esté disponible a gran escala.
P. ¿Qué actos de los ocurridos en estos dos años podrían ser considerados crímenes de guerra?
R. El umbral lo decidirá, sin duda, el Tribunal Penal Internacional en el futuro. Dicho esto, durante los dos últimos años hemos sido testigos, bajo nuestra supervisión, de una guerra en la que la población civil parece haberse convertido en un objetivo. Han muerto 67.000 o 68.000 personas, la gran mayoría mujeres y niños. Hemos visto la magnitud de la destrucción, de los constantes desplazamientos y el cierre de fronteras. Usar la comida como arma de guerra para matar de hambre a una población sin duda podría convertirse en un crimen de guerra, si no en un crimen de lesa humanidad.
P. ¿Cómo aborda la UNRWA las acusaciones en su contra, como que sus instalaciones han sido utilizadas por combatientes?
R. Nos tomamos muy en serio cualquier acusación. Por eso, siempre que hay una denuncia, como de que algún trabajador formaba parte de Hamás, solicitamos información fundamentada para que pueda llevarse a cabo una investigación independiente. Sobre las acusaciones de que han usado nuestras instalaciones, necesitamos una investigación independiente para averiguar qué pasó realmente. Era muy difícil hasta hace unos días, porque gran parte de Gaza estaba bajo orden de evacuación militar. Espero que se lleve a cabo dicha investigación una vez que se consolide el alto el fuego y se conceda el acceso adecuado.
P. ¿Qué balance hace de la Fundación Humanitaria de Gaza, ya desmantelada?
R. Se ha demostrado desde el principio que era una trampa mortal para la gente. Más de 1.700 personas murieron al ir a buscar comida, miles más resultaron heridos. No fue nada más que una abominación y no tenía nada de humanitario, salvo el nombre.
P. ¿Todavía se les prohíbe operar en Jerusalén Este?
R. Nos afecta una de las dos leyes de la Kneset [Parlamento] que prohíbe cualquier presencia de la UNRWA en el Estado soberano de Israel, e Israel considera a la Jerusalén Oriental ocupada como parte de su Estado soberano. Por lo tanto, no tenemos oficina ni personal internacional, y nos hemos visto obligados a cerrar nuestra escuela dos meses antes del final del año escolar.
P. ¿Cuál es la situación en Cisjordania?
R. Creo que no hablamos lo suficiente sobre Cisjordania. También hay una tendencia preocupante. Ha sido un año sombrío en cuanto al número de personas asesinadas, el número de niños asesinados. La violencia de los colonos se ha desatado y prevalece una sensación de total impunidad. La situación es muy crítica en Cisjordania. Gaza lo eclipsa; si no habláramos de Gaza, Cisjordania estaría en todos los titulares.
Feed MRSS-S Noticias