La Fiscalía ha abierto una investigación para aclarar si uno de los campos de golf de la elitista zona de La Moraleja (Alcobendas), el barrio con la mayor renta de España, está regando ilegalmente el complejo, que además de nueve hoyos cuenta con pistas de pádel y otras instalaciones deportivas y de ocio. Se trata del campo Golf Park y lo que intenta averiguar en concreto el ministerio público es si se están empleando “captaciones ilegales de agua”, además de incurriendo en “excesos en los sondeos concedidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo”, según el escrito firmado por el fiscal Javier Sarría Pueyo, quien decidió abrir estas diligencias de investigación en verano.
Una organización ecologista denuncia captaciones irregulares en el complejo del barrio madrileño, el de mayor renta de España, para mantener el césped
La Fiscalía ha abierto una investigación para aclarar si uno de los campos de golf de la elitista zona de La Moraleja (Alcobendas), el barrio con la mayor renta de España, está regando ilegalmente el complejo, que además de nueve hoyos cuenta con pistas de pádel y otras instalaciones deportivas y de ocio. Se trata del campo Golf Park y lo que intenta averiguar en concreto el ministerio público es si se están empleando “captaciones ilegales de agua”, además de incurriendo en “excesos en los sondeos concedidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo”, según el escrito firmado por el fiscal Javier Sarría Pueyo, quien decidió abrir estas diligencias de investigación en verano.
Fuentes de la Fiscalía de Madrid explican a EL PAÍS que Sarría ha instado ya al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona, a investigar estos hechos. Las pesquisas están ya en marcha, añaden estas mismas fuentes consultadas.
El caso se ha abierto a raíz de una denuncia de la asociación Ecología y Libertad. Tras ser alertada por vecinos de la zona, esta organización ha llevado a cabo su propia investigación previa sobre este campo de golf en la que han solicitado información a las distintas administraciones con competencias en la gestión del agua en los últimos meses en virtud de la ley de transparencia. El escrito fue presentado en junio ante la unidad especializada en Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado, que acabó dando traslado de las pesquisas a Madrid, donde se han abierto las diligencias.
Ecología y Libertad entiende que los propietarios de este campo han incurrido en un delito contra el medio ambiente por esas captaciones de agua. Pero en su denuncia acusan también a la alcaldesa de Alcobendas, Rocío García (PP), y al director del Área de Medio Ambiente del Consistorio, Guzmán Arias, de otro delito de prevaricación ambiental omisiva. Parte de las instalaciones en las que se ubica el campo de golf son de titularidad municipal, según figura en el escrito de denuncia.
Este campo de golf fue inaugurado en 1998. Y, para poder cubrir las necesidades de agua de las instalaciones, en la evaluación ambiental del proyecto se apuntaba como solución provisional, además de la reutilización de las aguas sobrantes de las piscinas y el sistema de climatización de un polideportivo municipal, la extracción de aguas subterráneas por un máximo de 7.000 metros cúbicos al año de un pozo. Según la denuncia, solo para regar las 5,5 hectáreas de césped que figuran en el expediente de la Comunidad de Madrid se requerirían 29.441 metros cúbicos al año.
Cuando se autorizó el proyecto, se instó desde la Comunidad de Madrid a los propietarios del campo a que emplearan las aguas regeneradas de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Arroyo la Vega como solución definitiva para regar todo el campo. Esa obligación fue reiterada en un informe de junio de 2014 de la Comunidad de Madrid.
Pero esas aguas regeneradas nunca han llegado al campo. La Confederación Hidrográfica del Tajo no tiene constancia de que el complejo cuente con autorización para el uso de las aguas de esa EDAR ni de ninguna otra depuradora. De hecho, afirman que el riego de campos de golf no está contemplado entre los usos permitidos para la estación de Arroyo de la Vega.
Lo que sospecha la asociación denunciante, por la información que ha podido recabar hasta ahora, es que hay indicios de que el campo está empleando pozos o sondeos ilegales, es decir, captaciones que no están autorizados por la confederación para poder regar el césped y el resto de instalaciones de este negocio.
“Existen indicios suficientes de la existencia de pozos o sondeos ilegales (que no cuenta con inscripción, concesión o autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo) y de los que se extrae agua por Golf Park para atender las necesidades hídricas del complejo”, remacha la denuncia en la que se señala la posible ubicación de al menos dos captaciones irregulares.
La empresa lo niega. Un responsable de Golf Park asegura que solo se están empleando para regar todo el complejo los 7.000 metros cúbicos anuales autorizados de un único pozo. “El césped no está tan verde como nos gustaría”, señala. Los denunciantes, sin embargo, sostienen que no es posible mantener todo el campo solo con esa cantidad de agua, como se dejaba claro al inicio del proyecto hace casi tres décadas.
La confederación explica a EL PAÍS que en sus archivos figuran dos expedientes sancionadores relacionados con Golf Park Entertainment SL por infracciones vinculadas al “alumbramiento de aguas subterráneas”, es decir, captaciones ilegales. Pero indican que no son recientes, datan de 2005 y 2013.
Pero a raíz de la denuncia y la investigación abierta ahora desde la Fiscalía, técnicos de la confederación acudieron el 9 de octubre a las instalaciones del campo de golf a realizar una inspección, según sostiene un responsable de la empresa, quien asegura que no encontraron irregularidades. Según su versión, el único pozo ilegal y depuradora que se localizó está inactivo y no está dentro de las instalaciones de su empresa.
Sin embargo, a raíz de esa inspección la Confederación Hidrográfica del Tajo ha decidido abrir un expediente de denuncia. Los técnicos inspeccionaron entre otras cosas el pozo que sí tiene autorización y descubrieron que se estaba empleando para regar una parcela distinta a la que tiene autorizada. Parte de las instalaciones pertenecen a una empresa privada —Golf Park Entertainment—. Ahí es donde se ubica la captación. Otra parte del campo está en terrenos municipales, que no pueden regarse con agua de ese pozo. Ante esta irregularidad, “se ha redactado el correspondiente boletín de denuncia y se ha dado traslado de este al régimen sancionador de este organismo”, explica la confederación.
La denuncia que por su lado está investigando la Fiscalía también se dirige contra la regidora del PP de Alcobendas y el director del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento por ser “conocedores de las extracciones ilegales de agua realizadas por Golf Park” y no haber “realizado inspección o actuación alguna en este sentido”.
El uso del agua para regar la veintena de campos de golf que hay en la Comunidad de Madrid está en el punto de mira de los grupos ecologistas desde mucho tiempo. Organizaciones como Ecologistas en Acción llevan años denunciando la opacidad del Canal de Isabel II a la hora de facilitar los datos sobre el volumen de agua tratada, de agua de beber o de agua subterránea que se destina al riego.
“Los campos de golf requieren grandes volúmenes de agua debido a la elevada evapotranspiración del césped y la necesidad de mantener una cubierta vegetal uniforme, por lo que su abastecimiento se basa en extracciones intensivas de recursos hídricos”, explican por su parte en su denuncia Ecología y Libertad. Por eso, la normativa clasifica esos consumos como “uso industrial” y, más concretamente, “en la categoría de industria extractiva, situándolos en los tramos más bajos del orden de prelación al ser consumidores no prioritarios”, añade la organización denunciante en el escrito.
Por su parte, el Canal de Isabel II, que ha rechazado ofrecer información a la asociación denunciante sobre el campo de golf de La Moraleja, la única información que aporta en su memoria de sostenibilidad de 2024 sobre los recursos que consumen este tipo de instalaciones deportivas se refiere a las aguas reutilizadas. Señalan que 11 campos, que no se citan, riegan 789 hectáreas con este recurso procedente de las plantas depuradoras.
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