José Luis Munuera Montero destrozó ayer al Mallorca con su doble vara de medir. Permitió al Barcelona lo que cortó con contundencia y tarjetas a los jugadores bermellones con un 0–1 en el marcador. En 30 minutos el colegiado andaluz desquició a todo Son Moix. El partido, que ya estaba de cara para el Barcelona, se definió en el minuto 23 con un segundo gol más que polémico de Ferran Torres. Lamine Yamal disparó desde fuera del área, el balón golpeó en la cabeza de Raíllo que cayó tendido al suelo justo delante de Munuera Montero. José Luis Munuera Montero destrozó ayer al Mallorca con su doble vara de medir. Permitió al Barcelona lo que cortó con contundencia y tarjetas a los jugadores bermellones con un 0–1 en el marcador. En 30 minutos el colegiado andaluz desquició a todo Son Moix. El partido, que ya estaba de cara para el Barcelona, se definió en el minuto 23 con un segundo gol más que polémico de Ferran Torres. Lamine Yamal disparó desde fuera del área, el balón golpeó en la cabeza de Raíllo que cayó tendido al suelo justo delante de Munuera Montero.
José Luis Munuera Montero destrozó ayer al Mallorca con su doble vara de medir. Permitió al Barcelona lo que cortó con contundencia y tarjetas a los jugadores bermellones con un 0–1 en el marcador. En 30 minutos el colegiado andaluz desquició a todo Son Moix. El partido, que ya estaba de cara para el Barcelona, se definió en el minuto 23 con un segundo gol más que polémico de Ferran Torres. Lamine Yamal disparó desde fuera del área, el balón golpeó en la cabeza de Raíllo que cayó tendido al suelo justo delante de Munuera Montero.
El colegiado se echó el silbato a la boca, pero no pitó y la jugada acabó en el segundo tanto del equipo de Flick. Muchos jugadores del Mallorca pensaban que el árbitro andaluz iba a parar el encuentro, aunque la jugada acabó en el segundo tanto culé. Todo el estadio se indignó porque no entendió la razón por la cual Munuera Montero dio validez al gol. Las protestas llegaron, desenfundó las tarjetas y se las mostró a Morlanes y Arrasate por protestar, que tampoco comprendieron la explicación. Eso sí, a los del Barcelona, que también se quejaron en otras acciones, apostó por mirar hacia otro lado. La actuación del andaluz fue a más. Solo siete minutos después expulsó a Morlanes por segunda amarilla después de realizar una entrada a Lamine Yamal. Aún quedaba lo peor. Muriqi intentó ganar un balón en el que se avanzó Joan García. El kosovar levantó el pie, sin intención de hacer daño, y rozó con la bota el cuello del portero catalán. En primera instancia, Munuera Montero le enseñó la amarilla, pero instado por el VAR, el trencilla expulsó también al balcánico.
A escasos segundos de acabar el primer tiempo, Raphinha hizo una entrada muy fea a Mateu Morey, que solo se saldó con amarilla, y eso que tuvo peor intención que la anterior porque fue una tijera que encendió más a la grada. Al acabar el primer tiempo, Xisco Campos se encaró con el brasileño por la fuerza de la entrada. Y, esa impotencia, fue la misma que sintió Son Moix, ya que al final del primer tiempo cientos de seguidores abandonaron el estadio.
Diario de Mallorca – Deportes