Que el precio de la vivienda no va a aflojar ni a corto ni medio plazo ya es vox populi. Con esto en mente y con las hipotecas ofreciendo mejores intereses que en años pasados, todo el que puede se lanza a la compra de vivienda para evitar tener que hacer frente a precios mayores en el futuro. En consecuencia, la compraventa de viviendas registró en el primer trimestre del año su mejor nivel desde la burbuja inmobiliaria. Aquellos que, sin embargo, no cuentan con un colchón suficiente para comprar una casa se ven obligados a alquilar, una alternativa que irremediablemente ha ganado peso en los últimos años hasta alcanzar el 25% de la población española.
Según datos de Fotocasa, eta cifra ha crecido en dos puntos porcentuales desde 2022, cuando la proporción de inquilinos se situaba en el 23%. Si se exceptúan periodos temporales excepcionales como 2021, cuando se registraron hasta un 26% de españoles viviendo de alquiler justo en el periodo posterior a la pandemia, la tendencia histórica es creciente. En la actualidad, el porcentaje de inquilinos es siete puntos superior al apuntado en 2018, cuando estos se limitaban al 18% del total. Pese a este incremento, España se sitúa por debajo del promedio del entorno europeo, donde el porcentaje de inquilinos supera el 30% de media.
Los motivos detrás de este incremento son variados, aunque el de mayor peso son las dificultades económicas que sufren los jóvenes o las familias con menor renta para ahorrar la entrada necesaria y pedir una hipoteca. A ello, como motivos secundario, también se suma la mayor movilidad laboral y la concentración de la población en ciudades y el menos calado en las generaciones jóvenes de la necesidad de tener una vivienda en propiedad, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Pese a ello, en España la ambición de tener una vivienda en propiedad sigue arraigada en la población, que en un 58% de los casos ya posee un inmueble. En concreto, actualmente, un 58% de la población es propietaria de una vivienda, distribuidos entre un 29% de dueños únicos y un 32% de copropietarios. No obstante, la compra de una vivienda llega a una edad avanzada. Entre los mayores de 55 años predomina claramente la tenencia de vivienda en propiedad o copropiedad, con un 78% del total (ligeramente por debajo del 80% registrado en 2024). En cambio, esta proporción disminuye gradualmente en los grupos más jóvenes, alcanzando solo el 14% entre los menores de 25 años. Aun así, esta cifra representa una mejora de cuatro puntos respecto al 10% del año anterior.
La tasa de inquilinos en el mercado inmobiliario español ha crecido siete puntos porcentuales desde 2018
Que el precio de la vivienda no va a aflojar ni a corto ni medio plazo ya es vox populi. Con esto en mente y con las hipotecas ofreciendo mejores intereses que en años pasados, todo el que puede se lanza a la compra de vivienda para evitar tener que hacer frente a precios mayores en el futuro. En consecuencia, la compraventa de viviendas registró en el primer trimestre del año su mejor nivel desde la burbuja inmobiliaria. Aquellos que, sin embargo, no cuentan con un colchón suficiente para comprar una casa se ven obligados a alquilar, una alternativa que irremediablemente ha ganado peso en los últimos años hasta alcanzar el 25% de la población española.
Según datos de Fotocasa, eta cifra ha crecido en dos puntos porcentuales desde 2022, cuando la proporción de inquilinos se situaba en el 23%. Si se exceptúan periodos temporales excepcionales como 2021, cuando se registraron hasta un 26% de españoles viviendo de alquiler justo en el periodo posterior a la pandemia, la tendencia histórica es creciente. En la actualidad, el porcentaje de inquilinos es siete puntos superior al apuntado en 2018, cuando estos se limitaban al 18% del total. Pese a este incremento, España se sitúa por debajo del promedio del entorno europeo, donde el porcentaje de inquilinos supera el 30% de media.
Los motivos detrás de este incremento son variados, aunque el de mayor peso son las dificultades económicas que sufren los jóvenes o las familias con menor renta para ahorrar la entrada necesaria y pedir una hipoteca. A ello, como motivos secundario, también se suma la mayor movilidad laboral y la concentración de la población en ciudades y el menos calado en las generaciones jóvenes de la necesidad de tener una vivienda en propiedad, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Pese a ello, en España la ambición de tener una vivienda en propiedad sigue arraigada en la población, que en un 58% de los casos ya posee un inmueble. En concreto, actualmente, un 58% de la población es propietaria de una vivienda, distribuidos entre un 29% de dueños únicos y un 32% de copropietarios. No obstante, la compra de una vivienda llega a una edad avanzada. Entre los mayores de 55 años predomina claramente la tenencia de vivienda en propiedad o copropiedad, con un 78% del total (ligeramente por debajo del 80% registrado en 2024). En cambio, esta proporción disminuye gradualmente en los grupos más jóvenes, alcanzando solo el 14% entre los menores de 25 años. Aun así, esta cifra representa una mejora de cuatro puntos respecto al 10% del año anterior.
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