A tres días del encuentro del viernes en Alaska entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Rusia, Vladímir Putin, que ha llevado a los países europeos a reclamar que cuenten con ellos y con Ucrania en los esfuerzos para poner fin a la invasión de Rusia, se ha dado a conocer que Europa supera ahora a Estados Unidos en el volumen total de ayuda militar proporcionada a Ucrania a través de la industria desde el inicio de la guerra.
El Instituto de Economía Mundial de Kiel asegura que, aunque Washington volvió a realizar importantes exportaciones de armamento por primera vez desde la llegada al poder de Trump, no se trataba de ayuda militar, sino de “ventas regulares que Kiev debe financiar por sí misma”
A tres días del encuentro del viernes en Alaska entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Rusia, Vladímir Putin, que ha llevado a los países europeos a reclamar que cuenten con ellos y con Ucrania en los esfuerzos para poner fin a la invasión de Rusia, se ha dado a conocer que Europa supera ahora a Estados Unidos en el volumen total de ayuda militar proporcionada a Ucrania a través de la industria desde el inicio de la guerra.
Desde que comenzó la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, Europa ha suministrado a Ucrania más ayuda militar a través de la industria armamentística que EE UU, según las cifras publicadas este martes por el Ukraine Support Tracker del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW), que registra y cuantifica la ayuda militar, financiera y humanitaria prometida a Ucrania desde el 24 de enero de 2022 y en el que se tiene en cuenta a 41 países.
Con base en estos datos, desde el inicio de la guerra y hasta el pasado junio, el volumen total de material de defensa adquirido por los países europeos para Ucrania a través de contratos de adquisición con la industria armamentística alcanzó un valor de al menos 35.100 millones de euros, lo que supone 4.400 millones más que el valor total de los bienes adquiridos por EE UU.
Según el IfW, los países europeos mantuvieron su ayuda a Kiev en un nivel constantemente alto en mayo y junio, de tal manera que ya proporcionan casi la mitad de la ayuda militar a Ucrania directamente a través de la industria armamentística y no de existencias. Con ello, Europa supera ahora a EE UU en el volumen total de ayuda militar canalizada a través de la industria.
De los 10.500 millones de euros de ayuda militar europea asignados en mayo y junio, al menos 4.600 millones se destinarán a contratos con empresas de armamento, en lugar de proceder de existencias.
“La ayuda militar a Ucrania está determinada en gran medida por la capacidad de la industria armamentística”, indica Taro Nishikawa, director de proyectos del Ukraine Support Tracker, en el comunicado de prensa emitido por el IfW. “Europa ha adquirido más contratos de armamento que EE UU, lo que supone un claro alejamiento de la entrega de existencias a la producción industrial. Por lo tanto, para garantizar la entrega puntual y eficaz de la ayuda prometida, Europa necesita una industria armamentística fuerte y resistente”.
Ayuda alemana
El instituto señaló también que, aunque en mayo EE UU volvió a realizar importantes exportaciones de armamento a Ucrania por primera vez desde la llegada al poder de Trump, no se trataba de ayuda militar, sino de “ventas regulares que Kiev debe financiar por sí misma”. Por el contrario, los países europeos continuaron con su amplio apoyo a Ucrania: Alemania asignó un paquete de ayuda militar por valor de 5.000 millones de euros —lo que, según el IfW, supone, con diferencia, la mayor contribución—, seguida de Noruega con 1.500 millones y Bélgica con 1.200 millones.
A esta ayuda militar se suma un paquete de ayuda financiera, que según el IfW, se basa ahora principalmente en el mecanismo de crédito ERA (Extraordinary Revenue Acceleration) puesto en marcha por el G-7 y la Comisión Europea, que busca proporcionar a Ucrania un total de 45.000 millones de euros en créditos, financiados con los ingresos procedentes de los activos rusos congelados. De momento, la ayuda asciende a 6.300 millones de euros.
“El mecanismo de crédito ERA es un instrumento fundamental para garantizar la estabilidad financiera de Ucrania ante el aumento de los costes de reconstrucción y las dificultades económicas derivadas de la guerra en curso”, explica Nishikawa. “Sin embargo, dado que la ayuda prometida en octubre de 2024 se está desembolsando gradualmente y los fondos disponibles están disminuyendo, es dudoso que los países donantes puedan mantener su nivel de apoyo a largo plazo”.
En este contexto, el canciller alemán, Friedrich Merz, que mantuvo una llamada telefónica con Trump el pasado domingo, convocó para este miércoles una serie de conversaciones virtuales sobre la situación actual en Ucrania. En diferentes mesas redondas en las que participarán, entre otros, los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Francia, el Reino Unido y Ucrania, así como el presidente de EE UU, se debatirá la preparación de posibles negociaciones de paz y cuestiones relacionadas con las reivindicaciones territoriales y la seguridad.
El Gobierno alemán subrayó el lunes la importancia de la participación de Ucrania en cualquier solución pacífica si se quiere lograr una “paz justa y duradera”. “Al mismo tiempo, esto podría ser un momento muy, muy importante para el futuro de esta terrible guerra”, afirmó un portavoz del Gobierno. Sin embargo, sobre la posibilidad de que Rusia se quede con parte de Ucrania, el portavoz recordó que “el Gobierno siempre ha subrayado que las fronteras no pueden modificarse por la fuerza”.
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