Pocos momentos resultan tan
sensibles en la vida como la pérdida de un ser querido y la posterior gestión
de su legado. En estas situaciones, el asesoramiento legal no puede limitarse a
lo técnico: debe comprender, acompañar y resolver. Esa es la filosofía que
impulsa el trabajo del despacho ARE-2 Abogados, dirigido por la abogada María
Jesús Barreñada, especialista en derecho sucesorio con más de 30 años de
experiencia.
Con sede en pleno corazón de
Madrid, en la calle Princesa, ARE-2 se ha ganado la confianza de numerosas
familias gracias a su enfoque integral y humano en la gestión de herencias.
Testamentos, particiones, impugnaciones, gestión de patrimonios… son muchos los
trámites que pueden convertirse en fuente de conflicto. Por eso, este despacho
no solo actúa en litigios, sino que promueve activamente la mediación familiar
como vía para lograr acuerdos sin romper vínculos.
María Jesús Barreñada es una
convencida de que “prevenir es tan importante como resolver”, y por ello ha
completado su formación jurídica con un máster en Mediación Civil, Mercantil y
Familiar. Su sensibilidad hacia las relaciones interpersonales le ha permitido
actuar con éxito en situaciones altamente conflictivas, facilitando acuerdos
donde antes había enfrentamiento.
El equipo de ARE-2 trabaja con
una metodología clara: escucha activa, estudio minucioso del caso, información
transparente y, sobre todo, respeto absoluto a la voluntad del fallecido. Esta
metodología del despacho incluye reuniones confidenciales iniciales sin coste y
una atención personalizada que adapta las soluciones legales a la realidad de
cada familia.
Gracias a esta visión, el
despacho se ha convertido en un referente para quienes desean una gestión legal
que cuide no solo los aspectos patrimoniales, sino también los afectivos.
Clientes de toda España -y del extranjero- acuden a ARE-2 en busca de un asesoramiento
cercano, profesional y, sobre todo, comprensivo. Un despacho que no solo
gestiona herencias, sino que construye puentes entre el derecho y las personas.
La abogada María Jesús Barreñada lidera este despacho que es referente en el sector
Pocos momentos resultan tan sensibles en la vida como la pérdida de un ser querido y la posterior gestión de su legado. En estas situaciones, el asesoramiento legal no puede limitarse a lo técnico: debe comprender, acompañar y resolver. Esa es la filosofía que impulsa el trabajo del despacho ARE-2 Abogados, dirigido por la abogada María Jesús Barreñada, especialista en derecho sucesorio con más de 30 años de experiencia.
Con sede en pleno corazón de Madrid, en la calle Princesa, ARE-2 se ha ganado la confianza de numerosas familias gracias a su enfoque integral y humano en la gestión de herencias. Testamentos, particiones, impugnaciones, gestión de patrimonios… son muchos los trámites que pueden convertirse en fuente de conflicto. Por eso, este despacho no solo actúa en litigios, sino que promueve activamente la mediación familiar como vía para lograr acuerdos sin romper vínculos.
María Jesús Barreñada es una convencida de que “prevenir es tan importante como resolver”, y por ello ha completado su formación jurídica con un máster en Mediación Civil, Mercantil y Familiar. Su sensibilidad hacia las relaciones interpersonales le ha permitido actuar con éxito en situaciones altamente conflictivas, facilitando acuerdos donde antes había enfrentamiento.
El equipo de ARE-2 trabaja con una metodología clara: escucha activa, estudio minucioso del caso, información transparente y, sobre todo, respeto absoluto a la voluntad del fallecido. Esta metodología del despacho incluye reuniones confidenciales iniciales sin coste y una atención personalizada que adapta las soluciones legales a la realidad de cada familia.
Gracias a esta visión, el despacho se ha convertido en un referente para quienes desean una gestión legal que cuide no solo los aspectos patrimoniales, sino también los afectivos. Clientes de toda España -y del extranjero- acuden a ARE-2 en busca de un asesoramiento cercano, profesional y, sobre todo, comprensivo. Un despacho que no solo gestiona herencias, sino que construye puentes entre el derecho y las personas.
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