Las dificultades que ha tenido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para lograr un equilibrio de género mínimo en el equipo de comisarios con el que definirá las políticas de Europa el próximo lustro, no son casualidad. Aunque poco a poco se avanza, los progresos en materia de igualdad de género en Europa siguen siendo “frágiles” y con amplias diferencias entre países, según se constata en el último índice anual de igualdad de género de la UE del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), publicado este lunes.
El Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE) advierte en su índice anual de igualdad que los avances siguen siendo “frágiles” y que se requieren “acciones audaces y sostenidas” por parte de los Gobiernos para afianzar la igualdad
Las dificultades que ha tenido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para lograr un equilibrio de género mínimo en el equipo de comisarios con el que definirá las políticas de Europa el próximo lustro, no son casualidad. Aunque poco a poco se avanza, los progresos en materia de igualdad de género en Europa siguen siendo “frágiles” y con amplias diferencias entre países, según se constata en el último índice anual de igualdad de género de la UE del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), publicado este lunes.
España sigue siendo un alumno avanzado —se mantiene en el cuarto puesto al que escaló desde la sexta posición en 2023— pero el EIGE es enfático: ante lo “modesto” de los avances en general, no hay lugar para la complacencia cuando se habla de políticas de igualdad.
“Cualquier logro duramente conseguido es frágil”, advierte el EIGE de forma enfática. “Una UE inclusiva e igualitaria seguirá siendo algo distante e incierto a menos que los Estados miembros prioricen cuestiones de género en medio de agendas políticas y económicas cambiantes”, acota.
En un índice de 1 a 100, en el que cien equivale a la igualdad de género plena (spoiler: ningún país llega a cien), España suma 76,7 puntos, lo que la deja por segundo año consecutivo en cuarto lugar y 5,7 puntos por encima de la media europea (71 puntos). El índice es una “herramienta de monitoreo” de los avances en materia de igualdad de género en la UE a través del tiempo, para lo que mide las brechas de género entre hombres y mujeres en seis ámbitos fundamentales —trabajo, dinero, conocimientos, tiempo, poder y salud— a través de 31 indicadores.
“España tiene un rendimiento superior que otros Estados miembros. Su puntuación en el índice de igualdad de género está por encima de la media europea y ha crecido a un ritmo más rápido”, analiza el EIGE. Además, la brecha entre España y la puntuación media de la UE como bloque también se ha ampliado con el paso de los años.
Una de las claves del avance de la igualdad en Europa se da en el acceso a las posiciones de poder. Y ahí España escala incluso al tercer puesto, con 82 puntos frente a 61,4 de media en la UE (aunque sigue siendo una tasa baja en general, el EIGE lo considera un factor de cambio por su rápido incremento, 19,5 puntos desde 2010). Con todo, en el caso español, el instituto europeo advierte de que el avance ha sido “mínimo”, de apenas 0,9 puntos desde 2021. En términos de toma de decisiones económicas, España vuelve a destacar, con 80,7 puntos, lo que la sitúa incluso en el segundo lugar de la escala europea. También tiene un buen desempeño en materia de toma de decisiones políticas, donde la puntuación de 87,2 la sitúa en cuarto lugar, aunque subiendo un puesto desde 2021.
Donde el EIGE considera que España tiene aún “más espacio para mejorar” es en el ámbito del trabajo, donde está situada en 18 lugar, con 75,6 puntos. Y advierte de un “paso atrás” en materia de sanidad, porque aunque sigue puntuando alto (91 puntos), permanece “estancado” desde hace tres años, lo que la deja en sexto lugar de la UE.
A la cabeza de Europa sigue estando Suecia con 82 puntos, aunque el EIGE advierte de que su puntuación “ha bajado un poco” en los últimos años (otra señal de que nunca se pueden dar por sentados los avances), seguida de Dinamarca y Países Bajos con 78,8 puntos, apenas dos más que España. A la cola de la UE se sitúa Rumania, con 57,5 puntos.
Especialmente preocupante para el EIGE es que ocho de los 27 Estados miembros (República Checa, Estonia, Croacia, Letonia, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia) están “cada vez más rezagadas” del resto de Europa en materia de igualdad de género.
“La igualdad de género es la base de una Europa más fuerte. El índice 2024 muestra que los avances son posibles, pero solo conseguiremos mantenerlos con acciones audaces y sostenidas”, advierte la directora de EIGE, Carlien Scheele. Para la holandesa, los responsables europeos tienen que elegir qué camino seguir: “O se comprometen totalmente con la igualdad de género o permiten que persistan las desigualdades estructurales”.
“De una vez por todas, tenemos que darnos cuenta de que la igualdad de género es una solución a nuestros desafíos sociales más grandes y que nos permitirá construir sociedades más fuertes y cohesionadas”.
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