España regresa a la Alemania en la que «los potros salvajes» conquistaron la Eurocopa hace un año

Canta Sabina que “al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver”. Y la realidad es que España juega como local en Stuttgart porque hace menos de un año los de Luis de la Fuente convertían la capital del estado Baden-Wurttemberg en su centro de operaciones. Desde aquí partieron todos los vuelos de los españoles a los partidos de la Eurocopa en la que se coronaron campeones. Apenas a 125 kilómetros de Donaueschinguen, el fortín en el que se recluyó la selección en la Selva Negra, en Stuttgart los españoles tumbaron en cuartos a la anfitriona Alemania con un gol de Mikel Merino. Y desde aquí viajaron a Berlín, Gelsenkirchen, Dusseldorf, Colonia, Múnich y de nuevo a Berlín para coronar el sueño de ganar la Eurocopa ante la Inglaterra de Kane y Bellingham. Canta Sabina que “al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver”. Y la realidad es que España juega como local en Stuttgart porque hace menos de un año los de Luis de la Fuente convertían la capital del estado Baden-Wurttemberg en su centro de operaciones. Desde aquí partieron todos los vuelos de los españoles a los partidos de la Eurocopa en la que se coronaron campeones. Apenas a 125 kilómetros de Donaueschinguen, el fortín en el que se recluyó la selección en la Selva Negra, en Stuttgart los españoles tumbaron en cuartos a la anfitriona Alemania con un gol de Mikel Merino. Y desde aquí viajaron a Berlín, Gelsenkirchen, Dusseldorf, Colonia, Múnich y de nuevo a Berlín para coronar el sueño de ganar la Eurocopa ante la Inglaterra de Kane y Bellingham.  

Canta Sabina que “al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver”. Y la realidad es que España juega como local en Stuttgart porque hace menos de un año los de Luis de la Fuente convertían la capital del estado Baden-Wurttemberg en su centro de operaciones. Desde aquí partieron todos los vuelos de los españoles a los partidos de la Eurocopa en la que se coronaron campeones. Apenas a 125 kilómetros de Donaueschinguen, el fortín en el que se recluyó la selección en la Selva Negra, en Stuttgart los españoles tumbaron en cuartos a la anfitriona Alemania con un gol de Mikel Merino. Y desde aquí viajaron a Berlín, Gelsenkirchen, Dusseldorf, Colonia, Múnich y de nuevo a Berlín para coronar el sueño de ganar la Eurocopa ante la Inglaterra de Kane y Bellingham.

Esta vez España no pisará Donaueschinguen, por más que le hubiera gustado a De la Fuente, porque se limitarán a alojarse en Stuttgart, donde jugarán la semifinal ante Francia este jueves (21.00). Después, en el caso de que ganen, los de De la Fuente se trasladarán el viernes a una ciudad menos caótica y gris, a Múnich, la capital de Baviera. El lugar donde Lamine Yamal deslumbró por primera vez al mundo con su gol ante la Francia de Mbappé en las semifinales de la Eurocopa, una derrota que los galos quieren vengar este jueves en Stuttgart.

En caso de derrota, España se mediría al perdedor del Alemania-Portugal el próximo domingo a las 15:00 horas en Stuttgart, en el mismo estadio en el que se enfrentarán mañana a los franceses. Alemania es, por tanto, tierra conquistada que escondes recuerdos y vivencias para jugadores, periodistas y aficionados que recorrieron la nación teutona entre el pasado 14 de junio y 14 de julio en sus desastrosas autopistas, por tren o en avión.

Una cosa ha cambiado desde entonces. Cuando España aterrizó en Stuttgart la primera semana de junio de 2024, hace justo un año, nadie apostaba por los de De la Fuente. Hasta el punto que en el cartel del torneo, en el que aparecían varias estrellas del fútbol europeo, no había ni un jugador español. Ahora llegan como vigentes campeones de la Nations League, título que conquistaron en Países Bajos en 2023 deshaciéndose de Italia y Croacia, dos selecciones que no han llegado esta vez hasta la Final Four. España es favorita por su doble condición de vigente campeona de la Nations League y de la Eurocopa. Una presión que el grupo lleva bien y que manejan con comodidad pese a las potentes selecciones que conforman el cuadro de estas semifinales en Alemania.

En Alemania empezó a escribirse la historia más feliz de una generación, la de «los potros salvajes» (Lamine y Nico Williams), la de la selección del ‘piedra, papel o tijera’, que fue capaz de tumbar a cuatro campeonas del mundo en su camino hacia el título. Italia, Alemania, Francia e Inglaterra mordieron el polvo entonces. Teutones y galos vienen a este torneo a saldar cuentas pendientes con una España donde faltará Rodri, pero que sigue siendo la dueña de la pelota con Fabián, Pedri, Dani Olmo, Lamine y Nico asociándose en torno a ella.

Los alemanes no olvidan la derrota en Stuttgart en los cuartos y especialmente la jugada en la que un disparo de un delantero alemán terminó tropezando en el brazo de Cucurella, que desde entonces es abucheado por la grada teutona. “Seguro que me lo recuerdan, pero no me preocupa. Nosotros nos seguiremos centrando en los nuestro”, afirmaba divertido el lateral en sala de prensa este martes.

España busca en Alemania convertirse en la primera selección que gana dos veces la Nations League, algo que además haría encadenando los dos títulos de forma consecutiva. Ya perdió la primera edición en una final en la que Mbappé se ayudó de la mano en la jugada del gol del triunfo de los galos. Y lo intentará hacer en un lugar que le resulta conocido, un país que le arranca una sonrisa a los internacionales españoles: Alemania…Germany… Deutschland. 

 Diario de Mallorca – Deportes

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