El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha emitido este jueves sendas órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa hasta hace dos semanas, Yoav Gallant. Los jueces tienen “motivos razonables” para creer que ambos tienen responsabilidad criminal por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad, cometidos en Gaza al menos desde el 8 de octubre de 2023, el día siguiente del ataque de Hamás contra Israel. Se trata del mayor gesto de reprobación de instancias internacionales a la ofensiva de Israel en la Franja, que ha superado este jueves los 44.000 muertos y que Gobierno y oposición israelíes han recibido con idéntica indignación. Las instrucciones de detención incluyen también a Mohamed Deif, el jefe del brazo armado de Hamás al que Israel da por muerto.
El TPI considera a los dos políticos israelíes responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza. EE UU rechaza la decisión, que incluye al líder militar de Hamás, Mohamed Deif, que Israel da por muerto
El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha emitido este jueves sendas órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant. Se trata del mayor gesto de reprobación de instancias internacionales a la ofensiva del Gobierno de Israel sobre Gaza conocido hasta el momento. Los jueces los consideran responsables de presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad, cometidos en Gaza al menos desde el 8 de octubre de 2023, el día siguiente del ataque de Hamás contra Israel. Las instrucciones de arresto incluyen también a Mohamed Deif, jefe del brazo armado de Hamás y al que Israel da por muerto. El TPI investiga el comportamiento de ambas partes en este conflicto y solo juzga a los máximos responsables de los mayores delitos en el ámbito de la justicia internacional.
Los jueces han atendido la petición formulada en mayo pasado por el fiscal, Karim Khan, quien les pidió que emitieran estas órdenes de arresto. Khan consideró entonces que las pruebas reunidas por su equipo demostraban que Israel “ha privado de forma intencionada y sistemática a la población civil de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia”. La Fiscalía aseguró tener “motivos razonables para creer” que Netanyahu y Gallant son “penalmente responsables” de crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en Gaza. La petición del fiscal representa un crimen de guerra “matar de hambre a civiles”, poco mencionado en la historia del tribunal, abierto en 2002. De nuevo, la fecha de comisión de este delito empieza a contar a partir del 8 de octubre del año pasado.
La decisión de los jueces al emitir las órdenes de detención ha sido unánime a pesar de que el caso ha estado sometido a fuertes presiones políticas.
La petición original incluía a tres líderes de Hamás. Este jueves solo figuraba Deif porque la Fiscalía considera que los informes sobre su supuesta muerte no son concluyentes. Los otros dos miembros de Hamás ―Ismael Haniya, el líder político hasta que murió, y Yahia Sinwar, que lo sucedió― sí se consideran muertos.
Israel no es un Estado miembro del TPI, niega su jurisdicción y asegura que no ha cometido crímenes de guerra en Gaza, puesto que su objetivo es acabar con Hamás. Palestina sí es miembro del tribunal desde 2015 y los jueces pueden fallar sobre los supuestos delitos cometidos por tropas o ciudadanos israelíes en territorio palestino. Lo mismo sucede a la inversa, y de ahí las órdenes de arresto contra los máximos dirigentes de Hamás. El TPI carece de policía para llevar a cabo las detenciones y depende de la voluntad de sus Estados miembro para hacerlo. Estados Unidos —principal aliado de Israel—, China y Rusia tampoco forman parte del tribunal.
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