El Real Madrid se clasifica como líder de grupo gracias al renacer de Vinicius y la voracidad de Gonzalo

El Real Madrid llegaba a este Mundial de Clubes con el cuerpo magullado. Sin tiempo a recuperarse de las heridas que le había generado una temporada en la que había perdido algo más que la Liga o la Champions. Se había quedado huérfano de identidad, siempre a merced de una individualidad. El único modo de cambiar la situación era fichar un entrenador que impusiese su ley desde el primer día y eso es lo que está pasado con Xabi Alonso. El conjunto blanco superó con claridad al RB Salzburgo como líder de grupo y se medirá en octavos a la Juventus (martes, 21:00 horas). El Real Madrid llegaba a este Mundial de Clubes con el cuerpo magullado. Sin tiempo a recuperarse de las heridas que le había generado una temporada en la que había perdido algo más que la Liga o la Champions. Se había quedado huérfano de identidad, siempre a merced de una individualidad. El único modo de cambiar la situación era fichar un entrenador que impusiese su ley desde el primer día y eso es lo que está pasado con Xabi Alonso. El conjunto blanco superó con claridad al RB Salzburgo como líder de grupo y se medirá en octavos a la Juventus (martes, 21:00 horas).  

El Real Madrid llegaba a este Mundial de Clubes con el cuerpo magullado. Sin tiempo a recuperarse de las heridas que le había generado una temporada en la que había perdido algo más que la Liga o la Champions. Se había quedado huérfano de identidad, siempre a merced de una individualidad. El único modo de cambiar la situación era fichar un entrenador que impusiese su ley desde el primer día y eso es lo que está pasado con Xabi Alonso. El conjunto blanco superó con claridad al RB Salzburgo como líder de grupo y se medirá en octavos a la Juventus (martes, 21:00 horas).

Lo hizo gracias a una versión intensa y mejorada, donde la presión surgió como elemento fundamental. A esto hay que unirle el revivir de la voracidad de un Vinicius que resurgió a base de talento. Marcó un gol y sirvió otro Valverde para abandonar un letargo que no está permitido en un equipo de este nivel. Gonzalo completó la goleada con una definición que muestra su excelso nivel de confianza.

El Real Madrid de Xabi Alonso va tomando forma. Al tercer partido regresó Rüdiger a una zaga que fue de tres centrales en la práctica, con Tchouaméni incrustado entre el alemán y Huijsen. Güler mantuvo el puesto de pivote, en su viaje del extremo hasta el centro. Misma posición para Rodrygo, aunque en su caso, el banquillo (saliría en la segunda parte), que parece el trampolín hacia una posible salida. Ofreció buenas prestaciones el conjunto blanco de inicio, con control de balón y presión alta, encontrando huecos, sobre todo, a través de los pasillos generados por Bellingham.

Hacía mucho tiempo que el Real Madrid no desarrollaba una presión tan efectiva, con dos y hasta tres hombres bien posicionados para cortar línea de pase y recuperar tras pérdida en periodos de menos de cinco segundos. Una forma de jugar idéntica a la que desarrolló el Leverkusen de Xabi Alonso, capaz de armar un pentágono entre todas las líneas que ejercía de jaula para los rivales. El RB Salzburgo solo podía mirar cómo el balón iba de lado a lado, desde una declarada inferioridad.

Gonzalo se ofrecía por todos los costados, mostrándose como un ariete polivalente que, si por méritos futbolísticos se trata, tendría que estar por delante de un Endrick que viajará este fin de semana a EEUU para unirse a la expedición blanca. Vinicius tuvo un mano a mano ante un Zawieschitzky que miraba con preocupación cómo sus compañeros acumulaban kilómetros en sus piernas. Tanto llovió a favor del Real Madrid que acabó llegando el gol en un gran pase de Bellingham que encontró al mejor Vinicius, capaz de recuperar su mejor versión por dentro.

Era el principio de una victoria segura y de un crecimiento asegurado. Al filo del descanso, los de Xabi Alonso encontraron el segundo con otro tanto que mostró la confirmación de las nuevas ideas que han llegado al Real Madrid de la mano del vasco. De nuevo Vinicius volvió a realizar una incursión en el área y en una magnífica decisión, pisó la bola para regalarle a Valverde el 0-2. Un tanto que dejaba completamente orientado el destino del conjunto blanco en los octavos de un torneo en el que va creciendo a la espera de medirse ante los equipos de su nivel.

El Real Madrid concedió oportunidades en el arranque de la segunda mitad, donde el RB Salzburgo agitó el partido desde el banquillo con la entrada de Kjaergaard y Daghim. Pero tiene la sana costumbre de tener a un portero como Courtois que es el mejor defensa ante los apuros. Todo el acierto que tuvieron los de Xabi Alonso le faltó a un equipo austriaco que mejoró prestaciones a costa de un equipo donde Rüdiger, en una aventura ofensiva innecesaria, estuvo a punto de lesionarse.

Con el paso de los minutos, la presión del Real Madrid fue perdiendo efectividad y eso dio opciones a un conjunto rival que está lejos de la élite europea. El gran atractivo del tramo final del encuentro fue Modric, aclamado por el público del Lincoln Financial Field, que elevó el nivel de decibelios con una genialidad de Gonzalo, que está con la confianza del que sabe que le va a salir todo. La expedición blanca regresa a Palm Beach, donde empezó la travesía de un torneo que entra en la fase decisiva, donde cada desconexión será penalizada. Ese será el primer gran examen de Xabi Alonso.

 Diario de Mallorca – Deportes

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