Uno de los cuatro aficionados del Real Madrid acusados por insultos racistas a Lamine Yamal en el Bernabéu, el único de ellos que es menor de edad, ha sido castigado con «30 horas de tareas socioeducativas» y la prohibición de entrar a cualquier estadio durante un año, según ha comunicado LaLiga, como parte personada en el procedimiento judicial que investiga dichos insultos en el clásico del pasado 26 de octubre. Uno de los cuatro aficionados del Real Madrid acusados por insultos racistas a Lamine Yamal en el Bernabéu, el único de ellos que es menor de edad, ha sido castigado con «30 horas de tareas socioeducativas» y la prohibición de entrar a cualquier estadio durante un año, según ha comunicado LaLiga, como parte personada en el procedimiento judicial que investiga dichos insultos en el clásico del pasado 26 de octubre.
Uno de los cuatro aficionados del Real Madrid acusados por insultos racistas a Lamine Yamal en el Bernabéu, el único de ellos que es menor de edad, ha sido castigado con «30 horas de tareas socioeducativas» y la prohibición de entrar a cualquier estadio durante un año, según ha comunicado LaLiga, como parte personada en el procedimiento judicial que investiga dichos insultos en el clásico del pasado 26 de octubre.
El menor de edad ha reconocido los hechos y aceptado los castigos impuestos, además de «solicitar expresamente y por escrito disculpas» a Lamine. El procedimiento continúa su curso con los otros tres adultos acusados por los insultos racistas contra el extremo del Barça, que también sufrieron sus compañeros Raphinha y Alejandro Balde.
Los hechos se produjeron durante la victoria azulgrana por 0-4 en el Santiago Bernabéu durante el clásico de la primera vuelta de LaLiga. «Vete a vender pañuelos a un semáforo» o «mena (menor extranjero no acompañado) de mierda», fueron algunos de los insultos que tuvo que sufrir Lamine, tal y como quedó reflejado en diferentes clips publicados en redes sociales.
Estos insultos se concentraron, de manera especial, cuando Lamine marcó el tercer gol del Barça y acudió a una de las esquinas del campo a celebrarlo. El árbitro del partido, Sánchez Martínez, no recogió ninguno de los insultos en su acta.
El Real Madrid, tras ser consciente de los hechos, anunció la apertura de una «investigación a fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos, para poder adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes». LaLiga, por su parte, comunicó que «denunciará de forma inmediata los insultos y gestos racistas recibidos por los jugadores del FC Barcelona ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional». Otras instituciones, como el CSD, también se sumaron a la condena de estos hechos.
Un mes después de los hechos, la propia Policía Nacional anunció la detención de dos adultos de 44 y 41 años y de un menor de edad por estos hechos. Los tres fueron puestos posteriormente en libertad y a disposición de las autoridades judiciales.
Las denuncias acabaron en un juzgado, que abrió diligencias y citó a declarar a los cuatro acusados. Se desconoce si alguno de ellos era socio del Real Madrid. Al ser uno de ellos menor de edad en el momento de los hechos, se produjo la intervención de la Fiscalía de Menores.
La Comisión Antiviolencia, por su parte, propuso en el mes de diciembre multas de 5.000 euros para cada dos de los cuatro racistas que fueron identificados por sus insultos a Lamine Yamal y de 4.000 euros a quienes insultaron a otros jugadores del Barça durante ese clásico. El Real Madrid, como club, no fue sancionado.
Diario de Mallorca – Deportes
