El Mallorca tiene mucho por hacer

Pablo Ortells tiene mucho por hacer. Solo faltan once días para que el Mallorca empiece la Liga contra el Barcelona en Son Moix (19:30, Movistar) y el director deportivo todavía debe realizar varios fichajes que aumenten el nivel de la plantilla. 72 días después de acabar la Liga anterior, el club bermellón solo se ha reforzado con dos piezas: Pablo Torre y Lucas Bergström. Un bagaje insuficiente para un equipo que a finales de marzo alcanzó los cuarenta puntos. Pablo Ortells tiene mucho por hacer. Solo faltan once días para que el Mallorca empiece la Liga contra el Barcelona en Son Moix (19:30, Movistar) y el director deportivo todavía debe realizar varios fichajes que aumenten el nivel de la plantilla. 72 días después de acabar la Liga anterior, el club bermellón solo se ha reforzado con dos piezas: Pablo Torre y Lucas Bergström. Un bagaje insuficiente para un equipo que a finales de marzo alcanzó los cuarenta puntos.  

Pablo Ortells tiene mucho por hacer. Solo faltan once días para que el Mallorca empiece la Liga contra el Barcelona en Son Moix(19:30, Movistar) y el director deportivo todavía debe realizar varios fichajes que aumenten el nivel de la plantilla. 72 días después de acabar la Liga anterior, el club bermellón solo se ha reforzado con dos piezas: Pablo Torre y Lucas Bergström. Un bagaje insuficiente para un equipo que a finales de marzo alcanzó los cuarenta puntos.

Las prioridades del técnico, Jagoba Arrasate, son un central y un extremo. Con las ventas de Copete al Valencia y de Siebe Van der Heyden al KAA Gent, el eje de la zaga se ha debilitado. Los sustitutos de Martin Valjent y Antonio Raíllo son David López y Leo Lucas. En el caso del defensa palmesano, el entrenador de Berriatua tiene confianza en él, en cambio la situación del otro canterano es diferente y es difícil que se quede con los mayores porque necesita más experiencia.

El Mallorca necesita un central de garantías. Un jugador que pueda pelear con la pareja titular por hacerse con un puesto en el once inicial. Raíllo, que cumplirá 34 años en octubre, solo ha jugado una parte completa esta pretemporada contra el Sant Andreu en el primer amistoso del año y, aunque este lunes se ejercitara con el grupo, es mejor cubrirse las espaldas.

La necesidad de fichar, al menos un extremo de nivel, es un mal endémico en el proyecto de Pablo Ortells. Es cierto que la plantilla cuenta con cuatro extremos: Takuma Asano, Javi Llabrés, Daniel Luna y Marc Domènech, pero solo el japonés parte con el cartel de titular, eso sí, en su primer año no tuvo regularidad. El resto son jugadores jóvenes que necesitan confianza y, de momento, parece que son futbolistas válidos para completar la plantilla, pero no para tener un rol protagonista.

La prioridad es un jugador de banda por la izquierda, a pesar de que sí ha habido interés por algunos como el jugador del Barcelona Jan Virgili, todavía no se ha concretado ningún refuerzo. Es un puesto clave para Jagoba Arrasate porque, en caso de no fichar, apunta a que Sergi Darder o Pablo Torre partirán desde el costado zurdo el próximo sábado contra el conjunto culé.

Ha habido dos salidas, pero debe haber más para que Pablo Ortells tenga margen económico para incorporar a nuevos futbolistas. Es cierto que las ventas de Siebe Van der Heyden y Copete han generado unos seis millones de euros de ingreso, aunque con el fichaje de Torre se han gastado cinco. Casi, lo comido por lo servido. Además, el cántabro, que es un perfil similar al de Robert Navarro, tiene un salario más importante para las arcas del club.

Solo con dos refuerzos y dos ventas, el Mallorca seguirá siendo prácticamente el mismo que el que acabó la Liga, aunque con varias papeletas todavía que solucionar como las salidas de Greif y Larin. Y, al menos, debe traer tres fichajes que eleven el nivel de la plantilla para que, por fin, Arrasate considere que se ha hecho «un buen mercado», como pidió hace tres meses. Aunque todavía hay mucho por hacer y queda, cada vez, menos tiempo.

 Diario de Mallorca – Deportes

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