Solo han pasado noventa días, pero la Liga regresa a Son Moix. Desde aquella infausta tarde frente al Getafe, en la que se dijo adiós a Europa y en la que se fracturó parte del amor entre el Real Mallorca y su afición, el fútbol oficial no se vivía en Palma. El regreso, esperado por muchos, se consumará esta noche con posiblemente el reto más difícil que se encontrarán los de Jagoba Arrasate este curso. Visita la isla el FC Barcelona (19:30 horas/Movistar), vigente campeón de la competición y favorito a reeditar el título. Solo han pasado noventa días, pero la Liga regresa a Son Moix. Desde aquella infausta tarde frente al Getafe, en la que se dijo adiós a Europa y en la que se fracturó parte del amor entre el Real Mallorca y su afición, el fútbol oficial no se vivía en Palma. El regreso, esperado por muchos, se consumará esta noche con posiblemente el reto más difícil que se encontrarán los de Jagoba Arrasate este curso. Visita la isla el FC Barcelona (19:30 horas/Movistar), vigente campeón de la competición y favorito a reeditar el título.
Solo han pasado noventa días, pero la Liga regresa a Son Moix. Desde aquella infausta tarde frente al Getafe, en la que se dijo adiós a Europa y en la que se fracturó parte del amor entre el Real Mallorca y su afición, el fútbol oficial no se vivía en Palma. El regreso, esperado por muchos, se consumará esta noche con posiblemente el reto más difícil que se encontrarán los de Jagoba Arrasate este curso. Visita la isla el FC Barcelona (19:30 horas/Movistar), vigente campeón de la competición y favorito a reeditar el título.
Desde el momento en que se hizo público el calendario de los bermellones, ya se supo que el debut en la quinta temporada seguida en Primera División iba a ser muy difícil. Y ya no solo por la envergadura del rival, que es enorme, sino por otras muchas circunstancias.
La plantilla del Mallorca todavía está por definir, con varios jugadores titulares el curso pasado con la cabeza en otra parte y refuerzos que no terminan de llegar. Además, la terrible segunda vuelta que realizó el Mallorca todavía colea en la memoria de muchos y un mal inicio en cuanto a juego puede revivir los fantasmas y poner nervioso a más de uno, tanto en el campo como en la grada.
Y a todo ello, se le suma además que las altas temperaturas castigarán con fuerza a todos los presentes en Son Moix. La isla se encuentra en alerta amarilla hasta media hora antes del encuentro, cuando se esperan 35 grados y una alta humedad. Todo un riesgo para futbolistas y para los aficionados.
A falta de refuerzos, el once del Mallorca oculta pocas dudas. Como en el Ciutat de Palma, estarán Leo Román, Morey, Valjent, Raíllo y Mojica en defensa; en el centro formarán Pablo Torre, Morlanes y Mascarell o Antonio, con Darder y Asano más abiertos en bada y Muriqi en ataque. Mateo Joseph, ya inscrito, tendrá minutos en la segunda mitad.
Enfrente, un Barcelona que, pese a la baja de Lewandowski, por lesión, es temible. «El reto es mayúsculo», reconoció Arrasate ayer en rueda de prensa. Y no es para menos. El Barcelona, con Flick a los mandos, le ha dado una vuelta a su estilo, convirtiendo a su equipo en una máquina rápida y efectiva, en la que importan más los goles a favor que la defensa y con una abanico de futbolistas repletos de calidad.
El conjunto culé afronta el encuentro con un balance perfecto en cuatro amistosos de pretemporada (1-3 ante Vissel Kobe, 3-7 frente al Seoul y 0-5 contra Daegu y Como), tras mostrar un juego ofensivo y ambicioso que le permitió conquistar la pasada temporada LaLiga, la Copa del Rey y la Supercopa de España.
Diario de Mallorca – Deportes