El gran (y difícil) reto de Alcaraz arranca en Cincinnati: «Quiero recuperar el número uno del mundo»

Solo dos de los 21 títulos que ha conseguido en su aún joven carrera Carlos Alcaraz han llegado a partir de agosto. A saber: el inolvidable Abierto de EEUU de 2022, su primer grand slam; y el ATP 500 de Pekín del año pasado, derrotando a su némesis Jannik Sinner en la final. No, el final del verano y el otoño no son las semanas predilectas del número 2 del mundo. Y esa carencia, a día de hoy, es la que más le lastra en su objetivo indisimulado de ser el mejor tenista del planeta antes de que 2025 expire. Solo dos de los 21 títulos que ha conseguido en su aún joven carrera Carlos Alcaraz han llegado a partir de agosto. A saber: el inolvidable Abierto de EEUU de 2022, su primer grand slam; y el ATP 500 de Pekín del año pasado, derrotando a su némesis Jannik Sinner en la final. No, el final del verano y el otoño no son las semanas predilectas del número 2 del mundo. Y esa carencia, a día de hoy, es la que más le lastra en su objetivo indisimulado de ser el mejor tenista del planeta antes de que 2025 expire.  

Solo dos de los 21 títulos que ha conseguido en su aún joven carrera Carlos Alcaraz han llegado a partir de agosto. A saber: el inolvidable Abierto de EEUU de 2022, su primer grand slam; y el ATP 500 de Pekín del año pasado, derrotando a su némesis Jannik Sinner en la final. No, el final del verano y el otoño no son las semanas predilectas del número 2 del mundo. Y esa carencia, a día de hoy, es la que más le lastra en su objetivo indisimulado de ser el mejor tenista del planeta antes de que 2025 expire.

No piensa ahora mismo tan a largo plazo Alcaraz, quien prepara su debut de este domingo en el Masters 1000 de Cincinnati. Será su regreso a la competición tras la final perdida en Wimbledon, el pasado 13 de julio, tras optar por renunciar al Masters 1000 de Canadá (ganado por Ben Shelton la pasada madrugada) al igual que hizo el año pasado.

En el recuerdo, claro, su decepcionante participación en el torneo de Ohio el año pasado. Perdió en su debut contra el francés Gael Monfils y protagonizó una escena de evidente frustración, rompiendo su raqueta sobre el cemento de la pista. Un momento que exhibió su agotamiento mental, tras disputar Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos en apenas mes y medio.

Este año, sin cita olímpica de por medio, la situación es diferente. Alcaraz ha tenido tiempo para desconectar. Y lo ha hecho. «Cuando estoy libre, lo estoy por completo. No voy al gimnasio para nada. La primera semana de vacaciones les dije a mis amigos que me iba a correr con ellos por la mañana, pero al despertarme decidí quedarme durmiendo y los esperé con el desayuno», ha explicado estos días, con su desparpajo y naturalidad habituales. ‘A mi manera’.

La primera semana de vacaciones les dije a mis amigos que me iba a correr con ellos por la mañana, pero al despertarme decidí quedarme durmiendo

Mantener la mente limpia es el gran reto para Alcaraz en este momento de su carrera. No es casualidad, o no lo parece, que su único éxito en el Abierto de EEUU llegara en su primera gran temporada en el circuito, en el que no alcanzó tantas rondas finales durante los meses previos como le ha ocurrido, por suerte para él, en estos tres últimos cursos.

Alcaraz no compite desde la derrota contra Sinner en la final de Wimbledon.
Alcaraz no compite desde la derrota contra Sinner en la final de Wimbledon. / NEIL HALL / EFE

«Hay muchas cosas que quería añadir a mi juego para mejorar en los partidos, pero ahora mismo mi objetivo es el mismo: ser feliz, disfrutar dentro y fuera de la cancha en los mejores torneos del mundo«, detalla el murciano, en vísperas de su debut en Cincinnati contra el ganador del partido entre el italiano Mattia Bellucci y el bosnio Damir Dzumhur.

En un torneo en el que las únicas ausencias de máximo nivel son las de Novak Djokovic y Jack Draper, Alcaraz aspira a ir avanzando rondas hasta una final en la que se podría encontrar, de nuevo, con Sinner, quien debuta este sábado contra el colombiano Daniel Galán. Antes, podría verse las caras contra Andrey Rublev o Alex de De Miñaur en cuartos de final y ante Sascha Zverev o Ben Shelton en ‘semis’. Su mejor resultado en Cincinatti es la final que perdió contra Djokovic en 2023.

De cara a su objetivo de acabar el año como número uno del mundo, la ganancia está casi asegurada para Alcaraz, pues no defiende puntos tras su derrota en primera ronda del año pasado mientras que Sinner defiende título. En todo caso, el italiano goza de más de 2.000 puntos de ventaja, por lo que le sería imposible marcharse de Ohio como líder del ranking aun en el mejor de los supuestos para él.

Mi objetivo en esta segunda parte de la temporada es intentar recuperar el número uno al final del año

Pero Cincinatti, pese a ser un Masters 1000, no deja de ser también una puesta a punto para el gran objetivo de este segundo tramo de temporada: el Abierto de EEUU que se disputa a partir de la última semana de agosto. «Mi objetivo en los partidos y en todo es intentar recuperar el número uno al final del año. Ese es mi objetivo para esta segunda parte del año», explica. Este domingo arranca el reto.

 Diario de Mallorca – Deportes

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