Xabi Alonso comienza este miércoles en Estados Unidos su etapa como técnico del Real Madrid. Una aventura que arranca con muchas incógnitas por la falta de tiempo y de fichajes en esta etapa inicial que ha amanecido condicionada por ir contrarreloj debido a la disputa del Mundial de Clubes. Xabi Alonso comienza este miércoles en Estados Unidos su etapa como técnico del Real Madrid. Una aventura que arranca con muchas incógnitas por la falta de tiempo y de fichajes en esta etapa inicial que ha amanecido condicionada por ir contrarreloj debido a la disputa del Mundial de Clubes.
Xabi Alonso comienza este miércoles en Estados Unidos su etapa como técnico del Real Madrid. Una aventura que arranca con muchas incógnitas por la falta de tiempo y de fichajes en esta etapa inicial que ha amanecido condicionada por ir contrarreloj debido a la disputa del Mundial de Clubes.
Cuando el Real Madrid salte al césped del Hard Rock Stadium de Miami este miércoles, los blancos habrán completado solo tres entrenamientos con el tolosarra al mando en The Gardens North County District Park, unas instalaciones al norte de Miami situadas a media hora de su hotel en Palm Beach. Allí Xabi ha dispuesto por primera vez de toda su plantilla con sesiones infernales a 32 grados y una humedad que supera el 60%. Condiciones parecidas a las que sufrirán ante el Al-Hilal, programa a las 15.00 horas de Miami. Un horario que Luis Enrique, técnico del París Saint-Germain, ya ha advertido que condiciona el juego por el sofocante calor que hace a esa hora.
Sin embargo, en el club blanco hay otras inconvenientes que condicionan la presentación en sociedad del Real Madrid de Xabi Alonso. El vasco contará con los refuerzos de Trent Alexander-Arnold y Dean Huijsen en defensa, pero no ha llegado un fichaje para el carril zurdo, como pidió el técnico. Eso provocará que Alonso tenga que decidir si se resigna a cambiar su sistema para adaptarse a otro con el que salir adelante con los jugadores que tiene, o si prefiere reciclar a algún jugador en esa posición y mantener su idea de juego con el 3-4-3 que alineaba en el Leverkusen.
Si claudica, formaría con una línea de cuatro en la que Huijsen y Asencio apuntan a ser la pareja titular de centrales, ya que Militao y Rudiger no están aún aptos para jugar al máximo rendimiento, mientras que en las bandas es donde aparecen las dudas. En la derecha, con Carvajal finalizando su recuperación, Alenxander-Arnold ocuparía el flanco, pero el inglés es un jugador de enorme proyección ofensiva que descuida la espalda, al ser más carrilero que lateral. Y en la izquierda Fran García parece el hombre elegido para moverse por esa banda, al no estar Mendy disponible. Si finalmente apostase por el dibujo de tres atrás, algo poco probable en Miami al tener muchos jugadores recuperándose atrás, entre los tres del fondo sumaría a Huijsen y Asencio al canterano Jacobo Ramón, reciclaría a Aurelien Tchouameni o apostaría por Carvajal, Militao o Rudiger, en función de la disponibilidad de los tres.
Si la primera incógnita es conocer si Xabi se resignará a cambiar su dibujo por la falta de jugadores, la segunda es cómo afrontará el desafío de gestionar un vestuario en el que la lucha de egos condenó al equipo la pasada temporada. Lo que Ancelotti bautizó de forma eufemística como “falta de compromiso colectivo”. De Alonso se espera que construya un Real Madrid de autor, un equipo reconocible en el que imponga su personalidad y los jugadores transijan priorizando el interés colectivo. Sin embargo, el histórico reciente del club advierte que quienes han conquistado Europa y se han marchado con éxito del club han sido los técnicos con mano izquierda como del Bosque, Zidane y Ancelotti.
Hay curiosidad en la planta noble del Bernabéu y en una parte del vestuario por ver si Xabi seguirá siendo el del Leverkusen, imponiendo la idea de juego al protagonismo de sus estrellas. O por el contrario, si suaviza ese intervencionismo que tenía en el club alemán y se ‘ancelottiza’ para tratar de ganarse al vestuario. Las primeras declaraciones del tolosarra a su llegada a Miami hacen pensar que su idea de juego sigue siendo innegociable: “Empezamos una nueva etapa y tenemos que priorizar lo importante: qué queremos ser, cómo queremos jugar y que lo sintamos. Eso queremos poder hacerlo desde el primer momento, desde el partido con el Al Hilal. Primero reconocernos a nosotros mismos”, advertía el técnico en sus primeras reflexiones en suelo estadounidense.
Las primeras palabras del vasco al vestuario fueron claras. O corren o saldrá del once entrando alguien que lo haga. Un mensaje para navegantes que además el vasco ha ejemplificado en el triunfo en la Champions del París Saint-Germain. , como recordó a sus jugadores, “corren todos”. Y ese mensaje también incumbe a Kylian Mbappé, Vinícius y Rodrygo. Ellos tienen que ser la primera línea de defensa con su presión. Alonso ha sido amable en sus declaraciones sobre el primer contacto con el grupo: “Han sido contactos muy positivos. Poco a poco los vas conociendo, vas teniendo ese contacto muy necesario y poco a poco van llegando más jugadores”. Pero el vasco también ha mostrado ya su carácter a los dirigentes blancos a la hora de negociar la preparación y los refuerzos que necesita la plantilla, donde no se ha echado atrás a la hora de hablar con José Ángel Sánchez y Juni Calafat.
Sin embargo, Xabi sabe que el reloj corre en su contra: “Se tiene que acelerar todo porque tenemos muy poco tiempo para conocernos y entrenar. Empezaremos a hacer equipo y tenemos tres entrenamientos antes del partido. Venimos con muchas ganas, con la ilusión de hacer un buen torneo y de llegar hasta el final”. Xabi ejerce de Xabi, aunque alguno apuesten a que se termina ‘ancelottizando’ con el vestuario.
Diario de Mallorca – Deportes