El Barça devora al Como y recupera el Gamper

El Joan Gamper es un episodio en sí mismo. De puro presente, que ni tiene relación con el curso pasado, salvo por una exagerada presencia de fichajes que refleje un monumental fracaso anterior, ni un indicativo del futuro que aguarda al equipo. Fue disruptivo el del 2024 por la llegada de Hansi Flick, y quedó como una anécdota la derrota con el Mónaco ante la arrasadora campaña posterior. El Joan Gamper es un episodio en sí mismo. De puro presente, que ni tiene relación con el curso pasado, salvo por una exagerada presencia de fichajes que refleje un monumental fracaso anterior, ni un indicativo del futuro que aguarda al equipo. Fue disruptivo el del 2024 por la llegada de Hansi Flick, y quedó como una anécdota la derrota con el Mónaco ante la arrasadora campaña posterior.  

El Joan Gamper es un episodio en sí mismo. De puro presente, que ni tiene relación con el curso pasado, salvo por una exagerada presencia de fichajes que refleje un monumental fracaso anterior, ni un indicativo del futuro que aguarda al equipo. Fue disruptivo el del 2024 por la llegada de Hansi Flick, y quedó como una anécdota la derrota con el Mónaco ante la arrasadora campaña posterior.

El precedente inmediato convertía el resultado frente al Como en una pequeña insignificancia de corto recorrido. Entre otras cosas, porque el sábado empezará la Liga en Mallorca. La goleada no será el presagio de un festival parecido en Palma, por más que el Barça fue el mayor goleador del mundo. El Mallorca no exhibirá el atrevimiento del Como ni es tan joven ni le cogerá tan desprevenido el acoso de los azulgranas para recuperar el balón.

Fermín grita uno de sus dos goles del primer tiempo.
Fermín grita uno de sus dos goles del primer tiempo. / Quique García / EFE

El once de Cesc Fàbregas aguantó el tipo hasta el doblete de Fermín -seis balones recuperados en el primer tiempo anotó Flick con satisfacción- y se diluyó inmediatamente antes del descanso (4-0). La diferencia se amplió a continuación con el doblete de Lamine Yamal, en una segunda mitad que sobraba, apenas útil para que los cuerpos empiecen a habituarse a lo que les espera. El segundo Gamper en el Johan Cruyff terminó igual que el primero -entonces, en 2021 cayó la Juventus- y el Barça pudo recuperar su trofeo.

El meollo residía en la interrelación de la hinchada con los jugadores, en particular con Marc-André ter Stegen por su enfrentamiento con el club. Aunque se había restituido la paz con la rectificación del meta, el perdón del club y el encuentro privado final con Joan Laporta, que trascendió con tanta naturalidad como la aparición de 475 butacas vip en el Estadi Johan Cruyff, a ver si Javier Tebas se entera de que esta palanca es verdadera y veraz.

Marcus Rashford, en un avance azulgrana frente al Como.
Marcus Rashford, en un avance azulgrana frente al Como. / Quique García / EFE

No era el primer día el momento para expresar el rencor ni el reproche, y menos en el regreso del tricampeón, que destrozó por el camino al Madrid. Tampoco la audiencia, toda renovada, iba a pasar cuentas. Los culés antiguos fuera del palco se podían contar con las manos.

«Para mí, personalmente, era importante solucionar el tema y es el momento para mirar hacia adelante», se había preparado Ter Stegen en su parlamento como medida preventiva. Apareció con el brazalete colocado y el número uno a la espalda. También lo llevaba Joan Garcia.

Marc-André Ter Stegen (i), durante la presentación del equipo.
Marc-André Ter Stegen (i), durante la presentación del equipo. / Quique García / EFE

Todo transcurría con tanta naturalidad que antes del primer minuto ya se había producido el primer fuera de juego y había sido necesaria la primera gran parada de Joan Garcia al continuar la jugada. Se llevó la atronadora ovación que no había recibido en la presentación. Seguramente era porque la mayoría de los espectadores (5.967, que no llenaron todas las butacas), de paso por la ciudad, no conocían su pasado perico; en todo caso, el volumen de los aplausos fue inferior al de Marcus Rashford y al de algunos tricampeones como Pedri, Lamine Yamal, Raphinha o Fermín.

Sergi Roberto se despide de la afición azulgrana al ser sustituido en la segunda mitad.
Sergi Roberto se despide de la afición azulgrana al ser sustituido en la segunda mitad. / Quique García / EFE

Todos ellos estuvieron en el once inicial y devoraron al Como, inexperto para combatir a un equipo como este Barça que no tiene parangón. Acaso se le acerque el París Saint Germain en estilo e intensidad, también el Liverpool, un tipo de rivales que el joven conjunto de Cesc no ha catado.

Lamine Yamal y Alejandro Balde celebran el 5-0, obra del delantero.
Lamine Yamal y Alejandro Balde celebran el 5-0, obra del delantero. / AFP7 vía Europa Press

Ya se sabe que Flick es poco dado a inventos, y en el último ensayo debía preparar al Barça que abrirá la Liga. Rashford ocupó el puesto de delantero centro del lesionado Lewandowski y Cubarsí se desplazó a la izquierda de la defensa para tapar el vacío dejado por Iñigo Martínez.

Fermín acabó la Liga de titular y desea conservar el privilegiado puesto en una zona donde afronta una enorme competencia. Dio el primer paso de los muchos que tendrán que dar todos. Están preparados.

 Diario de Mallorca – Deportes

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