EE UU despliega 4.000 militares en aguas de América Latina y el Caribe para perseguir a los carteles, según la CNN

El ejército estadounidense está desplegando más de 4.000 infantes de marina en aguas alrededor de América Latina y el Caribe como parte de la ofensiva de la Administración republicana contra los carteles de la droga, ha informado este viernes la cadena CNN. La demostración de fuerza se produce una semana después de que el presidente Donald Trump ordenara al Pentágono combatir a los carteles de la droga extranjeros, potencialmente fuera de Estados Unidos.

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 El presidente Trump dio luz verde la semana pasada a la movilización del ejército en la ofensiva contra grupos narcotraficantes extranjeros  

El ejército estadounidense está desplegando más de 4.000 infantes de marina en aguas alrededor de América Latina y el Caribe como parte de la ofensiva de la Administración republicana contra los carteles de la droga, ha informado este viernes la cadena CNN. La demostración de fuerza se produce una semana después de que el presidente Donald Trump ordenara al Pentágono combatir a los carteles de la droga extranjeros, potencialmente fuera de Estados Unidos.

La temida intervención militar de EE UU en el extranjero, que ha puesto en alerta especialmente a Venezuela y México, confirma los temores de los países de la región, muchos de ellos escenario de operaciones bendecidas por el intervencionismo de la doctrina Monroe, que quedó resumida en la expresión «América para los americanos”, lo que implicaba que EE UU se reservaba el derecho de proteger el hemisferio occidental de la influencia y la colonización europeas. El despliegue del Grupo Anfibio Iwo Jima y la 22ª Unidad Expedicionaria de los Infantes de Marina del Comando Sur, del que no se había informado anteriormente, es parte de un reposicionamiento más amplio de activos militares en el área de responsabilidad de dicho comando y se ha preparado durante las últimas tres semanas, dijo uno de los dos funcionarios de Defensa que explicaron los planes militares a la CNN.

La Marina ha confirmado este viernes el despliegue del USS Iwo Jima, la 22ª Unidad Expedicionaria y los otros dos barcos del grupo anfibio (el USS Fort Lauderdale y el USS San Antonio), pero sin detallar el lugar al que se dirigen.

Como parte de la misión, también se asignarán al Comando Sur de Estados Unidos un submarino de ataque de propulsión nuclear, aviones de reconocimiento adicionales, varios destructores y un crucero de misiles guiados, según las dos fuentes, amparadas en el anonimato.

Una tercera fuente ha explicado a la cadena que los activos adicionales están “destinados a abordar las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos provenientes de organizaciones narcoterroristas especialmente designadas [designadas como terroristas por Washington] en la región”.

Desde enero, cuando la Administración republicana declaró “organizaciones terroristas extranjeras” a los principales carteles del narcotráfico, Washington ha incrementado la presión sobre los responsables de inundar el país de fentanilo, el argumento utilizado por el presidente para justificar también la imposición de aranceles a México y Canadá, en castigo por su supuesta inoperancia para frenar el flujo de drogas. Este jueves, el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 26 millones de dólares por la captura de cinco capos del grupo mexicano Carteles Unidos.

Según la información proporcionada a la CNN por una de las fuentes, el refuerzo militar en la zona es por ahora principalmente una demostración de fuerza, destinada más a enviar un mensaje a los carteles que a un ataque concreto. Pero la presencia de fuerzas da al Pentágono una amplia gama de opciones si el presidente ordena un golpe a objetivos del narco. El despliegue incluye también un elemento de combate aéreo.

La movilización de la unidad expedicionaria de la marina ha generado, sin embargo, dudas sobre la capacidad de los marines para interceptar alijos de drogas y neutralizar rutas de suministro. Si se les encomiendan esas tareas, tendrán que depender en gran medida de la Guardia Costera, según funcionarios del Pentágono a los que ha tenido acceso la cadena. La Guardia Costera es una rama de las fuerzas armadas que hace cumplir las leyes marítimas y ejerce labores de socorro.

El ejército estadounidense desplegó en marzo destructores en aguas alrededor de la frontera con México para apoyar la misión de seguridad fronteriza del Comando Norte de Estados Unidos y reforzar la presencia de Estados Unidos en el hemisferio occidental. Sin embargo, los activos adicionales que se están trasladando ahora quedarán bajo el Comando Sur de EE UU, al que apoyarán durante al menos los próximos meses, dijo uno de los funcionarios.

En un memorando firmado a principios de año, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, instruía al Pentágono a “sellar nuestras fronteras, repeler formas de invasión, incluida la migración masiva ilegal, el tráfico de drogas, el contrabando y la trata de personas y otras actividades criminales, y deportar a extranjeros ilegales en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional”.

En los últimos dos siglos, y en virtud de la doctrina Monroe, ha habido numerosas intervenciones políticas, militares y económicas estadounidenses en América Latina, una región injustamente considerada el “patio trasero” de Washington. Hace seis días, la orden de Trump de recurrir al ejército para luchar contra el crimen organizado sacudió la relación con México, que rechazó de plano que tropas de EE UU entren a su territorio para combatir a los carteles.

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