La policía ha detenido este lunes en Pensilvania al sospechoso de asesinar la semana pasada al consejero delegado de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en Nueva York. El detenido, Luigi Mangione, de 26 años, natural de Maryland, se encuentra bajo custodia policial y, según ha revelado una fuente de la investigación a la agencia Associated Press, en su poder se hallaron notas manuscritas especialmente críticas con el sector de los seguros de salud, así como un arma que la policía cree fue la utilizada en el asesinato, un silenciador y varios documentos de identidad falsos.
La policía ha hallado en poder del joven, de 26 años, la pistola utilizada en el crimen, un silenciador y documentos de identidad falsa, así como notas manuscritas muy críticas con el sector de los seguros de salud
La policía ha detenido este lunes en Pensilvania al sospechoso de asesinar la semana pasada al consejero delegado de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en Nueva York. El detenido, Luigi Mangione, de 26 años, natural de Maryland, se encuentra bajo custodia policial y, según ha revelado una fuente de la investigación a la agencia Associated Press, en su poder se hallaron notas manuscritas especialmente críticas con el sector de los seguros de salud, así como un arma que la policía cree fue la utilizada en el asesinato, un silenciador y varios documentos de identidad falsos.
El crimen de Thompson conmocionó a la ciudad de Nueva York, sembrada de miles de cámaras de videovigilancia cuyas imágenes los investigadores intentan expurgar desde el miércoles pasado, pero también afloró el acusado malestar de miles de personas por los abusos de las aseguradoras. Al sospechoso del asesinato se le perdió la pista el mismo miércoles poco después del suceso, en una estación de autobuses interestatales del norte de Manhattan con conexiones, entre otros destinos, a varios puntos de Pensilvania.
La policía ha detenido al sospechoso tras recibir un aviso de que había sido visto en un McDonald’s cerca de la ciudad de Altoona, unos 375 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York, donde fue identificado por un empleado del local mientras comía en una mesa. El FBI, la agencia federal de investigación, había aumentado este domingo hasta 50.000 dólares la recompensa inicial de 10.000 ofrecida por la policía de Nueva York a quien pudiese dar información sobre el paradero del sospechoso. La edad del detenido encaja con la imagen difundida por las fuerzas del orden, en especial las dos únicas que le muestran a cara descubierta, tomadas en la recepción del hostal de Nueva York donde se alojó la semana antes del suceso. En el resto de las imágenes aparece con la cara cubierta por una mascarilla.
“Por el momento, la información que tenemos de Altoona es que el arma parece ser una pistola fantasma [no registrada] que puede haber sido fabricada en una impresora 3D, capaz de disparar una bala de nueve milímetros”, ha explicado el jefe de detectives de la policía de Nueva York, Joseph Kenny, en una rueda de prensa. En el lugar del crimen se encontraron casquillos de balas de ese calibre, con palabras como “denegar, defender y deponer” (o declarar, en un contexto judicial), lo que apuntaba al móvil de la venganza.
El sospechoso tenía un documento manuscrito que “habla tanto de su motivación como de su mentalidad”, según el comisario de policía de Altoona, y que sugería que el sospechoso tenía “una clara animadversión hacia las empresas estadounidenses”, según Kenny. Según la cuenta de X (antes Twitter) del canal de televisión italiano Tgcom24, en la nota aparece el siguiente mensaje: “Pido disculpas pero había que hacerlo, estos parásitos se lo merecían”. Al detenido, con vínculos con San Francisco y cuya última dirección conocida es Honolulu (Hawái), se le leerán los cargos en Altoona. “En algún momento nos pondremos de acuerdo en la extradición para traerlo de vuelta a Nueva York y que se enfrente a los cargos que se le imputan aquí, en colaboración con la oficina del fiscal del distrito de Manhattan”, ha explicado Kenny.
Mientras el Departamento de Policía de Nueva York enviaba a un número indeterminado de detectives a Altoona para interrogar a Mangione, un portavoz de la Universidad de Pensilvania ha confirmado que el detenido se graduó en 2020 con una licenciatura y un máster en informática. En su perfil de X aparece fijada una radiografía de lo que parece ser su columna vertebral, con numerosos clavos. La detención ha multiplicado exponencialmente el número de seguidores de Mangione en la red social: de los 60 que tenía esta mañana, a varios cientos nuevos por minuto.
Mientras los medios aún proyectan en bucle imágenes de buceadores del Departamento de Policía en un estanque de Central Park, que el sospechoso atravesó en diagonal en su huida, en busca de pruebas, el arresto del sospechoso pone teóricamente fin a una caza al hombre masiva, con perros, drones y centenares de agentes desplegados por la ciudad. Thompson cobraba 10,2 millones de dólares al año como consejero delegado de la división de seguros de salud de UnitedHealth Group, la compañía líder del sector y, según la lista de Fortune 500, la cuarta del país por volumen de negocio. Su muerte, minutos antes de participar en la conferencia anual de inversores en un hotel de Manhattan, ha destapado la caja de los truenos de la frustración de los asegurados, con una oleada de testimonios en redes sociales de perjudicados por un sistema en el que prima el dinero. La rabia, el resentimiento y la impotencia de miles de usuarios han elevado al sospechoso a una figura que hizo justicia: tal es el nivel de exasperación de los agraviados.
Feed MRSS-S Noticias