Cristina Sáenz de Pipaón, científica y CEO: “Empresas y laboratorios no hablan el mismo idioma”

Formada como física y doctora en magnetismo molecular, su trabajo en el Instituto Catalán de Investigación Química acabó llevando a Cristina Sáenz de Pipaón (Logroño, 42 años) al mundo de la empresa, al ponerse al frente de una spin-off que surgió de uno de los hallazgos que allí se desarrollaron. Orchestra Scientific ha desarrollado una tecnología para la captura, depuración y reutilización de CO₂ biogénico que ya se emplea, por ejemplo, en los procesos producción de vino, y por el que ha recibido el I premio Miguel Salís, entregado la semana pasada en Madrid. Sáenz de Pipoán, con su pareja y su bebé de seis semanas, acudió a recibir el galardón, que premia a jóvenes empresas enfocadas en la transición energética mediante la innovación, el impacto ambiental y la escalabilidad.

Pregunta. De la investigación al mundo de la empresa. ¿Cómo se produjo ese salto?

Respuesta. Fue un momento de oportunidad. En el laboratorio donde trabajaba se desarrolló un material que tiene mucho potencial y me pareció interesante. Mi perfil estaba más abierto a escuchar y a entender el mundo. Salté para montar la empresa.

P. ¿Y qué se encontró?

R. Que empresas y laboratorios no hablan el mismo idioma. Hay un problema de transferencia tecnológica. En España tenemos proyectos muy potentes que no dan el salto a la industria porque, una vez que llegan a un determinado nivel de desarrollo tecnológico 3-4 (el llamado Technology Next Level), la universidad se desentiende, pero la empresa lo quiere en un nivel de desarrollo 7-8, es decir, a punto para la compra. Hay un desfase, y ahí es donde tiene que haber un perfil emprendedor que tire de ello.

P. ¿Cómo salvar esa brecha entre universidad y empresa?

R. Hay investigadores que se centran en resolver problemas usando materiales muy escasos y muy caros y eso no tiene sentido. Y el problema de la industria es que debería arriesgarse un poquito más, debería haber más colaboración pública-privada.

P. ¿Qué acciones se deberían acometer?

R. Lo primero es la formación. No hay una sola asignatura en las carreras de física o química que hable de emprendimiento, algo que sí tienen los ingenieros. Los investigadores en muchos casos se dedican a publicar, pero se olvidan de que la transferencia es una de las misiones de la universidad. Lo otro es que hay que apoyar proyectos para salvar esa brecha en el desarrollo.

P. ¿Orchestra Scientific ha desarrollado una tecnología que reutiliza CO₂?

R. Cuando se dice CO₂ lo primero en lo que mucha gente piensa es que es el gas responsable del efecto invernadero, pero es también algo que se utiliza, por ejemplo, en las bebidas carbonatadas o en las bolsas de lechuga para que se conserve mejor. En el sector agroalimentario la compra de CO₂ mueve millones. Así que tenemos un gas que tiene efectos nocivos en el medio ambiente cuando lo emitimos y que a la vez hay industrias que lo necesitan.

P. ¿Y cómo cerrar el círculo?

R. Nosotros vamos a pequeña escala y somos muy versátiles, porque cogemos CO₂ de cualquier chimenea o cualquier degradación de productos orgánicos por la que se emite biogás. No pensamos en un único sector y tenemos los pies en la tierra. Hay proyectos empiezan pidiendo 30 millones de euros para ir a una cementera y hacer una planta de gigatoneladas, pero nuestra apuesta es por bodegas o mataderos hasta llegar a grandes emisores.

P. En la producción de vino, ¿qué cifra de CO₂ logran reutilizar?

R. En su producción necesitan unas 60 toneladas de CO₂ al año, así que cogemos el que se emite en el proceso y lo purificamos para que se pueda reutilizar y no lo tengan que comprar. Pero podemos hacer plantas tamaño bodega o ayudar a una cementera.

P. Es frecuente que el CO₂ capturado a gran escala se entierre.

R. Nosotros no queremos enterrar el gas porque lo podemos purificar a niveles de 99,9% de tal forma que se puede reutilizar. La idea es buscar a quienes están comprando CO₂ en pequeñas plantas y decirles que seguro que emiten ese mismo gas y que les podemos ayudar.

P. ¿En qué se parece una CEO a una directora de orquesta?

R. Si tienes buenos músicos, los tienes que dejar hacer y solo coordinarlos, hay que confiar en ellos.

P. Para las mujeres, ¿es más difícil el mundo de la empresa o el de la ciencia?

R. En el mundo de la ciencia el relevo generacional está costando más.

P. ¿Quiénes son sus referentes?

R. No tengo referentes de mujeres emprendedoras, tengo amigas. Es complicado buscar un espejo.

P. ¿Cuál es el error más común al hablar de tecnología con impacto positivo en el medioambiente?

R. No eres de impacto cuando no está en tu visión y tu misión.