Carmen Machi: «Nunca se me pasó por la cabeza ni ser conocida ni popular»

Carmen Machi se sale de todos los registros. Lo mismo se mete en la piel de una cómica madre falsa vasca, que resucita en el Primavera Sound o borda el papel de una seria y gris inspectora de Hacienda dispuesta a jubilarse por todo lo alto tras cazar a una famosa defraudadora en la serie de éxito de Movistar Plus+ «Celeste».

Este verano ha sido la estrella del Primavera Sound.

Estaban las Stella Maris actuando. Y a los Javis se les ocurrió que resucitara el personaje de Montserrat, en el momento que yo le doy vida, porque son los últimos tres capítulos. Nada, fue una resurrección. Sabes qué pasa, que los Javis tienen esa capacidad de que con ellos al fin del mundo. Entonces lo gocé mucho. Fue muy particular y bastante asombroso. Fue trending topic y se hizo viral. Fue muy potente salir por el escenario atravesando miles de personas muerta y luego resucitar, mola mucho.

¿Qué le llamó la atención de Sara, el personaje de la inspectora de Hacienda de «Celeste»?

Primero me contó Diego (San José) la intención que tiene, que está desarrollando un proyecto poniéndole mi cara. Y es una inspectora de Hacienda que está inspeccionando un caso concreto de un artista internacional. Que es la investigación y que quieren hacerlo con un espíritu de thriller; a mí ya…, dónde hay que firmar. Hay que tener en cuenta que son muchas las razones por las que haces algo o por las que dices sí. En este caso, el hecho de Diego. Nosotros vivimos juntos el éxito de apellidos vascos y nos unió algo muy importante. Le admiro profundísimamente, conozco su trabajo. Y cuando a ti te llama alguien para decirte estoy escribiendo pensando en ti y es alguien en el que tienes tanta fe, es un subidón, porque confías plenamente. Dejé que pasara el tiempo y luego empecé a leerlo bien y me parece soberbio. Y realmente el tono me tenía fascinada porque no sabía exactamente cuál era. Sí es verdad que había una premisa que era en el rodaje: cero comedia. Pero es verdad que hay algo en la escritura de Diego que te lleva a ella. Me centraba mucho más en el tipo de mujer que estaba describiendo, en el tipo de momento de la vida en el que estaba: que había tenido una profesión muy intensa que llevaba a olvidarse mucho de sí misma y estaba más pendiente de la vida de los demás.

Son personajes desconocidos.

Tenemos la imagen de una figura de Hacienda de lo que nos supone a cada uno, pero en el colectivo es algo para nosotros negativo, un poco el coco. Y sin embargo, la mujer que está describiendo se encuentra en un momento de prejubilación, sintiéndose una mujer fracasada, siendo una mujer muy brillante, por un caso que tuvo con un futbolista que al final no ganó. Después de tantísimo trabajo, se siente bastante fracasada. De pronto le entra esto, que ella no tiene ninguna intención, porque además siente que no quiere volver a meterse en aquello. Y empieza una vida que está llena de vacío, que está llena de soledad, en fin, un descoloque brutal para una mujer que ha tenido muy poca luz. Se ve que es reservada, y es muy simpática y eso es muy atractivo para interpretar. Eso es lo que precisamente te atrae, que está cargada de silencios, en los que realmente va a estar todo en la mirada, en el sentido, en la quietud. O sea, directamente es lo que me parece diferente a cualquier cosa. Al principio dices esta mujer no sé si me interesa, y de pronto vas viajando con ella, y a medida que va avanzando la serie, tiene un arco increíble, porque de pronto está más viva que nunca. Y se convierte en un thriller.

¿Habló con inspectores?

Yo personalmente no he hecho el trabajo de campo de investigación que ha hecho Diego. Él estuvo completamente asesorado a nivel jurídico, sobre todo a la hora de transcribir palabras y todo el contexto. Su información es absolutamente hasta luego. Tenemos el logo de la Agencia Tributaria, es decir, está testado, controlado y aprobado por ellos. Y sí que para eso tuvo que haber un asesoramiento. Y sabemos que a la hora de investigar, los inspectores tienen sus armas y tienen que llegar hasta el final y se las saben todas.

En la serie se muestra que con las redes sociales vivimos controlados.

Yo no tengo redes. Cosa que en el cine cada vez me alegro más en el sentido de que no me siento tan observada, que seguramente lo estoy igual, pero no soy consciente porque ojos que no ven… ; no lo sufro. Y seguramente es verdad que todo el mundo es inspector de otro. El mundo de las redes es así. Me encanta el paralelismo que luego hacen de que ella acaba siendo inspectora de su propia vida con las cosas de su marido.

Exacto. Y es muy bueno porque dices o sea, yo que me dedico a esto, para que veas esta mujer que poco se ha dedicado a su vida, que poco ha mirado en casa, que está pensando en la vida de otro. Otra cosa que dice ella a través de las facturas puedes ver la vida de las personas.

¿Será distinta su declaración de la renta a partir de ahora?

No la hago yo; la hace mi gestor que es muy bueno, por cierto. Pero si me paro a pensarlo un poco, igual me ha cambiado el concepto de la labor en sí.

¿Nunca pensó en hacer otra cosa que no fuera actuar?

En mi familia son todos artistas. Nunca he hecho otra cosa en mi vida. Desde niña lo supe. Era una persona tremendamente tímida. Lo que veía desde mi rincón era una vía de escape en hacer de otro, de otra. He tenido clarísimo que sabía manejar aquello. No que lo hiciera bien, pero entendía desde muy pequeña de qué iba el juego: hacer de verdad algo que no te está pasando realmente.

Dicen que se mete en el papel justo antes de empezar.

Sí, no soy una persona de concentrarme mucho antes, lo hago a mi manera. Necesito no estar vistiendo mucho tiempo el personaje. Pero sí que lo que no esperaba, porque no era un objetivo nunca en mi vida, era ni ser conocida, ni ser popular en absoluto; ni se me pasó por la cabeza. Pensé que toda mi vida haría teatro.

 La intérprete se mete en la piel de Sara, una inspectora de Hacienda casi jubilada en la serie «Celeste» de Movistar Plus+  

Carmen Machi se sale de todos los registros. Lo mismo se mete en la piel de una cómica madre falsa vasca, que resucita en el Primavera Sound o borda el papel de una seria y gris inspectora de Hacienda dispuesta a jubilarse por todo lo alto tras cazar a una famosa defraudadora en la serie de éxito de Movistar Plus+ «Celeste».

Este verano ha sido la estrella del Primavera Sound.

Estaban las Stella Maris actuando. Y a los Javis se les ocurrió que resucitara el personaje de Montserrat, en el momento que yo le doy vida, porque son los últimos tres capítulos. Nada, fue una resurrección. Sabes qué pasa, que los Javis tienen esa capacidad de que con ellos al fin del mundo. Entonces lo gocé mucho. Fue muy particular y bastante asombroso. Fue trending topic y se hizo viral. Fue muy potente salir por el escenario atravesando miles de personas muerta y luego resucitar, mola mucho.

¿Qué le llamó la atención de Sara, el personaje de la inspectora de Hacienda de «Celeste»?

Primero me contó Diego (San José) la intención que tiene, que está desarrollando un proyecto poniéndole mi cara. Y es una inspectora de Hacienda que está inspeccionando un caso concreto de un artista internacional. Que es la investigación y que quieren hacerlo con un espíritu de thriller; a mí ya…, dónde hay que firmar. Hay que tener en cuenta que son muchas las razones por las que haces algo o por las que dices sí. En este caso, el hecho de Diego. Nosotros vivimos juntos el éxito de apellidos vascos y nos unió algo muy importante. Le admiro profundísimamente, conozco su trabajo. Y cuando a ti te llama alguien para decirte estoy escribiendo pensando en ti y es alguien en el que tienes tanta fe, es un subidón, porque confías plenamente. Dejé que pasara el tiempo y luego empecé a leerlo bien y me parece soberbio. Y realmente el tono me tenía fascinada porque no sabía exactamente cuál era. Sí es verdad que había una premisa que era en el rodaje: cero comedia. Pero es verdad que hay algo en la escritura de Diego que te lleva a ella. Me centraba mucho más en el tipo de mujer que estaba describiendo, en el tipo de momento de la vida en el que estaba: que había tenido una profesión muy intensa que llevaba a olvidarse mucho de sí misma y estaba más pendiente de la vida de los demás.

Son personajes desconocidos.

Tenemos la imagen de una figura de Hacienda de lo que nos supone a cada uno, pero en el colectivo es algo para nosotros negativo, un poco el coco. Y sin embargo, la mujer que está describiendo se encuentra en un momento de prejubilación, sintiéndose una mujer fracasada, siendo una mujer muy brillante, por un caso que tuvo con un futbolista que al final no ganó. Después de tantísimo trabajo, se siente bastante fracasada. De pronto le entra esto, que ella no tiene ninguna intención, porque además siente que no quiere volver a meterse en aquello. Y empieza una vida que está llena de vacío, que está llena de soledad, en fin, un descoloque brutal para una mujer que ha tenido muy poca luz. Se ve que es reservada, y es muy simpática y eso es muy atractivo para interpretar. Eso es lo que precisamente te atrae, que está cargada de silencios, en los que realmente va a estar todo en la mirada, en el sentido, en la quietud. O sea, directamente es lo que me parece diferente a cualquier cosa. Al principio dices esta mujer no sé si me interesa, y de pronto vas viajando con ella, y a medida que va avanzando la serie, tiene un arco increíble, porque de pronto está más viva que nunca. Y se convierte en un thriller.

¿Habló con inspectores?

Yo personalmente no he hecho el trabajo de campo de investigación que ha hecho Diego. Él estuvo completamente asesorado a nivel jurídico, sobre todo a la hora de transcribir palabras y todo el contexto. Su información es absolutamente hasta luego. Tenemos el logo de la Agencia Tributaria, es decir, está testado, controlado y aprobado por ellos. Y sí que para eso tuvo que haber un asesoramiento. Y sabemos que a la hora de investigar, los inspectores tienen sus armas y tienen que llegar hasta el final y se las saben todas.

En la serie se muestra que con las redes sociales vivimos controlados.

Yo no tengo redes. Cosa que en el cine cada vez me alegro más en el sentido de que no me siento tan observada, que seguramente lo estoy igual, pero no soy consciente porque ojos que no ven… ; no lo sufro. Y seguramente es verdad que todo el mundo es inspector de otro. El mundo de las redes es así. Me encanta el paralelismo que luego hacen de que ella acaba siendo inspectora de su propia vida con las cosas de su marido.

Exacto. Y es muy bueno porque dices o sea, yo que me dedico a esto, para que veas esta mujer que poco se ha dedicado a su vida, que poco ha mirado en casa, que está pensando en la vida de otro. Otra cosa que dice ella a través de las facturas puedes ver la vida de las personas.

¿Será distinta su declaración de la renta a partir de ahora?

No la hago yo; la hace mi gestor que es muy bueno, por cierto. Pero si me paro a pensarlo un poco, igual me ha cambiado el concepto de la labor en sí.

¿Nunca pensó en hacer otra cosa que no fuera actuar?

En mi familia son todos artistas. Nunca he hecho otra cosa en mi vida. Desde niña lo supe. Era una persona tremendamente tímida. Lo que veía desde mi rincón era una vía de escape en hacer de otro, de otra. He tenido clarísimo que sabía manejar aquello. No que lo hiciera bien, pero entendía desde muy pequeña de qué iba el juego: hacer de verdad algo que no te está pasando realmente.

Dicen que se mete en el papel justo antes de empezar.

Sí, no soy una persona de concentrarme mucho antes, lo hago a mi manera. Necesito no estar vistiendo mucho tiempo el personaje. Pero sí que lo que no esperaba, porque no era un objetivo nunca en mi vida, era ni ser conocida, ni ser popular en absoluto; ni se me pasó por la cabeza. Pensé que toda mi vida haría teatro.

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