El aterrizaje de Carlos Cuesta en un banquillo profesional de elite supone un nuevo capítulo del éxito de los preparadores mallorquines en el fútbol profesional. Su fichaje por el Parma italiano, en donde además se convertirá en el técnico extranjero más joven (29 años) en dirigir en la Serie A, le incluye en una lista hasta ahora reservada a pocos nombres. Y principalmente, a nivel más nacional que internacional. El aterrizaje de Carlos Cuesta en un banquillo profesional de elite supone un nuevo capítulo del éxito de los preparadores mallorquines en el fútbol profesional. Su fichaje por el Parma italiano, en donde además se convertirá en el técnico extranjero más joven (29 años) en dirigir en la Serie A, le incluye en una lista hasta ahora reservada a pocos nombres. Y principalmente, a nivel más nacional que internacional.
El aterrizaje de Carlos Cuesta en un banquillo profesional de elite supone un nuevo capítulo del éxito de los preparadores mallorquines en el fútbol profesional. Su fichaje por el Parma italiano, en donde además se convertirá en el técnico extranjero más joven (29 años) en dirigir en la Serie A, le incluye en una lista hasta ahora reservada a pocos nombres. Y principalmente, a nivel más nacional que internacional.
Lejos quedan los tiempos en que el entrenador mallorquín más conocido era Llorenç Serra Ferrer. Mallorca, en el que debutó como primer técnico en Primera División a principios de los años 80, Betis, Barça o AEK de Atenas fueron sus equipos a nivel profesional.

O Tomeu Llompart, destacado futbolista en su época y que en varias ocasiones tomó las riendas del Mallorca, siempre como interino, y que tiene el honor de haber firmado un ascenso a Primera: en 1997, tras sustituir a Víctor Muñoz a cinco jornadas del final de la Liga (ascendió en la promoción en Vallecas).

Pocos preparadores de las islas han destacado desde entonces, aunque han sido varios los que han hecho incursiones como ayudantes en distintos cuerpos técnicos. Es el caso, por ejemplo, de Pep Alomar, preparador físico y asistente durante años de Serra Ferrer y que probó como primer entrenador en Emiratos o en el Helsingor danés. Y el de Jaume Mut, que tuvo experiencias en el Alavés (2022) o el Fortuna Sittard (22-23) como ayudante de Julio Velázquez.
Fue Xisco Muñoz el primero en incursionar en la elite tras su fichaje por el Watford, al que ascendió a la Premier League inglesa. Había ganado todo en el Dinamo Tblisi georgiano y el conjunto británico apostó por él. Después pasó por los banquillos del Huesca, Anorthosis, Sheffield Wedenesday o Dunajska Streda, hasta fichar a principios de este mes de junio por el Johor de Malasia.
Más mediática, por su pasado como futbolista (Mallorca, City, Liverpool, Girondins, Olympiakos o Galatasaray) e internacional con España, fue la llegada a los banquillos de Albert Riera. Primero como asistente en el Galatasaray y posteriormente al hacerse cargo del Olimpija de Ljubljana (Eslovenia). Campeón de Copa y Liga, firmó por el Cejle de ese mismo país, pero unos meses después se fue al Girondins de Burdeos, un histórico francés en crisis al que dejó en media tabla en la Segunda División, pero que acabó descendiendo administrativamente a la cuarta categoría y perdiendo su estatus de club profesional. Riera volvió al Cejle en julio de 2024, equipo con el que ha disputado esta pasada campaña la Conference League.
Otros mallorquines que también dieron el salto a los banquillos profesionales, más allá de las incursiones esporádicas de Damià Amer (jornada 22 de Segunda en la Liga 1995-96, tras el despido de Mané y antes del fichaje de Víctor Muñoz) o Miquel Àngel Nadal (también un partido, en la jornada 7 de la temporada 2011-12, tras el despido de Laudrup y antes del fichaje de Caparrós), fueron Jaume Bauçà o Nando Pons.
El más sorprendente fue en 1993, cuando Bauçà saltó del Arenal de Tercera División al Mallorca para dirigirlo en un partido de Liga y la promoción de ascenso de Segunda a Primera ante el Albacete (no se subió). Estuvo en el banquillo hasta noviembre de 1994. En la 2005-06 dirigió al Smederevo de Serbia.

Nando Pons sustituyó al de Sineu y dirigió al Mallorca en Segunda durante 18 partidos, hasta que en abril de 1994 llegó el vasco Irulegui. Después dirigió al filial bermellón en su única temporada en Segunda División (98-99), tras el despido de Chico Linares.
Pepe Gálvez tuvo su momento en los banquillos en la campaña 2015-16, cuando dirigió al Mallorca en Segunda tras el despido del ‘Chapi’ Ferrer. Duró seis partidos (jornadas 16 a 21), siendo sustituido por Fernando Vázquez.
Pep Lluís Martí ha tenido más recorrido en los banquillos: Tenerife (15-18), Deportivo (18-19), Girona (19-20), Leganés (20-21) y Sporting (21-22); todos en Segunda y luchando por el ascenso a Primera con el Tenerife y el Depor. Esta temporada arrancó en la UD Ibiza, en Primera RFEF, pero fue despedido en la jornada 12.

Menos conocido es el caso de Toni Ordinas, técnico mallorquín de 50 años que está en Noruega desde 2013 y ha entrenado al Stabaek o al Lillestrom (en este equipo como manager provisional). O el de Cedric Thyus, con amplio currículo como asistente en equipos de Rumanía, Corea, China, Arabia Saudí o Catar.
Algo más conocida es la trayectoria de Toni Cazorla, ahora entrenador del Al-Orobah saudí tras firmar una amplia trayectoria desde 2011 en distintos clubes de ese país, Egipto o Marruecos.
El salto de Carlos Cuesta (de segundo en el Arsenal a dirigir el Parma) es similar al que ha dado Carlos Vicens, con una trayectoria exitosa como ayudante de Pep Guardiola en el Manchester City y que hace unas semanas firmó como nuevo entrenador del Sporting de Braga (el cuarto equipo más importante de Portugal).
Una situación que no es descartable que pueda producirse con Rafel Pol, segundo entrenador de Luis Enrique en el PSG, o Toni Amor, ayudante del mexicano Javier Aguirre en el Mallorca y ahora en la selección tricolor.
Rafel Pol entró como preparador físico en el staff de Luis Enrique, que en su segunda etapa al frente de la selección española le ‘ascendió’ a segundo entrenador. Puesto que también está ocupando en el PSG, ganador este año de la Champions League.
Toni Amor inició su carrera profesional en los Emiratos y Arabia Saudí, tras iniciarse como técnico en el Arenal y dirigir al Atlético Baleares. Tras varias campañas y un paso efímero por la UD Ibiza le llegó la oportunidad de ser el ayudante de Javier Aguirre cuando este fichó por el Leganés en noviembre de 2019. Le ha acompañado desde entonces en sus etapas en el Monterrey, Mallorca y ahora con la selección de México. Durante estos años, el mallorquín ha podido estrenarse como primer entrenador cuando Aguirre ha estado sancionado.
Diario de Mallorca – Deportes