«¡Cállense, por Dios! ¡Es rojo!»: Tardozzi, jefe de Ducati, se encara a los ‘tifosi’ para acallar los abucheos a Márquez

Se veía venir. Muchos estaban convencidísimos de que, tarde o temprano, más pronto que tarde, ocurriría. Ya en el mismo momento en que, hace exactamente un año, la fábrica Ducati anunció, por sorpresa, el fichaje de Marc Márquez en lugar de Jorge Martín, muchos preguntaron a los responsables del equipo rojo si habían tenido en cuenta que estaban contratando al enemigo nº 1 de los ‘rossistas’, es decir, al piloto que forzó la jubilación del ídolo de media Italia, el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi. Se veía venir. Muchos estaban convencidísimos de que, tarde o temprano, más pronto que tarde, ocurriría. Ya en el mismo momento en que, hace exactamente un año, la fábrica Ducati anunció, por sorpresa, el fichaje de Marc Márquez en lugar de Jorge Martín, muchos preguntaron a los responsables del equipo rojo si habían tenido en cuenta que estaban contratando al enemigo nº 1 de los ‘rossistas’, es decir, al piloto que forzó la jubilación del ídolo de media Italia, el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi.  

Se veía venir. Muchos estaban convencidísimos de que, tarde o temprano, más pronto que tarde, ocurriría. Ya en el mismo momento en que, hace exactamente un año, la fábrica Ducati anunció, por sorpresa, el fichaje de Marc Márquez en lugar de Jorge Martín, muchos preguntaron a los responsables del equipo rojo si habían tenido en cuenta que estaban contratando al enemigo nº 1 de los ‘rossistas’, es decir, al piloto que forzó la jubilación del ídolo de media Italia, el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi.

Ya en aquel momento, tanto Gigi Dall’Igna, Director General del equipo Ducati Lenovo, como Davide Tardozzi, Jefe de Equipo y máximo defensor de MM93 desde que lo vio debutar, en 2013 en MotoGP, dijeron que fichaban al mejor y que la afición italiana, los ‘ducatistas’, tenían que estar contentos de tener, en su seno, a todo un ocho veces campeón del mundo.

Davide Tardozzi, el jefe de Ducati al que más ilusión le hacía fichar a Marc Márquez, ha sido valiente y, con enorme determinación, se ha enfrentado a los ‘tifosi’ para defender a su chico «porque él es rojo»

Lo cierto es que, desde que viste de rojo, Marc Márquez se ha convertido en el gran dominador del Mundial de MotoGP. Este sábado, en Mugello, ha obtenido su victoria número 12 de la temporada, es decir, lleva ganadas el 70% de las carreras que se han disputado.

Pues bien, en el podio de la carrera al ‘sprint’, donde el mayor de los Márquez Alentá estaba escoltado por su hermano Àlex, segundo, y el italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, tercero, Marc ha sido ligeramente abucheado y pitado por los ‘tifosi’ de las motos.

Para muchos han sonado muchos pitos y abucheos. Para otros, los normales. “Yo he oído pitos, sí, pero también he escuchado muchos aplausos”, señaló Marc Márquez. “Ha sido una carrera estupenda y solo espero que aquellos que me han apoyado y aplaudido hayan disfrutado tanto como yo de este espectáculo”. Y no dijo más. Hace mucho tiempo que el mayor de los Márquez ha aparcado las peleas con Rossi, a quien no le dirige la palabra desde 2015.

«Sí, he oído pitos, pero también he oído muchos aplausos. Solo espero que aquellos que me han aplaudido hayan disfrutado, como yo, del espectáculo que les hemos ofrecido»

Es evidente que quien más ha sufrido esta situación, cómo no, ha sido Tardozzi, uno de los jefes supremos del equipo Ducati Lenovo. Y la ha sufrido hasta el extremo de acercarse a la grada y reclamar silencio. “¡Cállense por dios! ¡Es rojo!”, refiriéndose al gran fichaje de la firma de Borgo Panigale de este año, como demuestran los resultados.

El sufrimiento de Tardozzi, que ha sido lo suficientemente valiente, cortes, caballeroso y decisivo como para enfrentarse a la grada frente a las cámaras de DAZN, tiene distintos motivos. Primero, insisto, porque el dirigente ducatista hace mucho, mucho, tiempo que considera que el mayor de los Márquez es lo mejor que ha visto en su vida. Segundo, porque él trabajó más duro que nadie, más incluso que el ‘mago’ Dall’Igna, para poder traerlo hasta la factoría de Borgo Panigale. Y, tercero, porque él se ha cansado de decir que eso que ha ocurrido hoy, no ocurriría nunca al defender el señorío de la afición italiana. De ahí su desesperación y enfado.

 Diario de Mallorca – Deportes

Más Noticias