Así es el plan de Tebas para acabar con la mitad de la piratería esta temporada

Acabar con al menos la mitad de la piratería es uno de los principales objetivos de LaLiga durante la temporada que arranca este fin de semana. Y lo es, de manera particular, de su presidente. Con el reinicio de la competición, Javier Tebas retomará la costumbre de pasar buena parte de sus fines de semana en la conocida como ‘war room’, habitación de guerra, de la sede de la competición en la calle Torrelaguna de Madrid. Acabar con al menos la mitad de la piratería es uno de los principales objetivos de LaLiga durante la temporada que arranca este fin de semana. Y lo es, de manera particular, de su presidente. Con el reinicio de la competición, Javier Tebas retomará la costumbre de pasar buena parte de sus fines de semana en la conocida como ‘war room’, habitación de guerra, de la sede de la competición en la calle Torrelaguna de Madrid.  

Acabar con al menos la mitad de la piratería es uno de los principales objetivos de LaLiga durante la temporada que arranca este fin de semana. Y lo es, de manera particular, de su presidente. Con el reinicio de la competición, Javier Tebas retomará la costumbre de pasar buena parte de sus fines de semana en la conocida como ‘war room’, habitación de guerra, de la sede de la competición en la calle Torrelaguna de Madrid.

Así han llamado coloquialmente al espacio en el que alrededor de 50 empleados de la competición se afanan por detectar y tumbar las señales por las que se emite fútbol pirata y, por tanto, ilegal. «Dedico más del 50% de mi tiempo a la lucha contra la piratería», ha llegado a manifestar el propio Tebas, en una afirmación que confirman quienes trabajan a su alrededor. Cuentan que hasta se mete personalmente en grupos de Telegram en los que se intercambia la mercancía.

Tiene Tebas, a partir de sus propios cálculos, motivos para la obsesión con una actividad ilegal que, calcula, hace perder a los clubes entre 600 y 700 millones de euros por temporada en derechos de TV. Para poner la cifra en su contexto, los 42 equipos de Primera y Segunda se repartieron 1.535 millones de euros por este concepto en la temporada 2023-24, según los datos oficiales. Las estadísticas que maneja LaLiga son que el 40% de las personas que consumen partidos de fútbol en España lo hace a través de acceso pirata. Un porcentaje que crece en otras partes del mundo, alcanzando el 80% en algunos mercados asiáticos.

Javier Tebas, presidente de LaLiga.
Javier Tebas, presidente de LaLiga. / Europa Press

Esta realidad, como resulta evidente, compromete el modelo de negocio de las competiciones de fútbol, sostenidas en buena medida por la televisión: cuanta más piratería exista, menos dinero estarán dispuestas a pagar las plataformas por comprar los derechos de televisión de los partidos. De ahí la obsesión de Tebas y de LaLiga en su conjunto, que se ha propuesto como reto reducir a la mitad el fraude audiovisual en España y Latinoamérica en los próximos meses.

LaLiga trata de concienciar sobre los riesgos de consumir estos servicios ilegales. Esta misma semana ha lanzado una campaña con el eslogan «Tú tienes fútbol pirata, ellos te tienen a ti», advirtiendo sobre el robo de datos personales al que se expone el consumidor de estos servicios, así como del riesgo de ser estafado. Sin embargo, el principal campo de batalla para Tebas es el legal, la capacidad para tumbar enlaces que emitan fútbol pirata.

Para este objetivo, LaLiga cuenta con una nueva arma fundamental: el 18 de diciembre de 2024, el juzgado de lo mercantil número 6 de Barcelona dictó una sentencia que, en la práctica, permite a LaLiga ordenar a Telefónica, Vodafone, MasOrange y Digi (propietarios de las mayores redes de banda ancha en España) el bloqueo inmediato de las direcciones IP que están compartiendo señales de partidos de forma ilegal.

Porque la particularidad del fútbol, como del resto de eventos deportivos, es que la eficacia de los bloqueos de enlaces a emisiones pirata está muy limitada en el tiempo: de nada sirve tumbar en ‘link’ ilegal horas o días después de ser detectado, pues el consumo ilícito del partido en cuestión ya se ha producido.

«Este año ha sido muy importante, sobre todo a partir de diciembre, cuando obtuvimos una sentencia que nos está permitiendo que la piratería por IP en España se haya disminuido un 60%«, explicó Tebas al término de la pasada temporada. A tres años vista, el objetivo está marcado en un 80%.

Una sentencia judicial permite ahora a LaLiga bloquear en tiempo real el acceso a las IPs que emiten fútbol pirata

Hasta el mes de diciembre, LaLiga solo podía actuar denunciando páginas y portales, logrando hitos como los cierres de Rojadirecta y DuckVision o el bloqueo en Google Play de la app Magis TV en Sudamérica. Medidas, en todo caso, fácilmente salvables en la práctica, pues (simplificando) basta con desarrollar otra plataforma en la que emitir ilegalmente esos contenidos.

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El objetivo a corto plazo de LaLiga, en todo caso, no es tanto acabar con toda la piratería de sus partidos (un imposible), como convertir su consumo en una actividad inestable e insegura para el usuario final. Es decir, que quien acude a estos servicios ilegales deje de tener la seguridad de que va a poder ver un partido entero sin problemas. Sin esa certeza, es mucho más probable que deje de acceder el fútbol a través de estas vías.

¿Pero por qué LaLiga interviene pidiendo el bloqueo a los proveedores de internet y no de manera directa a los servidores que alojan las retransmisiones ilegales? Principalmente, porque, según explican, tienen pocas herramientas legales para hacerlo y porque la mayoría de las empresas que poseen los principales servidores del mercado no atienden a sus requerimientos. «Google es el principal causante de la piratería y no está tomando medidas adecuadas», ha llegado a decir Tebas.

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No todas las empresas se lavan las manos, claro. De hecho, en los últimos meses LaLiga ha alcanzado acuerdos con compañías como Twitch, Vercel, Scaleway, Gcore, CDN77 y Akamai Technologies, intermediarios tecnológicos que operan en distintos puntos de la cadena audiovisual, para luchar juntos contra la piratería en el fútbol. El objetivo es seguir profundizando en este tipo de acuerdos bilaterales.

Sucede también que los piratas utilizan plataformas para camuflar sus direcciones IP originales. Lo hacen a través de servicios de CDN como Cloudfare, una multinacional dedicada a dar ese servicio de ‘escudo’ digitalque utilizan grandes y pequeñas empresas de todo el mundo, de manera perfectamente legal y reglada.

Tebas pretende convertir el consumo de fútbol pirata en una actividad inestable e insegura para el usuario final

Cloudfare agrupa las IPs de sus clientes y las camufla bajo IPs ‘falsas’ y comunes, lo que dificulta el ‘hackeo’ de las webs originales, porque ‘anonimizan’ el servidor en el que están alojadas. “Lo que sucede es que Cloudfare mete bajo la misma IP la web de una multinacional, de un pequeño comercio y de una plataforma de contenidos piratas”, explican desde LaLiga.

Desde la ‘war room’ de Tebas se han enviado “decenas de miles de notificaciones” a Cloudfare de que están dando servicio a contenidos ilegales, “emisiones pirata de fútbol, pero también de otra índole como pornografía infantil, que también hemos denunciado”. La multinacional estadounidense, sin embargo, ha hecho caso omiso, según explican. EL PERIÓDICO se ha puesto en contacto con Cloudfare para conocer su versión sobre estas acusaciones, sin que se haya recibido respuesta.

LaLiga denuncia que Cloudfare protege a quienes cometen presuntamente delitos como la emisión de fútbol pirata e incluso pornografía infantil

El efecto colateral es que, cuando LaLiga detecta una IP de Cloudfare que está pirateando su señal y ordena su bloqueo a los operadores telefónicos, provoca también la caída de páginas web legales. “Somos conscientes de ello y hemos abierto un buzón de afectados, porque muchas empresas no saben que están compartiendo IP con actividades ilegales. Y, hasta el momento, no hemos recibido ni una queja, ni una reclamación”, explica Guillermo Rodríguez, de LaLiga.

Cloudfare trató de frenar judicialmente lo que considera bloqueos indiscriminados, “matar moscas a cañonazos”. Hace apenas unas semanas, sin embargo, un juzgado de Barcelona avaló las actuaciones que está llevando a cabo LaLiga.

Desde la patronal de clubes calculan que, en cada partido, hay entre 1.000 y 1.500 emisiones ilegales camufladas a través de la tecnología de Cloudfare, a la que acusan de estar incumpliendo sentencias judiciales de varios países.

Porque todo lo narrado tiene que ver con el consumo de la piratería en España, donde LaLiga ya cuenta con respaldo legal. Desde la organización confían en que en el medio plazo se desarrollen directivas europeas efectivas que permitan expandir la lucha contra la piratería. Y confían también en que la entrada reciente de Google en la compra de derechos de competiciones deportivas (ha arrancado con la NFL) contribuya a que el gran gigante tecnológico deje de adoptar “medidas cosméticas” para atacar con decisión estas actividades ilegales.

 Diario de Mallorca – Deportes

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