El reto imposible de 2025 para el Mallorca: dos victorias seguidas

El Mallorca quiere conseguir lo imposible este 2025 contra el Levante el domingo: dos victorias seguidas. El triunfo contra el Sevilla el pasado sábado 1–3 despeja dudas en el mal inicio bermellón y ante los granotas tienen la oportunidad de ahuyentar los pocos fantasmas que quedan, sumando de a tres para lograr once puntos en diez jornadas. El Mallorca quiere conseguir lo imposible este 2025 contra el Levante el domingo: dos victorias seguidas. El triunfo contra el Sevilla el pasado sábado 1–3 despeja dudas en el mal inicio bermellón y ante los granotas tienen la oportunidad de ahuyentar los pocos fantasmas que quedan, sumando de a tres para lograr once puntos en diez jornadas.  

El Mallorca quiere conseguir lo imposible este 2025 contra el Levante el domingo: dos victorias seguidas. El triunfo contra el Sevilla el pasado sábado 1–3 despeja dudas en el mal inicio bermellón y ante los granotas tienen la oportunidad de ahuyentar los pocos fantasmas que quedan, sumando de a tres para lograr once puntos en diez jornadas.

Este año está siendo difícil para el equipo bermellón. Solo ha conseguido seis victorias en 30 encuentros, un balance pobre, pero que después de ganar el sábado ha revitalizado los ánimos. La efectividad de Mateo Joseph y Muriqi, el descaro de Virgili y, otra vez, la presión alta son argumentos más que de sobra para confiar en una mejora del rendimiento en la recta final de 2025. Además, tampoco se debe obviar que el calendario es más asequible, ya que ya se han enfrentado a los cuatro primeros de la Liga anterior: Real Madrid, Barcelona, Atlético y Athletic.

Un triunfo contra el Levante serviría para que el estado de ilusión se confirmara. No hay rival fácil, pero es el primer equipo recién ascendido al que se mide el Mallorca esta temporada. Sumar de tres debe ser innegociable porque, como dijo Virgili al finalizar el encuentro contra el Sevilla: «Todavía no hemos conseguido nada». Y vencer a los granotas es un primer paso para comenzar a lograr algo. Al menos tranquilidad. La ambición y el inconformismo es lo que se debe ver este domingo en Son Moix por parte de los jugadores, sino será difícil puntuar ante un equipo que lleva siete de sus ocho unidades a domicilio.

La afición necesita alegrías. Es cierto que se ganó al Alavés en el último encuentro en casa, pero no se convenció. Fue un alivio. Y ahora llega el momento de dar el «paso hacia delante» que quiere Arrasate. La segunda parte en el Pizjuán no debe ser un espejismo, sino una realidad de lo que será el Mallorca en los al menos nueve partidos que quedan para acabar el año. Esa es la misión que tienen.

En 2024, en su primera mitad de Liga, consiguió dos veces dos victorias consecutivas al ganar a Las Palmas y Valencia en noviembre y después de vencer en diciembre contra el Girona en casa y ante el Getafe a domicilio. En cambio, su mejor racha fueron tres triunfos seguidos en septiembre contra la Real Sociedad, Betis y Valladolid.

La tranquilidad pasa por ganar. Se enderezaría el rumbo y se podría comenzar a abrir distancia con el descenso, que ahora es de dos puntos. Además, la racha ya sería muy buena: nueve unidades de doce posibles.

 Diario de Mallorca – Deportes

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