Un altercado en pleno vuelo te puede salir muy caro. El Tribunal Sheriff de Edimburgo (Reino Unido) ha condenado a un pasajero conflictivo que obligó a un vuelo de Ryanair a regresar al aeropuerto de origen a 225 horas de trabajos comunitarios.
Así lo ha informado este miércoles la compañía, que celebra que este tribunal haya decidido condenar a este pasajero por su comportamiento «indisciplinado».
Los hechos ocurrieron el 5 de julio de 2024, poco después del despegue, cuando este pasajero fumó en el avión, consumió su propio alcohol y abusó verbalmente de otros pasajeros, según la versión de la aerolínea irlandesa.
Este comportamiento -y el de otros dos pasajeros más- obligó al avión a volver al aeropuerto de origen, provocando que los 6 tripulantes y los 178 pasajeros «sufrieron una interrupción innecesaria».
La aerolínea ha recordado en un comunicado su compromiso con garantizar que todos los pasajeros y tripulaciones viajen en un entorno «cómodo y libre de estrés, sin interrupciones necesarias causadas por un pequeño número de pasajeros indisciplinados».
La compañía asegura que tiene una «estricta política de tolerancia cero» hacia la mala conducta de los pasajeros y ha añadido que continuará tomando medidas para «combatir este tipo de comportamientos».
A mediados de junio, la aerolínea anunció que multará con 500 euros a los pasajeros que sean expulsados de un vuelo por mal comportamiento. La compañía radicada en Dublín advirtió que esta es una penalización «mínima», ya que recordó que seguirá llevando algunos de estos casos a los tribunales para reclamar daños y perjuicios.
Un portavoz de la compañía ha señalado que esperan que la decisión de este tribunal sirva para «disuadir aún más el comportamiento disruptivo en los vuelos».
El pasajero fumó en el avión, consumió su propio alcohol y abusó verbalmente de otros pasajeros, obligando al avión a volver al aeropuerto de origen
Un altercado en pleno vuelo te puede salir muy caro. El Tribunal Sheriff de Edimburgo (Reino Unido) ha condenado a un pasajero conflictivo que obligó a un vuelo de Ryanair a regresar al aeropuerto de origen a 225 horas de trabajos comunitarios.
Así lo ha informado este miércoles la compañía, que celebra que este tribunal haya decidido condenar a este pasajero por su comportamiento «indisciplinado».
Los hechos ocurrieron el 5 de julio de 2024, poco después del despegue, cuando este pasajero fumó en el avión, consumió su propio alcohol y abusó verbalmente de otros pasajeros, según la versión de la aerolínea irlandesa.
Este comportamiento -y el de otros dos pasajeros más- obligó al avión a volver al aeropuerto de origen, provocando que los 6 tripulantes y los 178 pasajeros «sufrieron una interrupción innecesaria».
La aerolínea ha recordado en un comunicado su compromiso con garantizar que todos los pasajeros y tripulaciones viajen en un entorno «cómodo y libre de estrés, sin interrupciones necesarias causadas por un pequeño número de pasajeros indisciplinados».
La compañía asegura que tiene una «estricta política de tolerancia cero» hacia la mala conducta de los pasajeros y ha añadido que continuará tomando medidas para «combatir este tipo de comportamientos».
A mediados de junio, la aerolínea anunció que multará con 500 euros a los pasajeros que sean expulsados de un vuelo por mal comportamiento. La compañía radicada en Dublín advirtió que esta es una penalización «mínima», ya que recordó que seguirá llevando algunos de estos casos a los tribunales para reclamar daños y perjuicios.
Un portavoz de la compañía ha señalado que esperan que la decisión de este tribunal sirva para «disuadir aún más el comportamiento disruptivo en los vuelos».
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