La tarde del 12 de agosto pasará a la historia porque los pelotaris mallorquines han vuelto a jugar un partido muchos años después. Es cierto que el Frontón de Sineu lleva organizando exhibiciones desde hace dos años, pero este martes se ha presentado en sociedad la sección de pelota mano de la casa vasca de Mallorca en la isla. La tarde del 12 de agosto pasará a la historia porque los pelotaris mallorquines han vuelto a jugar un partido muchos años después. Es cierto que el Frontón de Sineu lleva organizando exhibiciones desde hace dos años, pero este martes se ha presentado en sociedad la sección de pelota mano de la casa vasca de Mallorca en la isla.
La tarde del 12 de agosto pasará a la historia porque los pelotaris mallorquines han vuelto a jugar un partido muchos años después. Es cierto que el Frontón de Sineu lleva organizando exhibiciones desde hace dos años, pero este martes se ha presentado en sociedad la sección de pelota mano de la casa vasca de Mallorca en la isla.
Toni Canyelles, Álvaro Valero y su hijo se han vestido de azul, mientras que Alberto Zárate, Kevin Mikkan, Édgar Munilla y su hijo iban de rojo. El resultado ha sido lo de menos porque todos han ganado. Su objetivo era otro, al menos para Valero: “La idea es dar visibilidad a este deporte minoritario y que la gente se vaya animando”.
Más de 350 personas se han acercado para conocer más de este tradicional deporte en Sineu: “Más que un deporte es una reunión en el pueblo. Se disfruta y se sociabiliza”. Pero, para este pelotari valenciano, que vive en Mallorca desde hace más de diez años, significa algo más, sobre todo porque aquí había una gran afición hace unos cuantos años: “Los deportes mayoritarios le fueron quitando protagonismo hasta que se perdió completamente. Volver a jugar a pelota mano en Mallorca es un éxito porque no está profundamente arraigado y poder traerlo aquí y ver cómo la gente está disfrutando nos hace muy felices”.

Álvaro Valero es la tercera generación de su familia que practica este deporte y este martes ha sido un día muy especial porque su hijo también se ha estrenado en pelota mano. “Que haya jugado es un orgullo porque sigue la saga familiar. Que pueda vivir el ambiente de vestirse de blanco y de azul, y disfrutar desde lo más adentro el corazón de la pelota es un orgullo para mí como padre. Como niño también porque llevaba diciéndome toda la semana que le hacía mucha ilusión jugar”, confiesa.
Quieren que cada vez haya más personas adultas y pequeñas que se acerquen a practicar este deporte con ellos en el Club Esportiu de Frontón. “Pondremos todas las facilidades para que jueguen niños y para que vean que es un deporte muy sano que, al contrario de otras actividades físicas, es muy moral y ético porque hay mucho respeto por el público y el contrincante. Hemos plantado las bases y estamos abiertos a que más gente venga a disfrutar”, cierra Álvaro Valero.
Diario de Mallorca – Deportes